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EDUCACIÓN VIRTUAL, ¿NUEVA GENERACIÓN DE LA EDUCACIÓN A DISTANCIA

O NUEVA MODALIDAD EDUCATIVA?

Las apreciaciones y los juicios respecto a la educación virtual como nueva generación de la educación a distancia o nueva modalidad educativa, pasan por el reconocimiento de las dinámicas del contexto internacional a lo largo del tiempo y su expresión en tendencias, promotoras de la implementación de diferentes mecanismos dentro del país para materializar los acuerdos establecidos a través de los sistemas que constituyen la cultura, entre los cuales destacamos la educación, con sus fines últimos, como sistema de nuestro interés. Esto implica aceptar y comprender, en primer, lugar que el país hace parte del concierto de países del mundo, y en segundo lugar, dimensionar la educación como sistema esencial a través del cual son expresadas las propuestas y el auge de la ciencia, la tecnología y la innovación.

Lo anterior tiene soporte en la proclamación del derecho generalizado de toda persona a la educación, enfático en el acceso a la instrucción elemental con carácter obligatorio, expresado en la Declaración de los Derechos Humanos (Declaración Universal de los Derechos Humanos, 1948), trascendido hacia el reconocimiento de la educación como derecho fundamental para que hombres y mujeres del mundo entero satisfagan necesidades básicas de aprendizaje (Declaración mundial de educación para todos, 1990), pasando por el compromiso del Estado frente a la facilitación de mecanismos para que todas las personas capaces ingresen a la educación superior, (Constitución Política, 1991) hasta declarar el acceso, la equidad y la calidad para todos bajo acuerdos internacionales, según los cuales, la educación superior “requerirá nuevos abordajes, que incluyan la educación abierta y a distancia (EAD) e incorporen tecnologías de la información y la comunicación TICs en tanto bien público, necesario para construir una sociedad del conocimiento inclusiva”, (Conferencia de Educación Superior, 2009).

La Conferencia inmediatamente citada expone la importancia que “(…)la introducción de TICs agregue valor, [y que] las instituciones y los gobiernos deberían trabajar en conjunto para intercambiar información, desarrollar políticas y fortalecer la infraestructura, en particular de banda ancha”; propuesta acogida por la Comisión Interamericana de Comunicaciones a la Asamblea General, que informa en uno de sus balances, los avances con relación a las “medidas encaminadas a la modernización de las legislaciones nacionales (…) [y el] análisis de la situación de conectividad en la región” (Comisión Interamericana de Comunicaciones a la Asamblea General; 2007).

Ahora bien, estas dinámicas del contexto expresadas en tendencias llegan a ser determinantes de las maneras de nombrar la materialización de dichos acuerdos; así sucede específicamente con las expresiones educación virtual como nueva generación de educación a distancia o educación virtual como modalidad educativa. Al respecto, expondré unos breves significados, seguidos de mi postura con el ánimo de contribuir a las reflexiones del lector, conforme a sus propios marcos de referencia.

Modalidad, es la manifestación de algo. Según el Diccionario de la Real Academia Española, RAE, es “un procedimiento o conjunto de procedimientos para realizar una acción (…) Una forma variable pero determinada que puede recibir un ser sin dejar de ser el mismo o la forma especial que puede adoptar un fenómeno”. Cotidianamente, nos referimos a modalidad cuando logramos identificar singularidades en la oferta educativa o en la estructura curricular y las didácticas de los programas, o bien, cuando apreciamos diferencias en la frecuencia e intensidad de los encuentros académicos, en la designación de tiempos para realizar actividades presenciales e independientes, en los recursos básicos en el tipo de productos que evidencian logros de la formación. Desde una mirada gubernamental las modalidades

“Son las opciones organizativas y/o curriculares de la educación común, dentro de uno o más niveles educativos, que procuran dar respuesta a requerimientos específicos de formación y atender particularidades de carácter permanente o temporal, personales y/o contextuales, con el propósito de garantizar la igualdad en el derecho a la educación y cumplir con las exigencias legales, técnicas y pedagógicas de los diferentes niveles educativos”

Las apreciaciones anteriores difieren de los significados de la educación a distancia, cuyos inicios y transformaciones pueden ser concebidos en olas. Según (Bernárdez, 2007) una primera ola data de más de 150 años atrás y está relacionada con los orígenes en los primeros cursos de gramática por correspondencia en Suecia (1833) hasta la oferta de maestrías y doctorados en Estados Unidos; la educación por correspondencia continúa en nuestros días. La segunda ola está marcada por la utilización de la radio-sonido -1920- y la televisión-imagen -1930- complementada con el uso de cuadernillos; la cobertura es amplia en Estados Unidos y Canadá e incursiona en Londres. La tercera ola es identificada a partir de 1960 con el uso de ordenadores, especialmente, para hacer evaluaciones y simulaciones; este es el preámbulo para la incursión de home computer hacia la década de 1970. La década de 1980 presenta avances como la realización de cursos multimedia interactivos por parte de los docentes y en la década de 1990 se dan los primeros sistemas de gestión de alumnos y contenidos, convertidos después en Learning Management Systems –LMS- y Learning Content Management Systems -LCMS-. En esta época también se dan las primeras redes de computación. La cuarta ola -E-perfonrmance- actualmente crece con rapidez en población global y propicia que un alto porcentaje de trabajadores desarrolle sus actividades online a distancia, desde lugares diferentes a los consabidos.

El recorrido anterior nos sitúa en una época de e-learning o electronic learning, según Bernárdez (p.19), equivalente a “todas aquellas metodologías, estrategias o sistemas de aprendizaje que emplean tecnología digital y/o comunicación mediada por ordenadores para producir, transmitir, distribuir y organizar conocimiento entre individuos comunidades y organizaciones”. Afirma el mismo autor que “un sistema e-elearning está compuesto de (a) un área de instrucción e interacción con los alumnos (…) que incluye diversas herramientas para el aprendizaje asincrónico y sincrónico, tales como e-mail, chat, aula virtual, foros de discusión y áreas de presentación y acceso a contenidos y ejercicios, (b) un área de gestión de contenidos o LCMS, que almacena y conecta contenidos en módulos reutilizables

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