TEORÍA DE PSICOLOGÍA COMUNITARIA APLICADA A LA PRAXIS.

TEORÍA DE PSICOLOGÍA COMUNITARIA APLICADA A LA PRAXIS.

Durante los talleres que se realizaron en la primaria, se hizo una prevención de tipo primaria, ya que con este trabajo se pretendía disminuir la proporción de nuevos casos de problemas psicosociales en la población por lo menos durante un tiempo, esperando que los talleres expuestos sirvan para la concientización y cambio de esquemas en los menores, procurando prevenir problemas como: drogadicción, embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual, bullying, además de lograr que los pequeños cuenten con un plan de vida el cual exponga metas a corto y largo plazo para su futuro, enfocándose en cumplirlas, evitando cualquier tipo de dificultades vivenciales.

Como método preventivo se utilizó la acción interpersonal, porque se trabajó con cada uno de los alumnos del 6º, con la intención de que el impacto fuese mayor y se lograra además que la información, así como la vivencia se pasara de boca en boca.

En la antología, se menciona que:

“el objetivo de la Salud Mental Comunitaria es el ajuste de las demandas de la sociedad, se acepta el concepto de déficit, el individuo es “victima” de un sistema social. Los valores de la Salud Mental Comunitaria son diferentes de los de la Psicología comunitaria. Mientras la primera desea la adaptación a la norma social, la segunda desea el cambio de sistema social”.

El párrafo anterior refleja específicamente lo que se vive en la comunidad, ya que la sociedad adulta e infantil, presenta un déficit con respeto a la información y los tabúes en tornos a los temas que se expusieron, los cuales pueden ser causantes de victimización en las personas a muy temprana edad, se pretendía hacer un cambio social, con respecto a la apertura de pensamientos, comunicación y modificaciones en las estructuras mentales, de los mitos con respecto a la adolescencia heredados de generación en generación.

El desafío para la Psicología Comunitaria es desarrollar Paradigmas que ayuden a la sociedad a crear alternativas viables a las comunidades más marginadas. El desafío está en apoyar a la sociedad a que la diversidad y la relatividad no sean solo abstracciones sino valores en la vida de los sujetos. El desafío está en crear una sociedad en la que los marginados no sean sólo “tolerados” sino que se les procure el acceso a los recursos físicos y psicológicos que se les permita vivir con dignidad incluso siendo diferentes. Para conseguirlo es necesario que la Psicología Comunitaria actué bajo un paradigma de interacción de la persona y el ambiente más que pretender el ajuste” (Rappaport, 1997, p. 79)

Por lo tanto es necesario recalcar que aún falta mucho para lograr realmente un cambio de esquemas culturales, sociales y tradicionales en las diferentes culturas, así como para lograr que las comunidades sean reconocidas e integradas como una parte importante

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