Sicariato Desde La PSicologia Social

Sicario, un producto social

Publicado el 12/Septiembre/2011 | 00:14

Detrás de un asesinato por encargo, hay varios fenómenos psicológicos que pueden producirse en el círculo social de la víctima

Victimización vicaria: eso es lo que se produce tras el cometimiento de un hecho violento (sicariato), que es básicamente sentimientos de solidaridad, miedo, ira e indignación que sienten las personas cercanas al difunto por la pérdida. Esto las convierte en otras víctimas de un hecho violento. Así lo señala un especialista en psicología social y quien ha dado asistencia a víctimas de estos casos.

El especialista, insistió en que las víctimas indirectas son las personas que sufren temor y se sienten inseguras (lo cual no siempre es real). Y sus respuestas son demandar del Estado mayor seguridad, otros buscarán armarse, incrementarán las medidas de seguridad en sus viviendas, contratarán guardias privados y otras se podrían tomar la justicia por mano propia (linchamientos).

Otro efecto que deja el sicariato en la comunidad directamente afectada es el efecto "didáctico". La muerte de una persona puede servir como un ejemplo (mensaje) para que policías, fiscales o jueces no se metan con los sicarios.

La pérdida de una vida con violencia deja en la familia efectos de larga duración y se caracterizan por diferentes trastornos: depresión, alteraciones de ánimo, conflictos familiares y desarticulación del núcleo. Si se pierde, por ejemplo, una de las figuras fundamentales, como el padre, a más del vacío emocional, si hay niños pequeños, se pierde el referente de masculinidad. Esto, sin contar con los efectos económicos.

Otro problema es que, en los casos de sicariato, hay alto nivel de impunidad (victimización terciaria), pues no se captura muchas veces a los autores del crimen.

El sicariato es una forma de vida, una subcultura, que existe porque el Estado se ha vuelto inoperante, y contratar un asesino puede ser una forma de hacer "justicia", explicaron fuentes de la Policía.

Las personas que contratan a un sicario, así como este, tienen degradada su condición moral, no respetan los derechos de otros. Vivir de la sangre está fuera de toda ética, pero se trata de profesionales (preparado en manejo de armas, entrenado y con estudios en su área) y está también sujeto al mercado, dicen conocedores de estos casos.

Familias disfuncionales con maltrato y exclusión pueden alimentar perfil asesino

Sicarios activan sus “genes de la violencia” en hogares conflictivos, sostienen

En cambio, familias bien constituidas son factores de protección para la sociedad

Lima, mar. 11 2007. Los sicarios o asesinos a sueldo, cuyo accionar se ha visto de cerca en recientes delitos cometidos en Lima, pueden haber activado los “genes de la violencia” en sus hogares, casi siempre violentos y conflictivos, opinó hoy el psicólogo social, Jorge Yamamoto.

Psicólogo social de la PUCP, Jorge Yamamoto.

Explicó que existen personas que poseen una carga genética que los podría hacer proclives a protagonizar actos violentos, como el sicariato,

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