Tribus Urbanas
Enviado por parchadita • 23 de Marzo de 2013 • 13.501 Palabras (55 Páginas) • 466 Visitas
Hace tiempo supimos de grupos juveniles envueltos en una oleada de intolerancia. La estela mediática dejó en las librerías una cantidad considerable de títulos sobre lo que Maffesoli llamó las “tribus urbanas”, término convertido en otra etiqueta con instrucciones de lavado al reverso.
El fenómeno se repite una década tras otra desde principios del siglo pasado, cuando los grupos urbanos se formaban para defender su territorio y su identidad del racismo, la extorsión, la invasión y los ultrajes de otros grupos, incluida la policía que siempre los ha perseguido. Hoy tienen motivos distintos para juntarse, giran en torno a la música, la ropa y los accesorios de marca.
El término tribus urbanas se diseminó en los noventa para designar a los grupos juveniles que aparecieron en la aldea global. Se le atribuye al sociólogo francés Michel Maffesoli, autor de El tiempo de las tribus: el declive del individualismo en la sociedad de masas, en el que sostiene que se formaron como una defensa ante los efectos sociales del libre mercado. Lo irónico es que la idea terminó siendo la marca de ropa Urban Tribes.
Para el autor de Juventud popular y bandas en la Ciudad de México el tema de los grupos juveniles y sus identidades tiene una historia de más de cien años. Ha rastreado el origen hasta finales del siglo antepasado, cuando la migración hacia Estados Unidos generó asentamientos que se vieron enfrentados por la gente local. Esto dio paso a la formación de las primeras gangs, grupos de autodefensa integrados por jóvenes que cuidaban sus calles. Algunos años después esa juventud se negó a seguir los valores, el lenguaje y la vestimenta de su época, así que empezó a crear los propios. Un ejemplo notorio e influyente fueron los pachucos de los años treinta y cuarenta. Luego aparecieron grupos de beatniks, rebeldes, mods, rockers, hipsters, bikers, yippies, hippies, discos, punks, skins, ravers, grungers… En el México de los años cuarenta y cincuenta no sólo hubo pachucos, también tarzanes y rebeldes. En los sesenta aparecieron los chavos de la onda, seguidos por las flotas setenteras, que dieron lugar a las temidas bandas de los ochenta y a su evolución-adaptación, las tribus de moda. La última forma de agrupación juvenil que identifica Castillo Berthier es el colectivo, que se organiza en torno a diversas manifestaciones sociales y culturales.
En sus recientes trabajos, Castillo ubica a los grupos más representativos de la Ciudad de México, muchos de los cuales frecuentan El Circo Volador: punks, oscuros, metaleros, urbanos, emos, raztecas, eskatos, hip hoperos-cholos, a los que se suman artesas, riders, graffiteros, rockabillys, reggaetoneros, industriales, garageros, bikers, primitivos modernos, neonazis, pokemones, otakus y barras deportivas, entre otros. En este universo define a las bandas, las tribus y los colectivos como “organizaciones que se reúnen a partir de distintas interpretaciones culturales que generan y reproducen patrones visibles de comportamiento común”. En otro renglón se encuentran los que se relacionan con la delincuencia y el crimen organizado, las pandillas, las clicas, los sicarios y las maras.
l cine, la televisión y la prensa escrita han sido determinantes para los grupos urbanos, siempre los han colocado en el ojo de la opinión pública para estigmatizarlos y cautivar a la audiencia con altas dosis de amarillismo, mientras crean estereotipos para convertirlos en objetos de consumo. Los medios neutralizan y asimilan a las corrientes juveniles para convertirlas en mercancías de aparador. Un aspecto que llama la atención de Castillo cuando se refiere a la aparición de los emos en México es la tendencia a usar ropa de moda entre los miembros de la tribu. No se trata de prendas con un significado pachuco o punk, sino de marcas que les dan identidad: Emily Strange, Ruby Gloom, Freaky Friends, Converse…
Hoy los grupos surgen porque comparten hábitos y gustos (en algunos casos ideológicos), no para defender su barrio. Ethan Watters los define como personas con intereses comunes que tienen un estilo de vida urbano, el conjunto de creencias, pensamientos y actividades que un grupo practica todos los días o con frecuencia, dependiendo de sus conocimientos, necesidades, economía y cultura.
En 1928 los anuncios de revista de Lucky Strike mostraban a la estrella del ciclismo Fred Spencer Jr., quien afirmaba que fumar era cool, no en el sentido de frescura, sino en el de mantener una actitud de control en cualquier situación. Ahora se trata de ser original y mostrar seguridad. ¿Cómo le hacen las marcas para realizar la extracción, apropiación y explotación de las ideas de la calle? Llaman a unos personajes conocidos como los cazadores de lo cool, enterados de cuanto sucede en el mundo de los innovadores, que venden los secretos al creador de tendencias. Caso ejemplar es “Just do it”, una de las canciones más aguerridas del grupo hard core Rollins Band (el rock hecho deporte extremo), también fue el concepto que sirvió para posicionar a Nike como una marca deportiva cool en los noventa. Los publicistas se colgaron la medalla, pero desde entonces el vocalista Rollins, escritor y editor, canta en shorts negros Nike. Ya no sorprende que los más duros usen ropa de marca, incluso Fidel Castro viste pants Adidas y Puma.
Una tribu urbana es un grupo de gente que se comporta de acuerdo a las ideologías de una subcultura, que se origina y se desarrolla en el ambiente de una urbe o ciudad.
Las tribus urbanas se caracterizan por mantener una estética similar entre varios individuos de la misma tendencia. Suele ser acompañado convicciones sociopoliticas o creencias religiosas o de carácter místico, dependiendo del movimiento o tribu urbana perteneciente.
Los visuals lucen atuendos extravagantes y maquillaje. Un estilo que viene en aumento y que, seguramente, formará parte importante de la ya vasta fauna de tribus urbanas. Pero, ¿porqué se visten y pintan así? Para explicarlo tenemos que remontarnos a finales de la década de los 80 cuando en las principales ciudades japonesas comenzó a forjarse este estilo, que tiene como característica el culto por lo estético (visual se refiere a la apariencia, y kei significa estilo en japonés), teniendo como su máximo referente a la agrupación nipona glam Visual Scandals y a la banda japonesa de heavy metal, X.
Éste éxito se debía en gran parte gracias a la atención que provocaba la extravagante apariencia de los músicos, quienes al igual que otras grandes bandas occidentales de la época cuidaban tanto de su imagen como de su música.
Hippie es una persona que se adhiere a una subcultura con origenes en el movimiento de contracultura de los años 1960. La palabra hippie se deriva de el ingles hipster
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