Trastornos
Enviado por JaazzMax • 30 de Mayo de 2013 • 5.598 Palabras (23 Páginas) • 242 Visitas
TRASTORNO DE ANSIEDAD
La ansiedad, un sentimiento de intranquilidad o aprensión, es una emoción humana básica que fue reconocida desde hace cinco mil años. En algunos casos, el miedo o la ansiedad pueden ocurrir aun cuando no haya peligro, lo que resulta en un trastorno de ansiedad. Los síntomas de miedo o ansiedad se consideran un trastorno solo cuando interfieren con el funcionamiento diario de un individuo.
Los términos ansiedad y miedo a menudo son intercambiables quizá por ambos producen las mismas respuestas fisiológicas. La ansiedad es anticipatoria; el evento o situación temida, no ha ocurrido aun. El miedo es una emoción más intensa que un individuo siente cuando en realidad enfrenta una situación amenazante. Las crisis de angustia o ataques de pánico son experimentados como miedo intenso acompañado por síntomas como corazón palpitante, temblores, dificultad para respirar o miedo de perder el control o morir. Se conocen tres tipos de crisis de angustia:
Las crisis situacionales, desencadenas por estímulos ambientales ocurren antes o durante la exposición a un estímulo de miedo.
Las crisis de angustia más o menos relacionadas con una situación determinada ocurren normalmente, pero no siempre, cuando hay un encuentro con una situación temida.
Las crisis de angustia inesperadas, no relacionadas con estímulos ambientales. Ocurren de manera espontánea y sin advertencia, las crisis de angustia pueden presentarse en individuos con o sin miedo.
Los trastornos de ansiedad son responsables de una gran cantidad de angustia y disfunción que en general se acompañan de trastornos comorbidos como entre la depresión, consumo de sustancias u otros trastornos de ansiedad. La fuerte asociación entre la depresión y los trastornos de ansiedad sugiere que pueden involucrar diferentes expresiones de una vulnerabilidad común. El consumo de sustancias que con-ocurre con trastornos de ansiedad puede ser el resultado del esfuerzo de un individuo por manejar sus síntomas de ansiedad con la “automedicación”.
Hay cuatro grupos principales de trastornos de ansiedad:
- Fobias
- Crisis de angustia
- Trastorno de ansiedad generalizada
- Trastorno obsesivo – compulsivo
El trastorno por estrés agudo y trastorno de estrés post traumático, que también son trastornos de ansiedad.
En general los modelos etiológicos sencillos ya sean biológicos, psicológicos, o socio culturales son suficientes para explicar las variaciones individuales en las respuestas a situaciones atemorizantes. Un número de diferentes factores que puede desempeñar un papel en la adquisición de miedos o fobias, incluyendo los factores biológicos como vulnerabilidades en base genética y factores psicológicos como variables de la personalidad, una sensación de control o dominio del individuo, o experiencias de condicionamiento directo o indirecto. Además, las reglas y normas culturales también pueden influir en la expresión de los trastornos de ansiedad. Bases biológicas de los trastornos de ansiedad, incluyendo algunas especulaciones respecto a cómo los genes llevan a cabo una influencia y de cómo influye el ambiente en la expresión de los genes.
Dimensión biológica
Dos factores biológicos principales afectan los trastornos de ansiedad; la estructura general y las influencias genéticas.
Estructura cerebral. La amígdala, parte del cerebro que interviene en la formación y memoria de los eventos emocionales, desempeña una función central en los trastornos de ansiedad. Cuando se presenta una amenaza, alerta todas las estructuras cerebrales como el hipocampo y la corteza pre frontal disparando una respuesta de miedo o ansiedad. Hay dos vías hacia la amígdala. Una va directamente desde el estímulo sensorial temido a la amígdala en tan solo milésimas de segundo. La segunda y más lenta viaja primero desde la corteza pre frontal que evalúa el estímulo y puede llevar a cabo la respuesta inicial del miedo. Por ejemplo, cuando los pasajeros en un avión sienten turbulencia, al principio pueden experimentar miedo.
La utilización de las técnicas de neuroímagen como la tomografía por emisión de posiciones y la imagen por resonancia magnética nos permite entender el circuito cerebral que participa en los trastornos de ansiedad y medir estructuras características de los sistemas cerebrales involucrados. Con la neuroimagen podemos determinar que partes del cerebro se activan o no activan cuando un individuo es expuesto a un estímulo atemorizante y compara la actividad cerebral de las personas con trastornos de ansiedad o sin ellos.
Las técnicas de nueroimagen también nos permiten observar los efectos de la medicación y la psicoterapia. La medición parece normalizar los circuitos de ansiedad en el cerebro. Las conexiones entre la amígdala y la corteza nos permite especular acerca de por qué la medición y la psicoterapia pueden ser eficaces en el tratamiento de los trastornos de ansiedad: cada uno puede operar en un nivel diferente del cerebro, la terapia puede reducir la alerta al des condicionar el miedo a nivel del hipocampo mientras también fortalece la capacidad de la corteza pre frontal para inhibir las respuestas de la amígdala. La medicación puede favorecer o inhibir la actividad de la amígdala y otras estructuras cerebrales.
Influencias genéticas. Los genes parecen aportar una contribución modesta a los trastornos de ansiedad. Los neurotransmisores son sustancias químicas que ayudan a trasmitir mensajes en el cerebro, un neurotransmisor especifico, la serotonina intervienen en los trastornos del estado de ánimo y de ansiedad. Un gen trasportador de serotonina ha sido el foco de atención, los alelos del gen influyen en la expresión de una característica genética dada y pueden ser largos o cortos. Los investigadores han encontrado que los alelos cortos en el gen trasportador de serotonina están asociados con: una reducción en la actividad de la serotonina, y aumento del miedo y conductas relacionadas con la ansiedad, esto significa que los individuos con alelo corto de este gen, muestra más reactividad a la amígdala cuando se exponen a un estímulo visual amenazante en comparación con los individuos con el alelo largo. Aquellos con el alelo corto también mostraron diferencias en la estructura cerebral en áreas que afectan el estado de ánimo y las emociones como la ansiedad y la depresión.
Muestran conexiones más débiles entre la amígdala y la corteza singulada que aquellos con alelos más largo. Es probable que muchos genes e interacciones entre ellos contribuyan a la ansiedad. Incluso entonces estos genes pueden implicar solo una predisposición
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