Sexualidad Y Genitalidad Según Freud

Desde la concepción corriente, se entiende que la vida sexual humana consiste en el impulso de poner en contacto los órganos genitales propios con los de una persona del sexo opuesto. Esto sería acompañado por actos preparatorios como el beso, la contemplación y la caricia manual de ese cuerpo ajeno. Dicho impulso tendría su inicio en la pubertad, edad de la maduración sexual y serviría a la procreación. Sin embargo, hay hechos que no caben en esta concepción: el caso de quienes sienten atractivo por personas de su mismo sexo y sus órganos genitales; los seres llamados perversos cuyos deseos parecen ser sexuales pero que, a su vez, descartan totalmente los órganos sexuales y su utilización normal; y los niños considerados degenerados por manifestar precozmente interés por sus propios genitales y signos de excitación en los mismos.

El psicoanálisis causo asombro y antagonismos, ya que contradijo la concepción popular sobre la sexualidad, tomando en cuenta los casos desatendidos por dicha concepción, y llegando a algunas comprobaciones fundamentales:

• La vida sexual se inicia poco después del nacimiento, no en la pubertad.

• Hay una distinción entre la sexualidad y la genitalidad, ya que el primero es un concepto amplio que comprende actividades que no guardan relación con los órganos genitales.

• La vida sexual abarca la función de obtener placer en zonas del cuerpo.

En los últimos dos puntos, se puede observar la diferencia que Freud hace de la sexualidad y la genitalidad. Considera que la sexualidad está presenta ya desde la primera infancia y la genitalidad corresponde a la vida adulta, presentando unos primeros indicios en la pubertad donde la primacía comienza a ser de los genitales ya que es la edad de maduración sexual.

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