VIOLENCIA DOMESTICA
Enviado por jhoandrar • 3 de Febrero de 2014 • 589 Palabras (3 Páginas) • 287 Visitas
INTRODUCCIÓN A LA 1.ª EDICIÓN DEL PROTOCOLO
Girona, 7 de mayo de 1998
REUNIDOS
· D. Xavier Soy i Soler, delegado del Gobierno de la Generalitat de Catalunya en Girona
· Ilmo. D. Miguel Pérez Capella, presidente de la Audiencia Provincial de Girona
· Ilmo. D. Carles Ganzenmüller i Roig, fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Girona
· D. Josep M. Padrosa i Masias, delegado territorial de Sanidad y Seguridad Social en Girona
· D. Joaquim de Toca i de Ciurana, delegado territorial de Bienestar Social en Girona
· D. Josep M. Guinart i Solà, delegado territorial de Justicia en Girona
· D. Xavier Creus i Arolas, jefe de la Región Policial de Girona, Policía de la Generalitat-
Mossos d'Esquadra
· Ilmo. D. Josep M. Prat Sàbat, decano del Colegio de Abogados de Girona
· Ilma. Dña. Margarida Ramis Rebassa, decana del Colegio de Abogados de Figueres
· D. Francisco Sanmiguel Valera, en representación de los médicos forenses
Los aquí reunidos expresan la voluntad y necesidad de coordinar todos sus esfuerzos y poner en
común todos sus medios personales y materiales para poder luchar de la manera más eficaz posible
contra la existencia de los malos tratos en el seno de la familia, de los que desgraciadamente hemos
tenido dramáticos ejemplos en las comarcas gerundenses, hecho que ha obligado, de manera
puntual, a revisar a fondo la actuación de todas las instituciones y administraciones para encontrar
una manera coordinada de trabajar que permita afrontar con la máxima eficacia esta problemática.
Hemos llegado a la conclusión de que las causas que explican la violencia doméstica son diversas y
variadas y de que es preciso actuar en todas las direcciones (sobre todo de manera preventiva, pero
sin olvidar la fase posdelictiva), pero siempre será necesaria una buena coordinación entre todos.
En las comarcas gerundenses ya disponemos de dos experiencias en el terreno de la coordinación
institucional (protocolos en el caso de agresiones sexuales y en el caso de malos tratos a menores)
que nos han demostrado, por una parte, su eficacia y, por la otra, que somos capaces de hacerlo y de
hacerlo razonablemente bien. Sólo había que hacer, pues, lo mismo en el terreno de la violencia
doméstica.
Por lo tanto, sin perjuicio de aquellas otras medidas que sea preciso tomar a quien corresponda en
otro nivel institucional y territorial (como podrían ser campañas públicas de divulgación y
sensibilización del problema y de información a las víctimas a partir de la adolescencia en los centros
de enseñanza y en centros culturales, ayudas económicas inmediatas y provisionales para las
víctimas y todas aquellas medidas que ayuden a hacer asumir
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