Trastornos Del Sueño
Enviado por jemarcav • 1 de Julio de 2011 • 4.356 Palabras (18 Páginas) • 3.568 Visitas
Trastornos del sueño
Nuestro cerebro tiene internalizados los ritmos de la naturaleza.
El ritmo circadiano (o "reloj biológico") es una manera interna de nuestro sistema para regular muchas de las funciones del organismo, y el sueño es parte de ese ritmo. Esta palabra proviene del latín "circa dies" y significa "aproximadamente un día".
La mayoría de los animales tiene un ritmo circadiano, una perioricidad rítmica de varias funciones fisiológicas y de conducta que se sincronizan en un ciclo de 24 horas de luz y oscuridad. De modo que durante un período de 24 horas existe un ciclo de muchas funciones fisiológicas (por ej. frecuencia respiratoria, temperatura corporal) que tienden en todos los casos a alcanzar valores máximos durante la última parte de la tarde y la primera de la noche, y valores mínimos en las primeras horas de la mañana.
Estos ritmos se controlan de manera interna, pero sus tiempos de sincronizan y coinciden con las señales externas (por ej. la luz).
El sueño cumple una función reguladora y reparadora en nuestro organismo. Sobretodo es esencial para el control de la energía y la temperatura corporal. El sueño reabastece y restaura los procesos corporales que se han deteriorado durante el día.
En la Argentina, casi nueve millones de personas, una de cada cuatro, sufren algún tipo de trastorno del sueño. Más de un tercio de la población adulta del mundo occidental padece alguna patología relacionada con el sueño a lo largo de la vida.
Varios estudios han demostrado que cuando las personas son privadas del sueño, éstas presentan alucinaciones y delirios. No dormir bien altera la velocidad de los procesos intelectuales superiores y la función motora. Una persona que no duerme bien se siente lenta y torpe. La reducción de las horas dedicadas al sueño podría ser una de las causas del incremento de enfermedades de creciente impacto en la sociedad actual. Pero es fundamental destacar que lo más importante, a diferencia de lo que la mayoría de la gente suele pensar, es la calidad del sueño y no la cantidad de horas que dormimos.
Los trastornos del sueño están divididos en cuatro grandes apartados según la etiología:
Trastornos primarios del sueño:
• Disomnias:
el insomnio primario,
la hipersomnia primaria,
la narcolepsia,
el trastorno del sueno relacionado con la respiración,
el trastorno del ritmo circadiano y
• Parasomnias:
las pesadillas,
los terrores nocturnos,
y el sonambulismo.
Trastornos primarios del sueño
Son aquellos que no tienen como etiología los siguientes trastornos: otra enfermedad mental, una enfermedad medica o una sustancia. Aparecen como consecuencia de alteraciones endógenas en los mecanismos del ciclo sueño-vigilia. Éstos a su vez se subdividen en disomnias y en parasomnias.
Las disomnias
Son trastornos del inicio o mantenimiento del sueño, o de somnolencia excesiva. Se caracterizan por un trastorno de la cantidad, calidad y el horario del sueno.
Las disomnias son:
• Insomnio primario
El insomnio es el trastorno del sueño más frecuente en la población. Un 30-40% de la población adulta de Estados Unidos y Europa lo padece, siendo más frecuente en mujeres que en los hombres y produciéndose un incremento significativo al aumentar la edad. Por eso es más frecuente en la tercera edad.
Los adultos jóvenes a menudo se quejan de tener dificultad en conciliar el sueño, mientras que las personas que se encuentran en la etapa media de la vida y la gente mayor tienen más probabilidades de presentar dificultades a la hora de mantener el sueño y una mayor tendencia a despertarse más temprano por la mañana.
Este trastorno suele iniciarse en las primeras etapas de la vida adulta o en la edad media de la vida y es raro que aparezca en la adolescencia o en la infancia.
Uno de los errores más comunes es pensar que lo más importante son las horas que se duerme cuando en realidad lo que cuenta es la calidad. Dormir poco no es insomnio. Si durante el día el rendimiento es óptimo, esa persona simplemente necesita menos horas de sueño.
En la mayoría de los casos comienza repentinamente, especialmente cuando su aparición está estrechamente relacionada a una situación de estrés psicológico, médico o social; o también a una depresión o ansiedad. Generalmente persiste mucho tiempo después que la causa originaria haya desaparecido, incluso puede durar muchos años.
Los individuos que lo padecen pueden presentar fatiga y cansancio y otros problemas como cefaleas, tensión muscular y molestias gástricas.
Se caracteriza por la dificultad de iniciar o mantener el sueño, o la sensación de no haber tenido sueño reparador, durante al menos un mes. Presentan dificultad para dormir y despertares frecuentes durante la noche. Con menos frecuencia se quejan de no tener sueño reparador, es decir de haber tenido un sueño poco profundo y de poca calidad.
Se asocia con un aumento del nivel de alerta fisiológica y psicológica durante la noche. La preocupación intensa y el malestar por la imposibilidad de dormir puede generar un círculo vicioso: cuanto más se intenta dormir, más frustrado y molesto se encuentra, y menos duerme. Por el contrario, se puede dormir más fácilmente cuando no se procura.
• Hipersomnia primaria
Aproximadamente el 5-10% de los individuos que acuden a consulta por quejas de sueño son diagnosticados con hipersomnia. Este trastorno suele iniciarse entre los 15 y los 30 años y progresa gradualmente, aunque en general se resuelve en la edad adulta.
Se caracteriza por ser una somnolencia excesiva durante el día durante al menos un mes, evidenciada tanto por episodios prolongados de sueño como por episodios de sueño diurno que se producen prácticamente cada día. La duración del episodio del sueño más largo (para la mayoría de las personas el sueño nocturno) oscila entre 8 y 12 horas, y a menudo se acompaña de problemas a la hora de levantarse.
La calidad del sueño nocturno es normal. La somnolencia excesiva durante las horas habituales de vigilia toma la forma de siestas intencionadas o de episodios de sueño inadvertido. Las siestas durante el día suelen ser prolongadas (duran más de una hora), y la persona nota que no son reparadoras.
Las personas con hipersomnia primaria presentan un nivel bajo de alerta y de rendimiento, así como también pobre concentración. La somnolencia, a menudo
...