Teorias De Piaget Y Vigostki
Enviado por gloria21 • 16 de Agosto de 2011 • 9.605 Palabras (39 Páginas) • 926 Visitas
Consejos básicos
¿Cómo saber si padece un trastorno psiquiátrico que requiere tratamiento?
¿Cuál es la causa del trastorno?
¿Quién es “responsable” o “culpable” del trastorno psiquiátrico?
¿Que puede hacerse para mejorar la situación?
¿Debe empezarse el tratamiento ahora o puede esperar?
¿Qué deben saber la familia, pareja, amigos o compañeros de trabajo?
¿Cómo decidir el tratamiento más adecuado?
¿Cómo conectar con el clínico adecuado?
¿Debe la familia participar o quedarse al margen del problema?
¿Cómo puede afrontar el paciente sus síntomasy las conductas y los sentimientos que le provocan?
¿Qué hacer cuando un paciente rechaza la atención o tratamiento que necesita con toda probabilidad?
¿Cuándo y cómo debe solicitarse el tratamiento involuntario de un familiar?
1.¿Cómo saber si padece un trastorno psiquiátrico que requiere tratamiento?
Es necesario acudir a un buen especialista clínico con experiencia. Aunque el autodiagnóstico es de gran ayuda en un primer momento, está limitado por posibles errores y requiere la comprobación; por el médico para tener seguridad.
La ausencia de delimitación precisa entre los trastornos psiquiátricos y las reacciones desencadenadas por el dolor y el sufrimiento diarios, hace difícil diagnosticar a todas aquellas personas que han padecido algún síntoma psiquiátrico leve. Esto exige ajustarse a los criterios diagnósticos antes de tratar al paciente. Una dificultad es la falta de diagnóstico, ya que tres cuartas partes de las personas que padecen un trastorno psiquiátrico que requiere tratamiento nunca piden ayuda. El caso contrario (de abuso de diagnóstico o sobre diagnóstico) es mucho menos común, y afecta fundamentalmente a personas hipocondríacas. Todas las dudas al respecto pueden; aclararse con una consulta al especialista, sin que esto suponga la necesidad de tratamiento.
2. ¿Cuál es la causa del trastorno?
La mayor parte de los trastornos psiquiátricos parecen tener en su base una vulnerabilidad genética innata y una determinada interacción con el medio ambiente, (al igual que ocurre con enfermedades como la diabetes, el cáncer, etc.) Con los avances en neurociencias, técnicas de neuroimagen y genética, el próximo reto científico es determinar qué genes están implicados en los diferentes trastornos y saber cómo ejercen su influencia. Esta búsqueda permitirá encontrar tratamientos y métodos de prevención más efectivos y específicos.
3. ¿Quién es “responsable” o “culpable” del trastorno psiquiátrico?
Nunca se debe culpar o estigmatizar a las personas por su enfermedad;; además de carente de fundamento, es contraproducente para ellas. Sólo cuando el paciente no lleve a cabo las sugerencias propuestas a continuación para mejorar, podrá ser considerado responsable de una mala evolución.
No hay que confundir, sin embargo, la ausencia de culpabilidad del paciente psiquiátrico con la falta de responsabilidad ante un comportamiento criminal o inmoral. En ocasiones los pacientes con problemas psiquiátricos tienen que hacer grandes esfuerzos para controlar sus impulsos y evitar ciertos comportamientos.
4. ¿Que puede hacerse para mejorar la situación?
Adquirir toda la información posible acerca de la enfermedad que se padece y así tener el mayor control posible sobre la situación.
Acudir a un psiquiatra que informe e instruya al paciente sobre su enfermedad y le explique las diferentes opciones terapéuticas.
Mejorar el conocimiento de uno mismo, dedicando el tiempo y los esfuerzos necesarios a esta tarea.
Muchos de los trastornos tienen un curso crónico o recurren con frecuencia. Hay que disponer de una visión de la enfermedad a largo plazo y no interrumpir bruscamente el tratamiento ante una mejoría temporal (que generalmente conduce a la recidiva en pocos meses). Las mejorías se consiguen habitualmente de forma progresiva. El deseo de cambiar y el trabajo individual al respecto son, generalmente, más importantes que la mera asistencia a las sesiones terapéuticas.
Una vez que el paciente se encuentre bien, deberá seguir con la medicación durante un tiempo variable según la patología que padeciese (meses, años o incluso de por vida); tendrá que acudir a su terapeuta con una regularidad prefijada para prevenir recaídas y controlar la medicación; y tanto él como sus allegados han de estar alerta ante la aparición de signos precoces de recurrencia.
La duración e intensidad del tratamiento dependerá del tipo de enfermedad, de su duración, de la frecuencia previa de episodios y del riesgo de recurrencias, frente al coste y; la dificultad para prevenirlas. Los siguientes principios generales de higiene mental mejoran el pronóstico de cualquier trastorno:
Evitar el uso de drogas (responsables de muchas recaídas).
Tener horarios regulares de trabajo, ocio y de sueño.
No someterse a un estrés excesivo.
Disponer de tiempo para uno mismo y para los seres queridos.
Cumplir la medicación prescrita.
5. ¿Debe empezarse el tratamiento ahora o puede esperar?
Múltiples estudios han demostrado que el tratamiento precoz (antes de que los síntomas modifiquen profundamente la forma de vida) obtiene respuestas más rápidas y completas, reduce el riesgo de recaídas, y mejora el pronóstico. Sólo se esperará en caso de síntomas muy leves, ambiguos o relacionados con estrés transitorio. Hay que considerar que entre la primera visita y los resultados del tratamiento farmacológico suelen transcurrir algunas semanas.
6. ¿Qué deben saber la familia, pareja, amigos o compañeros de trabajo?
Es una pregunta difícil sin respuesta universal. Se enfrentan siempre en este punto la necesidad de ser exactos, sinceros y honestos con la de proteger la privacidad y al riesgo de encontrarse con prejuicios negativos del oyente hacia los problemas psicológicos. Se debe actuar según el contexto y el criterio personales.
Se debe confiar y pedir ayuda prácticamente siempre a la familia, a menos que no exista relación o sea un problema muy trivial o transitorio. Normalmente las reacciones más gratas y; acogedoras serán las de los familiares. Como el soporte familiar acaba siendo necesario, hay que informar a; los familiares antes o después.
Qué; contar a los amigos depende de la intimidad, de la duración y del tipo de relación. El aislamiento social es una desagradable consecuencia de los problemas psiquiátricos, evitable con amigos comprensivos y colaboradores.
A la pareja (sobre todo la pareja nueva) debe ser informada progresivamente de un modo conforme al grado de
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