Trastornos Generalizados Del Desarrollo
Enviado por aral13 • 2 de Septiembre de 2013 • 463 Palabras (2 Páginas) • 489 Visitas
Naturaleza de los Trastornos del Espectro Autista
Salvador Repeto Gutiérrez. Director Técnico de Autismo Cádiz.
Ponerse en el lugar de aquel a quien tratamos de ayudar es un principio básico que,
si bien no garantiza el éxito de nuestros esfuerzos, sí mejora la eficacia de éstos. Ser
capaces de "ponernos en sus zapatos" nos permitirá conocer las peculiaridades de su
relación con el entorno, sus puntos fuertes y débiles, sus necesidades y las estrategias
que mayor probabilidad de éxito tendrán para lograr una aceptable relación entre
dicha persona y su entorno.
Durante muchos años, más de 40, las personas con trastornos del espectro autista
(TEA) han resultado extremadamente "opacas" para aquellos que hemos trabajado
con ellas. Nos ha sido muy difícil ponernos en su lugar ya que, aunque imitar sus peculiares
conductas repetitivas y de aislamiento e incomunicación resultaba sencillo, desconocíamos
qué podría estar ocurriendo en su mente.
La diversidad de hipótesis acerca de la naturaleza del trastorno autista que ha habido
durante esos años, todas ellas centradas más en la causa que en los procesos mentales
subyacentes, ha limitado mucho la eficacia de los diferentes tratamientos aplicados
para su "rehabilitación".
Afortunadamente, en las dos últimas décadas, desde 1985, los avances realizados en
las investigaciones sobre los aspectos mentales y cognitivos de las personas con TEA,
junto a las comunicaciones personales realizadas por muchas de estas personas acerca
de cómo veían y ven el mundo que les rodea, nos han permitido acercarnos a sus
mentes. Ahora podemos tener una idea más acertada de cómo ven el mundo que les
rodea, y de cuáles son las dificultades que aparecen en su relación con él. El grado de
opacidad se ha reducido considerablemente, aunque aún no del todo.
El principal objetivo de este capítulo es tratar de facilitarle a los profesionales de la
educación ese proceso de "ponerse en los zapatos" de su alumno o alumna con TEA.
Cuanto antes y mejor lo hagan, más cercanos a él o ella se sentirán, mejor comprenderán
las estrategias que se proponen para su atención educativa, y más eficaces
serán sus esfuerzos por ayudarles en su desarrollo.
Por otro lado, hay otra circunstancia que ha contribuido a un cierto desconcierto entre
profesionales no especializados y entre las familias de las personas con TEA: la diversidad
de manifestaciones que el trastorno autista presenta. Esta diversidad está en
función de la edad cronológica de la persona, su edad mental y el nivel de gravedad
del propio trastorno autista. Esta circunstancia ha sido a veces tan desconcertante que
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