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Serge Moscovici


Enviado por   •  17 de Julio de 2013  •  4.265 Palabras (18 Páginas)  •  300 Visitas

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Serge Moscovici

EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL

P s i K o l i b r o 2

A. ¿Qué es la psicología social?

a. Todo resultaría muy sencillo si pudiésemos decir sin dudar: existe el

individuo y existe la sociedad. Evidentemente esto se nos repite innumerables veces y

uno parece comprender e incluso ver lo que indican estas palabras. Todos aceptamos

como algo indiscutible que estos dos términos estén separados, que cada uno sea

autónomo y posea una realidad propia. Esto significa que podemos conocer uno sin

conocer el otro, como si se tratasen de dos mundos extraños entre sí. La fuerza de

esta visión resulta incontestable, al igual que la división que mantiene: el individuo

reducido a su organismo y la sociedad petrificada en sus instituciones y aparatos. O

mejor aún. Por una parte el uno, lo único, por otra parte lo múltiple o colectivo. Y esta

visión tiene un efecto al que nos hemos acostumbrado desde hace largo tiempo: el

tratado de partición que concede el individuo a la psicología y la sociedad a la

economía o a la sociología. Este resultado se expresa a menudo de una forma más

concreta: el psicoanálisis se ocupa del individuo y el marxismo de la sociedad.

Semejante convención clarifica las ideas y contribuye de manera eficaz a la

coexistencia pacífica entre las diversas ciencias y entre las diversas teorías.

La partición que acabo de describir, y sobre la que no hace falta insistir por su

familiaridad, obedece a una lógica determinada. Corresponde a la realidad en los casos

extremos. Pero resulta banal reconocer que el individuo sólo existe dentro de la red

social y que toda sociedad se compone de una multitud de individuos diversos, al igual

que el más mínimo pedazo de materia está compuesto por una multitud de átomos.

Además, tenemos derecho a observar que en cada individuo habita una sociedad: la de

sus personajes imaginarios o reales, la de los héroes que admira, la de sus amigos y

enemigos, la de los hermanos y padres con quienes nutre un diálogo interior

permanente. Y con los cuales llega incluso a sostener relaciones sin saberlo. Así pues,

cuando decimos: existe el individuo y existe la sociedad, dejamos de lado la

experiencia compartida por casi todo el mundo.

Se dirá con justicia que esto no es demasiado grave. Todo análisis y toda

explicación exigen una abstracción. Abstracciones como las que hacemos

constantemente en economía al hablar del mercado separado del poder, o en

psicología al describir el pensamiento separado de las emociones. Si, no cabe la

menor duda. Pero dicha partición tiene sentido. Oculta una realidad primera, la

invariante de existencia cuyos rastros encontramos en todas partes. Es decir, la

oposición entre individuo y sociedad, la feroz batalla que libran desde tiempos

inmemoriales lo personal y lo colectivo. Este conflicto no excluye, evidentemente, las

armonías momentáneas ni las pacificaciones duraderas.

P s i K o l i b r o 3

Si la psicología social tiene una razón de ser en tanto que ciencia y un lietmotiv

que le sea propio, es ahí donde lo encontraremos. Toda ciencia mayor intenta

responder, a través de investigaciones efectuadas en campos concretos, a alguna de

las lancinantes preguntas que se plantean a los hombres. La física, a la pregunta :

¿Qué es la materia o el movimiento? La biología, a la pregunta: ¿Qué es la herencia? O

bien ¿Por qué existe la vida? La cosmología, a la pregunta ¿Cuál es el origen del

universo? Y así sucesivamente. De manera similar, La psicología social -en mi opinión

al menos- se ha ocupado y sigue haciéndolo de un solo y único problema: ¿por qué se

produce el conflicto entre individuo y sociedad? Ninguna otra ciencia aborda este

problema de forma tan directa, ninguna siente una atracción tan profunda por ese

conflicto. Y aquellas ciencias que lo hacen se aproximan a la psicología social, como

sucedió con el psicoanálisis interesarse éste por los fenómenos de masa. También es el

caso de la historia cuando estudia los fenómenos de la mentalidad. Y la recíproca

también es cierta. Siempre que la psicología social olvida este problema para estudiar

en paralelo y con independencia uno de otro, ya sea lo social o lo individual, como

sucede actualmente en los Estados Unidos, pierde su personalidad, convirtiéndose en

un apéndice, inútil, de otra ciencia.

b. He aquí una primera fórmula : la psicología social es la ciencia del conflicto

entre el individuo y la sociedad. Podríamos añadir: de la sociedad externa y de la

sociedad que lleva adentro. No escasean los ejemplos de dicho conflicto. La resistencia

a las presiones conformistas de la mayoría, la oposición entre un líder y su grupo, las

desviaciones con respecto a la ortodoxia, las discusiones dentro de un grupo a fin de

llegar a una decisión, la captación de un individuo por la masa, y otros muchos casos.

Hasta aquí hemos considerado el espectro en toda su extensión. Ahora debemos

acotarlo para captar mejor y con mayor precisión el campo de la psicología social. En

pocas palabras, tras haber visto el problema al que responde consideremos los

fenómenos de los que se ocupa. O mejor dicho, los fenómenos de los que se ocupan

los psicosociólogos al salir al terreno o al encerrarse en sus laboratorios. En una

palabra, ¿Cuál es su objeto?

Como es fácil de imaginar, no existe unanimidad en este punto. Pero creo que

en la actualidad, tras el abandono del conductismo. El número de aquellos que estarían

de acuerdo con la definición que establecí en 1970 sería mucho más elevado: “Y yo

formularía, escribía entonces, como objeto central, exclusivo de la psicosociología,

todos los fenómenos relacionados con la ideología y la comunicación, ordenados según

su génesis, su estructura y su función”1. Por lo que respecta a los primeros, sabemos

que consisten en sistemas de representaciones y de actitudes. A ellos se refieren todos

los fenómenos familiares de prejuicios sociales o raciales, de estereotipos, de

creencias, etc. Su rasgo común es que expresan una representación social que

individuos y grupos se forman para actuar y comunicar. Es evidente que son estas

representaciones las que dan forma a esta realidad mitad física y mitad imaginaria que

...

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