Siete Principios De Una Actitud Victoriosa

SIETE PRINCIPIOS DE UNA ACTITUD VICTORIOSA

John C. Maxwell propone siete principios fundamentales para adquirir una actitud positiva, los cuales se aplican de manera interesante al problema de a obesidad

1. Nuestra actitud determina nuestro enfoque de la vida. Todos tenemos una forma particular de ver la vida e interpretar los acontecimientos que suceden a nuestro alrededor. En ocasiones, la serie de actitudes y maneras de actuar que han conducido a una persona a la obesidad forman parte de un espectro más amplio de disposiciones que constituyen la manera de conducirse en la vida. Es por este motivo que, en algunos casos, puede ser valioso revisar estas creencias, actitudes y formas de comportarse, si se trata de modalidades que perjudican a la persona y le dificultan el logro de cambios favorables.

2. Nuestra actitud determina nuestra relación con la gente. Cada uno de nosotros tiene la posibilidad de construir relaciones interpersonales saludables. No obstante, las malas actitudes suelen conducir a reacciones imprudentes que desgastan y arruinan la amistad con los demás. En ocasiones, la obesidad también tiene una relación con el aislamiento, la soledad y la incomunicación. Le recuperación de la obesidad y el mantenimiento de los cambios depende mucho de la calidad de las redes sociales interpersonales. Esto es, que la persona se sienta apoyada, acompañada, querida y valorada.

3. Casi siempre nuestra actitud es la única diferencia que hay entre el éxito y el fracaso. Una de las peores maneras de enfrentar una dificultad es comenzar por buscar culpables. ¿Quién es responsable de que hoy usted tenga un problema de sobrepeso? ¿A quién podremos echarle la culpa? ¿A caso han sido la familia, los amigos o el medio ambiente? Una actitud semejante puede arruinar el mejor plan para bajar de peso e iniciar una nueva vida, ya que conlleva rencor, animadversión y espíritu de venganza. Tampoco ayuda mucho el derrotismo: <<No voy a poder bajar de peso>>; <<Ya lo he intentado en otras ocasiones y no ha funcionado>>; <<La última vez que bajé de peso subí el doble a las pocas semanas>>. Lo anterior fortalece un espíritu de resignación ante algo que supuestamente es insuperable. En cambio, una actitud optimista hacia los necesarios cambios que hay que hacer para superar la obesidad dará mejores resultados.

4. La actitud que tengamos al comenzar una tarea afectará sus resultados más que cualquier otra cosa. Esto es particularmente cierto cuando se trata de entrar en un programa para bajar de peso. Es muy importante no planear el fracaso. Tampoco se trata de perder peso únicamente de manera temporal para luego recuperarlo drásticamente; se trata de iniciar un cambio radical en lo físico, mental y espiritual. Eso significa que, desde un principio, vamos a adquirir el compromiso de concluir el programa para bajar de peso, incluso si hubiera algún tipo de desliz

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