Tratamiento Penitenciarios

TRATAMIENTO PENITENCIARIO Y POST PENITENCIARIO

Desde sus orígenes el hombre ha tratado de regular la conducta de los individuos de una sociedad, así como de preservar el orden, así como también de sancionar al que lo altere; además también ha intentado readaptar al individuo a su sociedad.

Desde las sociedad primitivas, cuando el tema principal era la religión y la magia, y a las personas a las que se les veneraba y respetaba eran Dioses, ha tenido una gran relación con la imposición de las normas sociales, por lo tanto al que cometía algo en contra de los Dioses se le castigaba con penas corpóreas, porque así se sanaba el cuerpo y el individuo podía obtener el perdón de su Dios por violar sus mandamientos.

Este ha sido alguno de los antecedentes que dan origen al tratamiento penitenciario.

El tema del tratamiento penitenciario es también de bastante importancia para la criminología y la psicología, ciencias encargadas del estudio del comportamiento y de la conducta desviada, que además deben hacerse cargo de cómo corregir estas pautas conductuales que marcan la diferencia entre “el bien y el mal”. Dice el Dr. Rodríguez Manzanera que tanto criminólogo y en este caso también los psicológicos criminológicos, debemos de estar en contra de la pena de muerte y a favor de la reinserción social, por que el no creer en el tratamiento, es como no creer en nuestra ciencia, en nuestros propios conocimientos.

El artículo 18 de la constitución estable que la prisión debe ser aplicada como medida extrema, además establece como único fin, que no es el de castigar, sino el de reaprendizaje del interno, de la readaptación y de la reinserción social, además la Ley de Normas Mínimas a nivel Federal y la Ley de Ejecución de Penas a nivel Estatal nos marcan los lineamientos que se deben seguir para establecer la pena, la manera en que se cumplirá, el tipo de tratamiento, y como se llevar a cabo. Podemos definir al sistema penitenciario como la organización creada por el estado para la ejecución de las sanciones, penas o medidas de seguridad que imparten la privación o restricción de la libertad individual.

El tratamiento consiste en terapias tanto individuales como grupales.

Según Hilda Marchiori en su libro de psicología criminal, dice que el tratamiento penitenciario intenta modificar, atenuar la agresividad del individuo antisocial, hacer conscientes aspectos inconscientes en cuanto a sus conductas patológicas, sensibilizarlo en relación a su afectividad, favorecer relaciones interpersonales estables, lograr que pueda canalizar sus impulsos y verbalizar su problemática.

Este tratamiento se basa en el trabajo que será diseñado de acuerdo a los deseos y aptitudes del interno, pero además de acuerdo a la demanda del penal y el presupuesto que este apruebe, el ingreso que por esto se genere servirá para mantener al interno. La educación es otro aspecto importante donde también se llevaran valores tanto cívicos, sociales, morales, higiénicos, etc. para poder generar un aprendizaje más completo y en base a los principios de la pedagogía.

Para poder lograr esto, la prisión deberá crear un comité multidisciplinario que se encargue de evaluar en las diferentes esferas del tratamiento de cada interno.

El avance del aprendizaje será medido constantemente por este comité, para poder realizar los ajustes necesarios en dado caso que no esté dando resultados.

También se debe de promover las relaciones exteriores de los internos, con la familia y los amigos más cercanos, ya que estos pueden ser el “empuje” para que el interno pueda salir adelante y se pueda ser reinsertado en la sociedad.

Retomando puntos anteriores acerca del adecuado tratamiento que lleve al interno hacia la pronta reinserción social, el psicólogo deberá estudiar y evaluar a la persona, y adecuar un tratamiento que realmente le funcione, pero para esto entran en juego desde el Artículo 18 Constitucional que habla sobre la prisión, así como la Ley de Normas Mínimas a nivel Federal y la Ley de Ejecución de Penas a nivel Estatal, las cuales marcan los requerimientos en lo que el tratamiento y la prisión deben estar formados.

Estudiando estas leyes, uno se da cuenta que la prisión tal cual como es descrita, es el medio idóneo por el cual se lleva a una persona a la reinserción social, desgraciadamente las personas que se encargan de aplicar estas leyes no cumplen en su totalidad estas normativas.

Por ejemplo el artículo 11 de la Ley de Normas Mínimas, establece el trabajo como obligatorio para todos los internos, aspecto que no se respeta y solo el interno que quiera trabajar lo hace; pero analicemos un poco más la situación económica del interno: mantener a un interno diariamente al Estado le cuesta 140 pesos, si contextualizamos en el CERESO de Aquiles Serdán y en la UBR suman aproximadamente una población total de 2970 internos, por lo tanto el estado en un día se gasta 415800 pesos diarios en la manutención de los internos en la Ciudad de Chihuahua; que al año sumarian una buena cantidad,

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