UNA ETAPA MUY DIFICIL: LA VEJEZ

UNA ETAPA MUY DIFICIL: LA VEJEZ

La vejez es la última etapa de nuestras vidas, en la cual volvemos a ser los niños de antes, aunque lo que cambia es la edad. El ser viejo o anciano, a veces es doloroso, porque ya cuando no se pueden hacer ciertas cosas los hijos van y dejan a sus padres en un lugar llamado “asilo de ancianos”. Es muy fuerte ver a los abuelitos en un estado tan depresivo, que cuando uno interactúa con estos abuelos, dan ganas de quedarse con ellos, cosa que sus propios hijos no aprecian; porque no importa que ellos estén en un estado de recordar el pasado, los sentimientos siguen siendo los mismos. Los ancianos pueden olvidar cualquier cosa, menos que son padres.

Da pena ver como estos ancianos, pasan sus últimos momentos, con personas totalmente desconocidas para ellos. Hay ancianos que mueren allí, y ningún familiar se hace presencia por velar por ellos. En realidad no se qué es lo que piensa esa gente, en dejar a las personas que les dieron la vida allí, donde a pesar de encontrarse al cuidado de personas con voluntad de ayudar, no están con las personas que ellos anhelan con pasar sus últimos días de vida. ¿Por qué abandonar a mis padres en ese lugar? Si yo tuviera dificultad con algunos de mis padres porque se encontrara enfermo, no lo dejaría allí, simplemente haría un sacrificio por ellos; de todos modos, de alguna forma tengo que agradecerles todo lo que ellos hicieron por mí.

Pienso que el regalo más lindo que uno puede hacer por esas personas que suelen quedar abandonadas por meses, es ir un día, tan solo uno, a brindarles una linda conversación, porque aunque uno no lo crea, esto les hace muy bien. También porque a nosotros como adolescentes, nos hace crecer como persona y a pensar si a mí me gustaría terminar en esas condiciones, así de amargado y abandonado.

No es agradable pensar en cómo seremos o como estaremos cuando viejos, pero también hay que darse cuenta de cómo es el mundo de hoy, que en estas condiciones jamás vamos a llegar a ser personas de bien, y que si seguimos así las cosas malas nunca van a terminar; no solo para los ancianos, sino que también para nosotros que en un par de años más, tenemos que enfrentar la etapa más difícil de nuestras vidas, la vejez.

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