Significado Social De La Humillacion

Humillación proviene de la palabra latina humus (tierra). Se refiere al acto y emoción generada por la capacidad que tiene un individuo o un grupo social de denigrar, devaluar o hacer sentir menos a otro u otros de su misma especie; basándose en las diferencias sociales, culturales, forma de pensar, sexo, entre otras características que emergen en la sociedad. Dicho sentimiento aparece, principalmente, en el momento en que la persona humillada, se da cuenta que lo sucedido le afecto directamente a sus sentimientos y/o autoestima.

Eveline Lindner, se ha dedicado a estudiar el papel que juega la humillación, en el desarrollo de problemas grupales, basándose en grandes enfrentamientos mundiales como lo fueron: el genocidio de Ruanda, las matanzas de Somalia, la guerra palestino-israelí, entre muchísimos otros hechos históricos. La investigación de estos hechos le permitió referirse a este acto como “la bomba nuclear de las emociones”.

Revisando nuestra historia podemos observar que el sentimiento ofensivo y denigrante de la humillación, no siempre ha sido así. Nuestros antepasados nos indican que la humillación era, en su mayoría, una acción moral, de índole natural donde el hombre (esclavo) tenía la obligación de arrodillarse ante los individuos pertenecientes a jerarquías superiores, en este caso, el rey o amo, con el fin de reconocer que su dignidad y derechos humanos valían menos en comparación al último, y hasta estaba permitido que aquel señor, que estaba por encima en la jerarquía del valor moral, pusiera a cada quien en su sitio, si no lo hacían por voluntad propia.

Sin embargo, la ética ha venido evolucionando y le dio un giro total a este tema. Dando lugar en el año 1948, a la declaración universal de los derechos humanos, la cual es personificada por el siguiente principio: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos...”, es así como, comienza entonces un cambio moral, político y ético en donde se denota la humillación como la devaluación del individuo en contra del propio interés, dañando su dignidad. Hoy en día, la humillación, se considera un acto negativo que repercute de forma notable en las personas.

Todos los seres humanos somos de características diferentes, como por ejemplo: características físicas, culturales, creencias, costumbres, capacidades, intereses, entre otras. Pero es inaceptable que estas diferencias se presten para que un individuo se encargue de denigrar la dignidad y valor humano de algún semejante. Como se dijo antes, todos los seres humanos son iguales en dignidad, y nacemos bajo los mismos derechos de vida.

Por otro lado, cada persona es libre de crearse, formarse, pensar y actuar como desee dentro de una sociedad. Somos conscientes, en la mayoría de los casos, de quienes somos y del mundo en el cual vivimos, es por ello que ninguna de estas diferencias debe dar pie a la exclusión social, sino por el contrario, deben abrir caminos hacia la valoración de las diferencias de cada individuo, generando de esta manera un cambio positivo en la sociedad. Esta conciencia presente en cada uno de nosotros, nos abre las puertas hacia un sentimiento esencial, como lo es el autorrespeto; el cual nos hace ver que si bien pertenecemos a un grupo humano (social), el grado de pertenencia es para todos por igual.

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