Un gran El encanto de la voz

 El en-canto del cuerpo.

En mi experiencia como preparadora  vocal  suelo toparme con numerosos impases a la hora de establecer un plan de estudio con el que debiera guiar el conocimiento que pretendo transmitir. A grandes rasgos, podría yo querer que el alumno comenzará por agudizar la percepción sonora, para así "dominar" su voz, luego hacer hincapié en la interpretación y finalizar con la puesta escénica.  Lo cierto, es que cada sujeto determina su proceso de modo singular. Por eso, tomare como punto de partida, tal como lo plantea Ana Maria Gómez, el ideal de que el alumno aprenda a aceptar su propia voz.  En la práctica, esto se manifiesta cada vez que deben reproducir un sonido fuera de su rango vocal hablado (graves o agudos), es ahí cuando el sentimiento de extrañeza que su propia voz les causa, se hace evidente.  Pensar en la voz como propia, será el objetivo de este trabajo.

Desde el psicoanálisis, la voz, como la mirada, es un objeto adicionado por Lacan a las formas de objeto ya propuestas por Freud (anal, oral, falico) que tiene que ver, mas que con la sonoridad, con lo imperativo y la obediencia a  ordenes que nos son impuestas. La voz es áfona, es lo que no puede decirse pero está, como en la voz de la conciencia o las voces alucinatorias, siempre se trata de un objeto que proviene del campo del Otro y que se presenta en la neurosis, por ej, como una ligazón superyoica. En palabras de Silvia Tendlarz "El superyo ordena que no queden sombras" que no queden restos, y esto es lo que angustia al sujeto. Contrariamente, en la técnica vocal la primera tarea a la que se enfrenta el alumno es la de fragmentar su cuerpo imaginativamente en organos, y toparse con la primera sombra: tener que activar otras partes del cuerpo que desconocía y que ingresan a traves del registro simbólico, a través de un nombre al que posteriormente se le añadirá una imagen para volver a un ilusorio control corporal, éste encontrará otra vez la oscuridad cuando se de a la tarea de repetir sonidos que aun con las herramientas que le brindan lo imaginario y lo simbolico, no pueda reproducir. Parafraseando a una alumna "no se si quiero aprender a cantar a cost de tanta vulnerabilidad, pero bueno, siento que algo me da".

     Si bien la voz como objeto viene del campo del Otro, el desafío será explorar incansablente ese territorio que se presenta como ajeno para llegar al tan deseado "sonido logrado", logrado por uno, pero a través de ese Otro y es que solo podemos , como dijo Lacan, prescindir del padre a condición de servirnos  de él. Nos servimos porque necesitamos nombrar el cuerpo, darle entidad a organos y musculos, imaginarnos su funcionamiento, y en muchos casos lidiar con el malentendido propio del lenguaje

    Crear la voz cantada, implica la busqueda constante en una lugar en que nada está dado naturalmente,ya que ningun organo del cuerpo se enfoca en la emision sonora exclusivamente, se trata entonces de encontrar la sensacion propia del aire golpeando en nuestro cuerpo. No es casual que tanto en tecnica vocal como en psicoanalisis se utilice el concepto de Resonancia. La resonancia es un concepto que explica la AMPLIFICACION sonora, y pone en el centro a la producción del vacio, es decir da cuenta de la importancia de lo material como aquello que encierra ese vacio necesario para el choque vibratorio que permite que el aire se vuelva sonido, concentrandose en las csvidades del cuerpo con el objetivo de amplificarlo. Desde lo filosófico, Heidegger desarrolla esta escena pero para responderse "¿ qué es una cosa?". Ejemplifica con una jarra, y nos dice que no son sus paredes ni su fondo, nos dice que lo que hace que la jarra sea jarra es la propiedad de contención y  de dadiva, es decir el vacio, la jarra contiene el liquido pero no para siempre, el liquido esta ahí para ser donado, cuando este desaparece el vacio se hace presente otra vez y la jarra vuelve a tener sentido, contiene y dona. De la misma forma el cuerpo es el espacio  en el que por efecto de sus cavidades, se produce la voz, expulsándola hacia un otro que la recibe.

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