Trabajo Social Y Derechos Humanos En Una Sociedad Global: Realidades, Expectativas Y Desafíos.
Enviado por leslitha7 • 10 de Julio de 2012 • 6.536 Palabras (27 Páginas) • 937 Visitas
Trabajo Social y Derechos Humanos en una Sociedad global:
Realidades, expectativas y desafíos.
El nuevo milenio trae consigo un asombroso mundo de desarrollo tecnológico, científico y social. Vivimos una era de globalización que tiene efectos positivos y limitaciones. En lo principal, en el centro de las expectativas, y como siempre en todo salto cualitativo de la humanidad, están presentes la persona humana y sus derechos esenciales.
En este contexto el Trabajo Social es una de las profesiones que enfrenta con mayores desafíos las oportunidades y debilidades del proceso globalizador. Es difícil que se sustraiga a sus impactos y es preferible que lo asuma y realice un discernimiento teórico y práctico, fundamentalmente porque la globalización está afectando la teoría y la práctica del Trabajo Social en todo orden de cosas y en todo el mundo.
El presente trabajo busca reconocer la realidad de la globalización, asumir sus potencialidades y dar cuenta de sus desafíos. La inmensa mayoría de situaciones y acontecimientos que hemos conocido a lo largo del siglo XX indican que la humanidad entró a una nueva era en el desarrollo de la civilización. Uno de los factores importantes de esta constatación es que los hechos que acontecen ya no pueden ser examinados sólo desde una escala local. Por lo tanto, a un modelo de desarrollo global corresponde, en cierto modo, un modelo de Trabajo Social global.
Los factores que influyen en este proceso son variados. Por un lado, las nuevas variables económicas, las grandes transformaciones en el ámbito de las relaciones de intercambio y la información, las grandes reformas urbanas y sus efectos en el medio ambiente y la biodiversidad del planeta, se unen a cambios insospechados en el terreno científico y tecnológico y diversos otros fenómenos aplicados.
Los inicios del siglo XX están ciertamente caracterizados por crecientes procesos globalizadores. Parte importante de sus indicadores son los datos provenientes de la movilidad demográfica, el desarrollo de las comunicaciones, el incremento del comercio mundial, el intercambio de capitales y el desarrollo tecnológico de nuestras sociedades. Estos elementos que conllevan progreso para muchas naciones, también implican pobreza, desempleo y problemas de integración en otros países, especialmente subdesarrollados.
Consideremos tan solo la situación que afecta a los niños en el mundo. Se estima que un poco más de 50 millones de seres humanos viven en condiciones de desarraigo. Un porcentaje alto ha buscado domicilio en otros países y otro porcentaje experimenta severos desplazamientos internos. Pues bien, cerca de la mitad de estos 50 millones son niños.
En las primeros decenios del siglo XX dos millones de niños murieron en conflictos armados; un millón quedaron huérfanos y seis millones resultaron heridos de diversa consideración. Más avanzado el siglo XX, 300 mil niños han participado en guerras como soldados. Otros miles son obligados a practicar la prostitución. Organismos internacionales humanitarios estiman que 3,8 millones de niños murieron en el siglo pasado como resultado del SIDA, enfermedad que antes de finalizar dicho siglo dejó huérfanos a otros 13 millones de menores en el mundo.
El VIH/SIDA es una de las más dramáticas amenazas contra la población infantil al entrar el siglo XXI. En aquellos países con un alto índice de esta enfermedad, se estima que la mitad de los jóvenes mayores de 15 años están irremediablemente condenados a la muerte.
En materia social, 1.200 millones de seres humanos entraron al nuevo siglo sobreviviendo con menos de un dólar americano por día. Un poco menos de la mitad de esta cifra gigantesca de seres humanos, son menores de edad.
Según estudios de Naciones Unidas, existen en el mundo 815 millones de personas con hambre: 777 millones de este universo viven en países pobres. Se estima que 25.000 personas mueren diariamente como consecuencia de la carencia de alimentos, que ya son escasos para una población pobre que supera los 2,2 mil millones de personas.
De un total de seis mil millones de seres humanos que habitan en el planeta, sólo dos mil millones disfrutan condiciones adecuadas de vida. De los otros cuatro mil millones, 2,8 mil millones viven por debajo de la línea de pobreza y 1,2 mil millones se ubican en los indicadores de miseria.
En el mundo existen 178 eco-regiones caracterizadas por una rica biodiversidad: 31 están en estado crítico de conservación; 51 en peligro y 55 han sido declaradas vulnerables. El 16% de la tierra del planeta se encuentra degradada. Esto significa un poco más de 300 millones de hectáreas.
En la contraparte de este contexto se observa un notable aumento de las oportunidades en materia de información con la consiguiente disminución de la variable tiempo y espacio. Antes no existía conciencia de la posibilidad de percibirnos como miembros de una sociedad global. Las identificaciones nacionales eran más marcadas. Hoy prácticamente no existen fronteras para el conocimiento y el intercambio de información en el mundo y ha surgido con mayor consistencia la idea de una sociedad común.
El Secretario General de la Federación internacional de trabajadores sociales, decía en Septiembre del 2001, en un congreso en Cuba, que “una edición dominical del New York Time tiene más información que la que un ciudadano promedio del Reino Unido del siglo XVII pudiera haber adquirido en toda su vida....”. Situaciones como ésta son normales en la sociedad global del siglo XXI, especialmente si atendemos hoy a lo que implica el proceso de navegación por la moderna carretera de la información virtual que significa Internet en el mundo y su crecimiento sin límites.
En 1947 el 47% de la población mundial vivía en zonas urbanas. Para el 2020 se estima que esta cifra se eleve al 55%.
Esto implica un desplazamiento significativo de poblaciones en distintos países del mundo. Hoy existen un poco más de 20 mega ciudades con poblaciones que superan los 10 millones de habitantes. Para el 2015 se estima que existirán cerca de 26 mega ciudades con más de 10 millones de seres humanos. Esto implicará efectos extremadamente potentes para el medio ambiente y la calidad de vida de tales personas. En Asia están ubicadas las 12 ciudades más contaminadas del mundo.
¿A qué apunta, en definitiva la globalización?.
Hablamos de un mundo interdependiente y cada vez más interrelacionado. Con un crecimiento expansivo del comercio, las inversiones y las finanzas, variables que crecen en el ámbito internacional a mayor celeridad que las propias economías
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