Salud mental de los trabajdores

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA

UNIDAD XOCHIMILCO

DIVISIÓN DE CIENCIAS BIOLÓGICAS Y DE LA SALUD

DEPARTAMENTO DE ATENCIÓN A LA SALUD

MAESTRÍA EN CIENCIAS EN SALUD DE LOS TRABAJADORES

MÓDULO: SALUD MENTAL DE LOS TRABAJADORES

CUARTA SÍNTESIS DE REFLEXIÓN

ALUMNO: JUAN FRANCISCO CORTÉS VIVEROS

DOCENTE: SUSANA MARTÍNEZ ALCÁNTARA

MÉXICO, DISTRITO FEDERAL A 25 DE MAYO DE 2009

Hemos consultado diversas lecturas en el poco tiempo que llevamos en el presente trimestre de la Maestría  denominado Salud Mental de los Trabajadores. De las cuales se desprende temas relacionados con los conceptos de Enfermedad Mental, asimismo, se ha analizado la Alienación como Fenómeno Social y Proceso de Trabajo.

En lo que respecta a las últimas lecturas consultadas que corresponden a la presente síntesis de reflexión, tenemos que los efectos causados a la salud de los trabajadores derivado del Mobbing son terribles, desencadenando sentimientos de tristeza,  depresiones, irritabilidad, presión arterial elevada, agresividad, perdida subjetiva de memoria, perdida de apetito, temblores, etc. (Peña, Ravelo & Sánchez, 2007: 191). Por nombrar sólo algunos.

Como nos lo hacen saber las lecturas, el Mobbing proviene de un determinado tipo de persona, la cual desencadena una injuria de calumnias y mentiras en contra de la persona que se pretende destruir, por destruir nos referimos a terminar con ella en el aspecto laboral, además de violentar las garantías individuales en el entorno laboral, personal y mental, y por consiguiente, tienen como objetivo principal desencadenar un sentimiento de auto culpa en las personas acosadas, y, así, poder hacer a un lado a la mujer u hombre que interfiere en los intereses del acosador.

De lo planteado anteriormente, se desprende que el mobbing elimina a quienes tienen características personales positivas y promueven mejoras para la organización, mientras que fortalece a los grupos menos talentosos, más deshonestos y acostumbrados a la manipulación cotidiana. (Peña, Ravelo & Sánchez, 2007: 198).

Como podemos darnos cuenta, los efectos y estragos en la salud mental de los trabajadores, producto del mobbing, son realmente preocupantes en el entorno laboral, puede incluso llegar a desencadenar una autoestima baja en las personas acosadas que los puede impulsar a suicidarse en el peor de los casos.

¿Cuál es la finalidad del mobbing? ¿Qué daños ocasiona en las personas? La finalidad del mobbing desde un punto de vista personal, es arrancar de tajo todas las perspectivas laborales y vida laboral a las personas que ha identificado cómo potencialmente brillantes y talentosas. Éstos últimos por su capacidad intelectual e ingenio para realizar determinadas funciones, no encajan en los planes del acosador y siente que lo imposibilitan para llevar a cabo los actos más repugnantes en corrupción, y así poder desencadenar una red de poder y alineación hacia los demás trabajadores que se encuentran laborando en el mismo centro laboral.

Por lo tanto el mobbing tiene como fin determinado infligir un daño emocional extremo en las personas elegidas, lo cual puede conducirlas a cuadros patológicos psíquicos y físicos muy severos e incapacitantes. (Peña, Ravelo & Sánchez, 2007: 183). Lo que desencadena un círculo vicioso en el contexto laboral, en relaciones de poder hacia los demás compañeros, además, promueve  inestabilidad emocional en los trabajadores, por consiguiente el mobbing, deteriora todo el entramado de las relaciones laborales y sociales solidarias y de cooperación donde prevalece, por tanto, es un producto y productor de toxicidad laboral. (Peña, Ravelo & Sánchez, 2007: 183).

En efecto, el mobbing desencadena sentimientos de frustración y apatía, no solamente en los que son objetivos específicos del acosador, sino también, de los que se encuentran alrededor del que lleva a cabo el mobbing, éstos perciben el objetivo del acosador y en muchas ocasiones son participes involuntarios al quedarse callados y no denunciar los actos de amedrentamiento y supresión de los derechos y garantías laborales de sus compañeros de trabajo victimas de mobbing.

También, no podemos dejar de lado  los calificativos que se le han dado al trabajador, cómo por ejemplo, trabajador calificado y no calificado, esto puede apreciarse en muchos contextos laborales y países, parece ser que el trabajador calificado es aquel que cumple con el estereotipo del capitalismo, del que cuenta con una disposición para realizar tareas especificas, ya sea en el ámbito intelectual o físico, cómo la construcción, metalúrgica, o aquél que vende su ingenio y capacidad física al más bajo precio y mejor postor.

Entonces podemos entender por trabajador calificado aquél que en el transcurso de su vida ha adquirido una experiencia laboral en determinado contexto profesional, sin embargo, el concepto de trabajador no calificado como nos lo hace saber Seligmann, es él que no ha tenido la oportunidad de adquirir una formación o experiencia profesional. (Seligmann, 1992: 119).

Derivado de lo anterior, podemos deducir que la clasificación que se lleva a cabo en los trabajadores, cumple con una división social del trabajo, producto de la especialización del proceso de trabajo, esto ha venido gestándose aceleradamente con la constante innovación tecnológica, lo vemos en el uso predominante de los programas computacionales que manejan un sin fin de números, datos geográficos, finanzas, operaciones, etc.

Asimismo, lo encontramos también en las fábricas, los obreros tienen que estar supeditados a una máquina, y que ésta sea la que dirige y decide cómo se lleva a cabo la transformación de la naturaleza, por consiguiente, el obrero entra en un estado de alineación a determinado proceso de trabajo.

Los trastornos mentales están a la orden del día en los  trabajadores, en especial con los que han sido como no clasificados, lo que con lleva a un desgaste mental, recayendo en trastornos del sueño, insomnio, fatiga crónica, etc. De ésto se desprende que los sufrimientos psíquicos expuestos son más intensos en los trabajadores no calificados, ya que éstos no pueden esperar facilidades para encontrar trabajos alternativos. (Seligmann, 1992: 126).

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