Sobre Los Pensamientos Y Su Influencia En Nuestra Vida

En nuestro diario vivir nos vemos condicionados a actuar de modos que son contrarios a nuestra voluntad y que los aprendemos e interiorizamos sin darnos cuenta, convirtiéndose de este modo en una costumbre y que terminamos por aceptarlas u obviarlas y continuamos viviendo pensado que ese es el modo correcto de actuar. Recibimos estos condicionamientos desde una edad muy temprana y muchas veces estos marcan nuestro ser por completo. Algunos ejemplos de estos condicionamientos son los complejos, el maltrato psicológico por parte de un familiar cercano, los cuales conllevan a debilitar la autoestima y conformarse a un modo de vivir en el cual la persona se convierte en conformista.

Este conformismo es el que conlleva a que estos complejos se conviertan en situaciones “cotidianas” pensando el afectado que ya es “costumbre” o que ese modo de vivir es el “normal”.

Dejemos por un momento el lado conductual de la persona y veamos un poco más adentro, en el alma, donde se originan los pensamientos, ya que es este punto en específico de importancia en este trabajo.

Como en el caso de los complejos adquiridos por causa de una burla los pensamientos que surgirán en la persona afectada es “que todo el mundo podrá fijarse de ese defecto y que por lo tanto todos se burlarán de él” otro pensamiento podría ser “ya que el resto no tiene el mismo defecto entonces los demás son mejores que él”. Por consiguiente, la persona afectada tendrá dos opciones: o volverse agresivo con los demás o bien amilanarse y tener una autoestima débil. En los dos casos la persona vivirá con ira y enojos que lo marcaran de por vida.

Por otro lado el cuerpo humano, siendo un sistema complejo en el cual todas sus partes están en completa interrelación, tiende a comportarse de un modo peculiar en cada situación: si el individuo siente un ambiente agradable, su cuerpo estará tranquilo y relajado; de otro modo si el individuo reconoce que está en un ambiente hostil pues actuará de un modo a la defensiva generando estrés en su interior porque el cuerpo estará listo para actuar a la más mínima incitación. Tomando en cuenta todo esto notamos algo asombroso en el comportamiento humano: que los pensamientos nos hacen actuar, comportarnos y generar el mismo tipo de estrés o relajamiento incluso con situaciones hipotéticas que solo suceden en nuestros pensamientos. Volviéndose uno mismo en el generador y motivador de su propio estrés, desgaste físico y emocional que lo conlleva a actuar siempre a la defensiva aun cuando las situaciones reales en el exterior sean todo lo contrario.

Ahora bien, teniendo como base todo lo anteriormente dicho podemos usar nuestros propios pensamientos para cambiar la situación interna de nuestro organismo y erradicar esos complejos y fortalecer la autoestima logrando, aún más, modificar la realidad externa en la que vivimos obteniendo

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