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Trastornos de la personalidad.


Enviado por   •  25 de Octubre de 2016  •  Tarea  •  6.391 Palabras (26 Páginas)  •  281 Visitas

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ÍNDICE

1…………………………………..…………….………………….….… INTRODUCCIÓN

2……………………………………….………………...………………..….. CONTENIDO

  • TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD

  • LA PERSONALIDAD

  • TEORÍAS DE LA PERSONALIDAD

  • EL CARÁCTER

  • EL TEMPERAMENTO

  • CARACTERÍSTICAS DIAGNÓSTICAS

  • SÍNTOMAS BASADOS EN LA CULTURA, LA EDAD Y EL SEXO

  • RECONOCIMIENTO

  • DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

  • CRITERIOS DIAGNÓSTICOS GENERALES PARA UN TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD

  • TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD POR DEPENDENCIA

  • CARACTERÍSTICAS DIAGNÓSTICAS

  • SÍNTOMAS Y TRASTORNOS ASOCIADOS

  • SÍNTOMAS DE PERSONALIDAD DEPENDIENTE BASADOS EN LA CULTURA, LA EDAD Y EL SEXO

  • DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DEL TRASTORNO DE PERSONALIDAD POR DEPENDENCIA

  • RELACIÓN CON LOS CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DE INVESTIGACIÓN DE LA CIE-10 Y AL DSM-V

  • TRATAMIENTOS DE LOS TRASTORNOS DE PERSONALIDAD

  • TRATAMIENTOS ESPECIFICOS DE TRASTORNOS DE PERSONALIDAD DEPENDIENTE

3…….………………………………………….…………………………..  CONCLUSIÓN

4.……………………………………………………….………….……...  BIBLIOGRAFÍA


INTRODUCCIÓN

¿Qué es la personalidad? ¿Afecta esta las relaciones sociales? ¿Son cambiantes? ¿Por qué se les considera trastornos? ¿Se pueden heredar?

Reflexionando sobre estas cuestiones nos damos cuenta que todos los individuos somos diferentes física, mental y emocionalmente, cada uno de nosotros posee características que nos hacen únicos, si bien tenemos defectos y virtudes que conllevan a definir nuestras acciones dentro de una sociedad, que a medida que transcurre nuestra vida sufre una serie de cambios que pudieran ser perjudiciales, en nosotros mismos al igual que las personas que nos rodean.

Este tipo de conductas limitan o frustran el equilibrio mental; existen en la actualidad varias teorías sobre las posibles causas que originan los trastornos del sistema nervioso. Estos se consideran alteraciones del desarrollo humano, que aparecen sin percatarse en la infancia, adolescencia y continúan en la edad adulta e incluso se cree que pueden llegar a ocasionar lesiones cerebrales secundarias obligándole al sujeto el irse adaptando.

Estas manifestaciones de la personalidad derivadas de situaciones estresantes muy prolongadas, afecta a muchísimas personas alrededor del mundo ya que no es exclusivo de una cultura o región en particular, afecta a todo tipo de personas sin tomar en cuenta edad, sexo o posición económica. Desgraciadamente la situación actual, ha hecho de nuestro país la incubadora de daños en sistema nervioso. Por eso mediante el presente trabajo se abordaran los temas como que son los trastornos de personalidad, como identificarlos, características y posibles tratamientos, pero se hará un especial énfasis en el trastorno de personalidad dependiente

CONTENIDO

  1. TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD

  2. LA PERSONALIDAD

  3. TEORÍAS DE LA PERSONALIDAD

  • TEORÍA PSICOANALÍTICA DE FREUD

  • LA TEORÍA TIPOLÓGICA DE JUNG

  1. EL CARÁCTER

  2. EL TEMPERAMENTO

  • CLASES DE TEMPERAMENTOS

  1. CARACTERÍSTICAS DIAGNÓSTICAS

  2. SÍNTOMAS BASADOS EN LA CULTURA, LA EDAD Y EL SEXO

  3. RECONOCIMIENTO

  4. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

  5. CRITERIOS DIAGNÓSTICOS GENERALES PARA UN TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD

  6. TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD POR DEPENDENCIA

  7. CARACTERÍSTICAS DIAGNÓSTICAS

  8. SÍNTOMAS Y TRASTORNOS ASOCIADOS

  9. SÍNTOMAS DE PERSONALIDAD DEPENDIENTE BASADOS EN LA CULTURA, LA EDAD Y EL SEXO

  10. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DEL TRASTORNO DE PERSONALIDAD POR DEPENDENCIA

  11. RELACIÓN CON LOS CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DE INVESTIGACIÓN DE LA CIE-10 Y AL DSM-V

  • CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO DE TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD POR DEPENDENCIA

  1. TRATAMIENTOS DE LOS TRASTORNOS DE PERSONALIDAD

  • ENFOQUES Y PROGRAMAS GENERALES DE TRATAMIENTO PARA LOS TRASTORNOS DE PERSONALIDAD

  1. TRATAMIENTOS ESPECIFICOS DE TRASTORNOS DE PERSONALIDAD DEPENDIENTE

TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD

Un trastorno de la personalidad es un patrón permanente e inflexible de experiencia interna y de comportamiento que se aparta de las expectativas de la cultura del sujeto, tiene su origen en la adolescencia o inicio de la edad adulta, es estable a lo largo del tiempo y trae malestar o perjuicios para el sujeto y los que están a su alrededor.


LA PERSONALIDAD

La personalidad es la peculiar estructura interior, constante y propia de cada uno, conforme a la cual se organiza todo ser.

Según otra definición, la personalidad es el conjunto de rasgos físicos, intelectuales, afectivos, volitivos, morales de un individuo en constante interacción de unos con otros, es decir, organizados en una unidad o sistema, la personalidad es la peculiar estructura psicobiológica-parcial de cada uno.

TEORÍAS DE LA PERSONALIDAD

  • TEORÍA PSICOANALÍTICA DE FREUD

Esta teoría fue formulada por el psiquiatra austriaco Sigmund Freud (1856-1939), quien atribuyo a los factores inconscientes una importancia decisiva en la determinación de la conducta humana.

Según esta teoría en la personalidad se distinguen tres planos que interactúan dinámicamente entre ellos. Estos son:

1. El Inconsciente:

Es también llamado Ello o Id, constituido por lo impulsos instintivos cuya fuerza fundamental es la libido o impulso al placer (satisfacción de las necesidades biológicas y de evitación del dolor).

2. El Consciente:

Es también llamado Yo o Ego, donde imperan la razón, el lenguaje y la lógica. Se va desarrollando en contacto con el ambiente social, representando en primer lugar por los padres. Aquí actúa el principio de realidad, es decir la acción del ambiente sobre la mente del sujeto.

3. El Yo Ideal:

Es llamado Súper Ego, constituido por la moral, las leyes, los modelos, los consejos y también las represiones, las prohibiciones, los castigos, etc.

La estructura de la personalidad está formada, pues, por el inconsciente (Id o Ello), el consciente (Yo o Ego); y el Yo Ideal (Super Ego).

  • LA TEORÍA TIPOLÓGICA DE JUNG

Esta teoría fue formulada por Jung (1875- 1961) tomando en cuenta la dirección de la actividad personal. Se presentan dos tipos:

1. Extrovertido:

Es el que vive predominantemente orientado hacia fuera, es decir, hacia el mundo exterior u objetivo. Le gusta la vida social y la compañía de los demás.

Su manera de pensar, sus sentimientos y sus determinaciones se hallan influenciadas por lo que predomina en el mundo social y lo que el sujeto ha percibido por la enseñanza y la tradición. La vaporización o apreciación de las personas y de las cosas se encuentran igualmente influenciadas por lo que aprecia la mayoría de la gente.

2. El Introvertido:

Es el que vive orientado hacia adentro, es decir, hacia su propio Yo. Es reservado y prefiere la soledad, apareciendo a veces como egoísta su comportamiento es enteramente personal y, a menudo, original. Sus decisiones se guían por sus propias ideas, y por este camino, hasta puede llegar a la arbitrariedad. Sus sentimientos y su valorización de las personas y de las cosas también son eminentemente subjetivos, muy propios, sin influencia externa.

Jung considera que la introversión y la extroversión son disposiciones que existen en todos los individuos y cuando se presentan dominantes, determinan el respetivo tipo psicológico.

EL CARÁCTER

Es el conjunto de rasgos de la personalidad que expresan el modo o la manera con que cada uno actúa, se enfrenta a la vida y reacciona ante ella.

El carácter está constituido por factores físicos (constitución física): ser robustos, delgados, altos, bajos, las funcione fisiológicas de la vida vegetativa, respiración, etc., de la vida de movimiento: (motricidad o excitabilidad), psíquicos, (el temperamento y otros adquiridos por la educación y la experiencia personal).

EL TEMPERAMENTO

Constituye la individualidad psicológica de cada ser humano. Es la base constitucional en que se basa la personalidad (materia prima con que se elabora la personalidad).

Lo forman el conjunto de elementos hereditarios, inconscientes, instintivos, espontáneos que originan el comportamiento del individuo.

CLASES DE TEMPERAMENTOS

Según Hipócrates se tienen las siguientes:

  • Temperamento Sanguíneo: Implica predominio del humor, la sangre. Los individuos son de carácter optimista y rápido.

  • Temperamento Flemático: Con el predomino de la flema. Los individuos con de carácter indiferente y aburridos.

  • Temperamento Colérico: Con el predominio de la bilis. Los individuos son de carácter excitable e iracundo.


CARACTERÍSTICAS DIAGNÓSTICAS

La característica principal de un trastorno de la personalidad es un patrón permanente de experiencia interna y de comportamiento que se hace apartar de las expectativas de la cultura del sujeto y que se manifiesta en al menos dos de las siguientes áreas cognoscitiva, afectiva de la actividad interpersonal o del control de los impulsos.

El diagnostico de los trastornos de la personalidad requiere una evaluación de los patrones de actividad del sujeto a largo plazo, y las características particulares de la personalidad han de estar presentes desde el principio de la edad adulta.

El clínico tiene que valorar la estabilidad de los rasgos de la personalidad a lo largo del tiempo y en situaciones diferentes. La evaluación también puede verse complicada por el hecho de que las características que define un trastorno de la personalidad en ocasiones no son consideradas problemáticas por el sujeto (por ejemplo, los rasgos son a menudo considerados como ego) para ayudar a salvar esta dificultad, es útil la información aportada por profesionales de la psicología.

SÍNTOMAS BASADOS EN LA CULTURA, LA EDAD Y EL SEXO

Para diagnosticar un trastorno de la personalidad en un sujeto de menos de 18 años, las características deben haber estado presente durante al menos 1 año. La única excepción es el trastorno antisocial de la personalidad, que no se puede diagnosticar antes de los 18 años aunque, por definición, un trastorno de la personalidad requiere un inicio que no sea posterior al principio de la edad adulta, puede suceder que los sujetos no sean objetos de atención clínica hasta una edad más avanzada.

Sin embargo, la aparición de un cambio de la personalidad en la edad media de la vida exige una evaluación completa para establecer la posible presencia de cambios de la personalidad debidos a una enfermedad médica o a un trastorno relacionado con sustancia

RECONOCIMIENTO

Las características de un trastorno de la personalidad suele hacerse reconocible durante la adolescencia o al principio de la edad adulta. Por definición, un trastorno de la personalidad es un patrón persistente de formas de pensar, sentir y comportarse que es relativamente estable a lo largo del tiempo.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

Muchos de los criterios específicos para los trastornos de la personalidad describen características (Por ejemplo, suspicacia, dependencia, insensibilidad) que también son típicas de los episodios de los trastornos mentales del Eje I.

El clínico tiene que ser prudente en el diagnóstico de trastornos de la personalidad durante un episodio de un trastorno del estado de animo o un trastorno de ansiedad, porque estos estados pueden tener características sintomáticas trasversales que se asemejen a los rasgos de personalidad y pueden hacer más difícil evaluar los patrones de funcionamiento del sujeto a lo largo plazo. Cuando los cambios de personalidad surge y persisten después de que el sujeto haya estado expuesto a un estrés extremo, hay que tomar en consideración el diagnostico de un trastorno por estrés postraumático. Cuando una persona tiene un trastorno relacionado con sustancias es importante que no se realice un diagnostico de trastorno de la personalidad que se base únicamente en compartimientos que son consecuencias de la intoxicación por o la abstinencia de la sustancias, o que estén asociadas a las actividades destinadas a mantener la dependencia (por ejemplo el comportamiento antisocial).

CRITERIOS DIAGNÓSTICOS GENERALES PARA UN TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD

  1. Cognición: Por ejemplo, formas de percibir e interpretarse a uno mismo, a los demás y a los acontecimientos.

  2. Afectividad: Por ejemplo, la gama, intensidad, labilidad y adecuación de la respuesta emocional.

  3. Actividad interpersonal.

  4. Control de los impulsos.

Un patrón permanente de experiencia interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto. Este patrón se manifiesta en dos (o mas) de las áreas siguiente:

  • Este patrón es persistente, inflexible y se extiende a una amplia gama de situaciones personales y sociales.

  • Este patrón persistente provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

  • El patrón es estable y de larga duración, y su inicio se remota al menos a la adolescencia o al principio de la edad adulta.

  • El patrón es atribuible a una manifestación o a una consecuencia de otro trastorno mental.

  • El patrón persistente no es debido a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (Por ejemplo, una droga, un medicamento) ni a una enfermedad médica (por ejemplo, traumatismo craneal).

TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD POR DEPENDENCIA

La característica esencial por dependencia es una necesidad general y excesiva de que se ocupen de uno, esto ocasiona un comportamiento de sumisión y adhesión y temores de separación. Los comportamientos dependientes y sumisos están destinados a provocar atenciones y surgen de una percepción de uno mismo como incapaz de funcionar adecuadamente sin la ayuda de los demás.

Tienen grandes dificultades para tomar las decisiones cotidianas, si no cuentan con un excesivo consejo y reafirmación por parte de los demás (Criterio 1).

Tienden a ser pasivos y a permitir que los demás tomen las iniciativas y asuman las responsabilidades en las principales parcelas de su vida (Criterio 2).

Es típico que los adultos con este trastorno dependan de un progenitor o del cónyuge y los adolescentes de sus padres. Suelen tener dificultades para expresar el desacuerdo con los demás, sobre todo con aquellos de quienes dependen, por que tienen miedo de perder su apoyo o su aprobación (Criterio 3).

A los sujetos con este trastorno les es difícil iniciar proyectos o hacer las cosas con independencia (Criterio 4).

Les falta confianza en sí mismos, esperaran a que los demás empiecen a hacer las cosas, porque piensan que, por regla general, lo hacen mejor que ellos. Son incapaces de funcionar en forma independiente, pueden tener miedo a hacerse o parecer más competentes ya que piensan que esto va a dar lugar a que los abandonen (Criterio 5). Puesto que confían en los demás para solucionar sus problemas frecuentemente no aprenden las habilidades necesarias para la independencia lo que perpetúa la dependencia. Pueden llegar al punto de presentarse voluntarios para tareas desagradables si estos comportamientos les van a proporcionar los cuidados que necesitan.

Están dispuestos a someterse a lo que los demás quieran aunque las demandas sean irrazonables. Su necesidad de vínculos suele comportar unas relaciones desequilibradas y distorsionadas. Se sienten incómodos o desamparados cuando están solos debido a sus temores exagerados a ser incapaces de cuidar se sí mismos. (Criterio 6).

Cuando termina una relación importante, buscan urgentemente otra relación que les proporcione el cuidado y el apoyo que necesitan (Criterio 7).

Los sujetos suelen estar preocupados por el miedo a que les abandonen y tengan que cuidar se sí mismos (Criterio 8).

Para ser considerados indicadores de este criterio, los temores deben ser excesivos y no realistas. Los sujetos con trastornos de la personalidad por dependencia se caracterizan por el pésimismo y la inseguridad en sí mismos, tienden a minimizar sus capacidades y sus valores y pueden referirse constantemente a sí mismo como estúpidos. Toman las críticas y la desaprobación como prueba de su poca utilidad y pierden la fe en sí mismos. Buscan la sobre protección y el ser dominados por los demás.

Las personas con una personalidad dependiente transfieren las decisiones importantes y las responsabilidades a otros y permiten que las necesidades de aquellos de quienes dependen se antepongan a las propias. No tienen confianza en sí mismas y manifiestan una intensa inseguridad. A menudo se quejan de que no pueden tomar decisiones y de que no saben qué hacer o cómo hacerlo. Son reacias a expresar opiniones, aunque las tengan, porque temen ofender a la gente que necesitan. Las personas con otros trastornos de personalidad frecuentemente presentan aspectos de la personalidad dependiente, pero estos signos quedan generalmente encubiertos por la predominancia del otro trastorno. Algunos adultos con enfermedades prolongadas desarrollan personalidades dependientes.

CARACTERÍSTICAS DIAGNÓSTICAS

La característica esencial del trastorno de la personalidad por dependencia es una necesidad general excesiva de que se ocupen de uno que ocasiona un comportamiento de sumisión y adhesión y temores de separación. Este patrón empieza al principio de la edad adulta y se da en diversos contextos. Los comportamientos dependientes y sumisos están destinados a provocar atenciones y surgen de una percepción de uno mismo como incapaz de funcionar adecuadamente sin la ayuda de los demás.

Los sujetos con trastorno de la personalidad por dependencia tienen grandes dificultades para tomar las decisiones cotidianas (por ejemplo, qué color de camisa escoger para ir a trabajar o si llevar paraguas o no), si no cuentan con un excesivo aconsejamiento y reafirmación por parte de los demás.

Estos individuos tienden a ser pasivos y a permitir que los demás (frecuentemente una única persona) tomen las iniciativas y asuman la responsabilidad en las principales parcelas de su vida.

Es típico que los adultos con este trastorno dependan de un progenitor o del cónyuge para decidir dónde deben vivir, qué tipo de trabajo han de tener y de quién tienen que ser amigos. Los adolescentes con este trastorno permitirán que sus padres decidan qué ropa ponerse, con quién tienen que ir, cómo tienen que emplear su tiempo libre y a qué escuela o colegio han de ir. Esta necesidad de que los demás asuman las responsabilidades vas más allá de o que es apropiado para edad o para

la situación en cuanto a pedir ayuda a los demás (por ejemplo, la las necesidades específicas de los niños, las personas mayores y los minusválidos). El trastornos de la personalidad por dependencia puede darse en un sujeto con una enfermedad médica o una incapacidad grave pero en estos casos la dificultad para asumir responsabilidades debe ir más lejos de lo que normalmente se asocia a esa enfermedad o incapacidad.

Los sujetos con trastorno de la personalidad por dependencia suelen tener dificultades para expresar el desacuerdo con los demás, sobre todo con aquellos de quienes dependen, porque tienen miedo de perder su apoyo o su aprobación.

Estos sujetos se sienten tan incapaces de funcionar solos, que se mostrarán de acuerdo con cosas que piensan que son erróneas antes de arriesgarse a perder la ayuda de aquellos de quienes espera que les dirijan. No muestran el lado que sería apropiado con ellos cuyo apoyo y protección necesitan por temor a contrariarles. El comportamiento no se debe considerar indicador de trastorno de la personalidad por dependencia si las preocupaciones por las consecuencias de expresar el desacuerdo son realistas (por ejemplo, temores realistas de venganza por parte de un cónyuge agresivo).

A los sujetos con este trastorno les es difícil iniciar proyectos o hacer las cosas con independencia.

Les falta confianza en sí mismo y creen que necesitan ayuda para empezar y llevar a cabo las tareas. Esperarán a que los demás empiecen a hacer las cosas, porque piensan que, por regla general, lo hacen mejor que ellos. Estas personas están convencidas de que son incapaces de funcionar de forma independientes y se ven a si mismos como ineptos y necesitados de ayuda constante. Sin embargo, pueden funcionar adecuadamente si se les da seguridad de que alguien mas les esta supervisando y les aprueba.

Los sujetos con trastorno de personalidad por dependencia pueden ir demasiado lejos llevados por su deseo de lograr protección y apoyo de los demás, hasta el punto de presentarse voluntarios para tareas desagradables si estos comportamientos les van a proporcionar los cuidados que necesitan.

Están dispuestos a someterse a lo que los demás quieren, aunque las demandas sean irrazonables. Su necesidad de mantener unos vínculos importantes suele comportar unas relaciones desequilibradas y distorsionadas. Pueden hacer sacrificios extraordinarios o tolerar malos tratos verbales, físicos o sexuales. (Deben tenerse en cuenta que este comportamiento sólo debe considerarse indicador de trastorno de la personalidad por dependencia cuando quede claramente demostrado que el sujeto dispone de otras posibilidades). Los sujetos con este trastorno se sienten incómodos o desamparados cuando están solos debido a sus temores exagerados a ser incapaces de cuidar de sí mismo.

Pueden ir pegados a otros únicamente para evitar estar solos, aun cuando no estén interesados o involucrados en lo que está sucediendo.

Cuando termina una relación importante (por ejemplo, la ruptura con un amante o la muerte de alguien que se ocupaba en ellos), los individuos con trastorno de la personalidad por dependencia buscan urgentemente otra relación que les proporcione el cuidado y el apoyo que necesitan.

Su creencia de que son incapaces de funcionar en ausencia de una relación estrecha con alguien motiva el que estos sujetos acaben, rápida e indiscriminadamente, ligados otra persona. Los sujetos con este trastorno suelen estar preocupados por el miedo de que les abandonen y tengan que cuidar de sí mismo.

Se ven a sí mismos tan dependientes del consejo y la ayuda de otra persona importante, que les preocupa ser abandonados por dicha persona aunque no haya fundamento alguno que justifique esos temores.

Para ser considerados indicadores de este criterio, los temores deben de ser excesivos y no realista. Por ejemplo, un anciano con cáncer que se muda a casa de su hijo para que le cuide estaría presentando un comportamiento dependiente que se apropiado dadas las circunstancias de esa persona.

SÍNTOMAS Y TRASTORNOS ASOCIADOS

Los sujetos con trastornos de la personalidad por dependencia se caracterizan por el pesimismo y la seguridad en sí mismos, tienden a minimizar sus capacidades y sus valores y pueden referirse constantemente a sí mismos como estúpidos. Toman las críticas y la desaprobación como pruebas de su inutilidad y pierden la fe en sí mismos. Buscan la sobreprotección y ser dominados por los demás. La actividad laboral puede estar deteriorada si se requiere una iniciativa independiente. Evitan las posiciones de responsabilidad y experimentan ansiedad al enfrentarse a las decisiones a tomar. Las relaciones sociales tienden a limitarse a las pocas personas de quienes el sujeto es dependiente. Puede haber un riesgo elevado de trastornos del estado de la personalidad límite, por evitación e histriónico. Puede predisponer a desarrollar este trastorno el que el sujeto haya presentado una enfermedad médica crónica o u trastorno de ansiedad por separación en la infancia la adolescencia.

SÍNTOMAS DE PERSONALIDAD DEPENDIENTE BASADOS EN LA CULTURA, LA EDAD Y EL SEXO

El grado en que los comportamientos dependientes se consideran adecuados varía sustancialmente según la edad y lo grupos socioculturales. La edad y lo factores culturales han de ser tenidos en cuenta para evaluar el umbral diagnóstico de cada criterio. El comportamiento dependiente solo debe considerarse característico del

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