Los siete principios en los que toda la filosofía hermética
Enviado por oskr57 • 25 de Septiembre de 2011 • Trabajo • 1.375 Palabras (6 Páginas) • 628 Visitas
EL KYBALION.
"Los principios de la verdad son siete:
el que comprende esto perfectamente, posee la clave mágica ante la
cual todas las puertas del Templo se abrirán de par en par".
Los siete principios sobre los cuales se basa toda la Filosofía Hermética son los siguientes:
I. EL PRINCIPIO DEL MENTALISMO
"El TODO es Mente; el universo es mental".
Este principio encierra la verdad de que "todo es mente". Explica que el TODO, que es la realidad sustancial que se oculta detrás de todas las manifestaciones y apariencias que conocemos bajo los nombres de "universo material", "fenómenos de la vida", "materia", "energía", etc., y en una palabra, todo cuanto es sensible a nuestros sentidos materiales, es espíritu, quien en sí mismo es incognoscible e indefinible, pero que puede ser considerado como una mente infinita, universal y viviente Este principio explica la verdadera naturaleza de la energía, de la fuerza y de la materia, y el cómo y el porqué todas estas están subordinadas al dominio de la mente. Uno de los antiguos Maestros escribió largo tiempo ha: "El que comprenda la verdad de que el universo es mental, está muy avanzado en el sendero del adepto". Y estas palabras son tan verdad hoy en día como lo eran cuando fueron escritas. Sin esta clave maestra el adeptado es imposible, y el estudiante que no lo posea, en vano llamará a la puerta del Templo.
II. - EL PRINCIPIO DE CORRESPONDENCIA
"Como arriba es abajo, como abajo es arriba".
Este principio encierra la verdad de que hay siempre una cierta correspondencia entre las leyes y los fenómenos de los varios estados del ser y de la vida."Como arriba es abajo, como abajo es arriba", y la comprensión de este principio da una clave para resolver muchos de los más obscuros problemas y paradojas de los misteriosos secretos de la Naturaleza. Los antiguos hermetistas consideraban este principio como uno de los más importantes auxiliares de la mente, por cuyo intermedio se puede descorrer el velo que oculta lo desconocido a nuestra vida. Su aplicación puede desgarrar un tanto el Velo de Isis, de tal manera que nos permita ver, aunque más no sea, algunos de los rasgos de la diosa.
III. - EL PRINCIPIO DE VIBRACION
"Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra".
Este principio encierra la verdad de que todo está en movimiento, de que nada permanece inmóvil, cosas ambas que confirma por su parte la ciencia moderna, y cada nuevo descubrimiento lo verifica y comprueba. Este principio explica las diferencias entre las diversas manifestaciones de la materia, de la fuerza, de la mente y aun del mismo espíritu, las que no son sino el resultado de los varios estados vibratorios. Desde el TODO, que es puro espíritu, hasta la más grosera forma de materia, todo está en vibración: cuanto más alta es esta, tanto más elevada es su posición en la escala. La vibración del espíritu es de una intensidad infinita; tanto, que prácticamente puede considerarse como si estuviera en reposo, de igual manera que una rueda que gira rapidísimamente parece que está sin movimiento. Una perfecta comprensión de este principio habilita al estudiante hermético a controlar sus propias vibraciones mentales, así como las de los demás. Los Maestros también emplean este principio para conquistar los fenómenos naturales. "El que comprenda el principio vibratorio ha alcanzado el cetro del poder", ha dicho uno de los más antiguos escritores.
IV. - EL PRINCIPIO DE LA POLARIDAD
"Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y
los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero
diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son semi verdades
todas las paradojas pueden reconciliarse".
Este principio encierra la verdad de que todo es dual; todo tiene dos polos; todo su par de opuestos, afirmaciones que son de otros tantos axiomas herméticos. Este principio explica que en cada cosa hay dos polos, dos aspectos, y que los "opuestos" no son, en realidad, sino los dos extremos de la misma cosa, consistiendo la diferencia, simplemente, en diversos grados entre ambos. El calor
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