¿SE PUEDE LOGRAR A PARTIR DE LA CREATIVIDAD ARTÍSTICA, COMO DE LA CONSCIENCIA DEL SER, LA CURA DE LA DEPRESIÓN? ¿QUÉ OCURRE CON LA MUJER DE EDAD MADURA?
Enviado por Rashcudas • 22 de Enero de 2014 • 1.709 Palabras (7 Páginas) • 407 Visitas
Hoy día, la sociedad se encuentra sumergida en el estrés, vamos avanzando tan rápido en ciencia y tecnología, que nuestro cerebro no alcanza a procesar todos los cambios. Esto provoca estrés, (la enfermedad del siglo XXI) desajustes emocionales, alteraciones en el sueño y descanso y, en algunos casos, trastornos digestivos y severas depresiones. En este ensayo, hablaré un poco de algunos métodos terapéuticos que existen como alternativas para curar la depresión, en niños, adultos y mujeres maduras.
Talleres artísticos como terapia para la depresión. El consciente y el inconsciente combinados con los instintos, desencadenan estrés, ansiedad y depresión. El Dr. Avellanosa, I. (1997) afirma que por su valor terapéutico, estos talleres artísticos, se usan para superar una crisis depresiva. En unos casos, el sujeto deprimido, manifestará una actitud especial que nos indicará su malestar; por ejemplo, su mirada, su caminar, su cuerpo habla por sí mismo. En otros, la depresión estará enmascarada, es decir; el individuo en apariencia estará contento, tranquilo, incluso sonriente, pero por dentro, se encuentra terriblemente deprimido.
Hay quienes mediante la depresión, pueden llegar a ser potencialmente creativos, por ejemplo, en la pintura, la escultura, la música, etcétera. Solo basta darles un lienzo, oleos y pinceles para que fluya su arte y canalicen mediante el pincel, todo su dolor. Las pinturas negras de Goya, retratan la honda depresión que tiene el artista; utilizando colores oscuros, grises, opacos y se puede ver casi, una cercanía con la muerte o el suicidio. “En estos casos podríamos pensar que, sin la expresión artística, el pintor o el músico no hubieran podido expulsar parte de sus demonios en sus pinceladas, habrían tenido una enfermedad depresiva grave”. (Avellanosa,I.,1997,p.30). Estas técnicas nos dan valiosas pistas del estado del enfermo. Y después de algunas sesiones, el individuo va poco a poco sanando, y ahora emplea más colores, mas figuras alegres llenando lo aislado con nubes, flores, luz, etc. Todo va cobrando sentido; después de su tratamiento, debe estar bajo vigilancia para no tener recaídas, que podrían darse.
En niños deprimidos, se ha observado que son capaces de dibujar en un papel, todo un reflejo de su sufrir; dibujan paisajes desoladores, tristes, sin plantas ni flores, y animales humanoides, las personas en un rincón muy pequeño, con expresión agresiva e incluso armas, cuchillos o sangre. Aristóteles, se plantea: “¿Por qué todos los hombres extraordinarios, tanto en filosofía, política, literatura o bien, las artes; son manifiestamente melancólicos e incluso están afectados por manifestaciones patológicas debidas a la bilis negra?” “Bilis negra”, o melancolía; así se le nombraba a la depresión a principios del siglo XVIII. Desde tiempos muy remotos, ya se observaba cierta relación entre el estado melancólico y la conexión con el alma. Cabe mencionar que la melancolía y la tristeza anteceden a la depresión y no se les considera aun enfermedad, dado que son sensaciones pasajeras que tiempo después desaparecen y la persona vuelve a su estado normal. Ya hemos visto lo que significa la terapia antidepresiva mediante el arte, según el Dr. Avellanosa, I. (1997).
Terapia a través de la consciencia del ser. La teoría que escribiré a continuación, está basada en el libro “El poder del ahora” de Tolle Eckhart, 2012. En el primer párrafo, hablaré un poco del prólogo escrito por (Dicarlo, R.E, pp.17-22) en el que encontré aspectos de sumo interés para la formular este ensayo.
En ocasiones, al ir conduciendo al trabajo, al caminar de prisa por las calles, etc. ¿Cuántas veces se nos ha aparecido enfrente un hermoso amanecer, o un atardecer? Con hermosos destellos de luz que nos seduce con su hermosura. Por un instante, nuestros ojos no pueden perderse los instantes que duran los matices de colores. De amarillo, naranja, rojo y azul. Suspiramos de la experiencia tan plena de conexión con nuestro interior, sentimos una profunda paz, es como haber entrado a otro mundo, tan distinto. ¡Súbitamente!, los pensamientos comienzan apoderarse nuevamente de nosotros, alejándonos de ese infinito momento, es decir; del aquí y el ahora, que nos llevó a suspirar por un instante diminuto. Maslow llamaba a estos momentos, “Experiencias cumbre” o experiencias de “Atisbo”.
En esta cita, encuentro una relación de Eckhart Tolle con el tema anterior: “Todos los artistas verdaderos, lo sepan o no, crean desde un lugar de no-mente, de quietud interior. La mente entonces da forma a la visión o impulso creativo. Incluso los grandes científicos han dicho que sus grandes logros creativos llegaron en un momento de quietud mental”. (Tolle, E.2012, p.44). Este autor, tuvo una experiencia que le cambió su vida: “Una noche, no mucho después de cumplir veintinueve años, me desperté de madrugada con un sentimiento de absoluto terror. Había despertado con ese sentimiento muchas veces antes, pero esta vez era más intenso que nunca”. (Tolle, E.2012, p.23).
Tolle,
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