UNA MENTE BRILLANTE

John Nash, es un chico con una mente brillante y extraordinaria habilidad para resolver ecuaciones y códigos, tiene una capacidad memorística impresionante y por lo tanto está considerado un genio, sin embargo eso lo hacía tímido, socialmente retraído, incluso aislado y parecía reprimido, demasiado franco y con un lenguaje bastante amplio pero tecnicista, por eso el rechazo de las personas, no asistía a clases porque decía que era una pérdida de tiempo pues su mente y memoria lo hacían no necesitarlas.

Era huérfano y sin familia alguna, lo cual hacía saber que carecía totalmente de afecto, sin embargo su mayor problema era una enfermedad que se apoderaba de él llamada esquizofrenia, misma que le impedía socializar y producir como él quería, como su mente le daba, la confusión entre la realidad y sus alucinaciones lo llevaban a entristecerse, alejarse y confundirse.

Sin embargo, aun a pesar de los medicamentos y el electroshock, no pudo curarse del todo y decidió no volver a tomar medicamentos y vivir con su esquizofrenia, este trastorno no le impidió seguir creciendo y utilizando su grandioso “don”, su “mente”, con la ayuda de su esposa y amigos, aprende a dominar su enfermedad y controlarla por voluntad propia y así ignorar sus alucinaciones y continuar con su vida. El mismo manejo a su mente creándose el efecto Pigmalión.

De esta manera logra sus objetivos y planes de vida, como el premio nobel, el reconocimiento de otros escritores, el impartir clase de verdad, tomar clase y resolver problemas matemáticos que era lo que más le gustaba, aun cuando incluso sentía afecto por esas alucinaciones que le ocasionaban problemas, la decisión por ignorarlas fue la mejor manera de poder llegar hasta donde lo hizo.

No siempre es un gran “don” ser un niño superdotado, y menos si se carece de afecto y alguien que lo conduzca de manera correcta y segura, puede ocasionar trastornos e incluso enfermedades físicas, pues adquieren desnutrición por dejar de comer y su desarrollo físico se imita o deteriora, aunque el cognoscitivo prevalezca o incluso mejore.

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