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Violencia Juvenil


Enviado por   •  20 de Enero de 2012  •  2.602 Palabras (11 Páginas)  •  6.603 Visitas

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Gisela Angulo Pérez

Universidad popular de la Chontalpa (Psicología)

4to semestre, grupo “A”

bonita_225@hotmail.com

VIOLENCIA JUVENIL, ACOSO Y VEJEZ

Vivimos en una era en la que la violencia se ha convertido en parte de la vida cotidiana de todas las personas, ya sea que la practique, la sufra o la observe, de cualquier forma todos estamos expuestos, hombres, mujeres, niños incluso la naturaleza misma. ¿Qué estará sucediendo que la violencia es parte de la cotidianidad de nuestra sociedad? ¿Será a caso que los buenos valores se están perdiendo? ¿O a caso será que la violencia está en nuestros genes, y viene a ser un mecanismo de defensa del cual hemos abusado quizá un poco?... sea cual sea el motivo lo cierto es que la violencia nos afecta de muchas formas, y lo peor es que no somos conscientes de ello, por lo tanto seguimos conviviendo con ella y padeciendo sus estragos. Otro tema de relevancia es sin duda alguna el de la vejez, y no por morbo, sino porque la mayoría de las personas le restamos importancia, porque se ve como la etapa final de la vida del ser humano, sin embargo, es todo tan relevante como el resto de la misma, y es fascinante conocerla y reconocerla en todas y cada una de sus facetas.

Palabras claves:

Violencia, educación, instinto, mecanismo de defensa, sociedad, cultura, vejez, depresión, acoso, agresión, abuso.

Introducción

La violencia ha sido considerada como parte de la naturaleza del ser humano, y ha sido acogida como parte de la vida cotidiana, la violencia está en nuestras calles, en nuestros hogares, en las escuelas, en el trabajo, en todos lados.

Es un agente atroz, que atenta contra la dignidad de los individuos, la salud, la paz, la felicidad y la vida misma. Tristemente hemos aceptado la violencia y hemos aprendido a vivir con ella, a sobrellevarla en lugar de prevenirla.

LA VIOLENCIA JUVENIL

La OMS define violencia como:

“El uso deliberado de la fuerza física, el poder, ya sea con amenazas o efectivo, contra uno mismo. Otra persona o un grupo de personas o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones”.

La violencia comprende:

1. Comportamiento suicida

2. Conflictos armados

3. Violencia interpersonal

4. Amenazas

5. Intimidaciones

La violencia juvenil es un fenómeno social complejo, en el que inciden un gran número y variedad de factores que pueden propiciar su desarrollo. La presencia de algunos de estos factores no necesariamente conlleva al desarrollo de un joven violento. Es siempre la conjunción de varios factores la que facilita que pueda desarrollarse un perfil violento con mayor probabilidad. Entre los más destacados, se encuentran:

Problemas psicológicos y trastornos de la personalidad: jóvenes con una autoestima pobre, con prevalencia de sentimientos de inferioridad, acomplejados, y con elevadas dificultades de integración entre sus compañeros. Chicos con determinados trastornos de la personalidad no atendidos y tratados adecuadamente.

El ámbito familiar es el de mayor influencia en el desarrollo de la violencia. Una de las causas de este problema es debida a que los progenitores no han marcado límites y normas necesarios desde la infancia, y tampoco han aplicado consecuencias a determinadas actitudes o conductas inadecuadas, dejándolas impunes. Esta dejadez en la responsabilidad como padres se caracteriza por una actitud despreocupada, con tendencia a conceder y ceder ante cualquier petición de los hijos, hecho que denota un estilo educativo sin ningún tipo de autoridad, en el que todo está permitido.

Asimismo, otra actitud que puede propiciar el desarrollo de un joven violento es la de los padres que muestran emociones de rechazo o abandono hacia sus hijos y los humillan o maltratan con frecuencia, a la vez que expresan conductas violentas ante ellos, convirtiéndose en modelos a imitar.

En el ámbito escolar, el colegio puede facilitar el desarrollo o afianzamiento de estas conductas violentas, por ejemplo, al no haber prestado la necesaria atención y no haber gestionado adecuadamente los casos de alumnos con dificultades de aprendizaje, de integración social, de fracaso escolar o de acoso.

Asimismo, un sistema educativo excesivamente laxo, ambiguo o inconsistente, en que el profesorado no asume las responsabilidades necesarias hacia sus alumnos, puede dar pie a que éstos sobrepasen determinados límites sin recibir consecuencias y sin aprender a gestionar los conflictos y dificultades que puedan aparecer entre ellos.

En el ámbito social, la violencia juvenil es un reflejo de la violencia social. El fomento de determinados modelos agresivos, la excesiva valoración del poder, el éxito sin esfuerzo, el consumismo, la competitividad extrema, el individualismo y la búsqueda del placer inmediato pueden influir en que el joven sobrevalore todas estas tendencias y las adopte como suyas. Para los jóvenes, las sociedades entrañan ciertos peligros que pueden favorecer un afloramiento de la violencia juvenil como, por ejemplo, el hecho de hablarse en exceso de los derechos y poco de los deberes, con la idea de merecer tenerlo todo sin tener que ganarlo o esperar para conseguirlo.

Las sociedades con grandes diferencias de estatus socioeconómico y con imposibilidad de progresión o mejora pueden favorecer la erupción de violencia, así como la emisión de programas violentos en los medios de comunicación pueden llevar al joven a la imitación y a la tolerancia o justificación del uso de la violencia.

¿Cuál es el perfil de un joven violento?

Los rasgos de personalidad que suelen estar presentes en un joven que ejerce la violencia son:

Posee una elevada tendencia a la agresividad, fuerte impulsividad, hiperactividad, escasa capacidad para la reflexión y falta de control sobre la ira.

Ha conseguido una escasa socialización desde la infancia, con pocos amigos y grandes dificultades para mantenerlos.

Busca el placer y la satisfacción inmediata de sus necesidades y deseos.

Muestra frialdad, poca empatía, con dificultades para identificar las propias emociones y las ajenas.

Suele expresar una actitud defensiva, desafiante, percibiendo en los demás señales de amenaza y agresión, y malinterpretando las intenciones que éstos puedan tener.

Se cree autosuficiente, pero a la vez utiliza y manipula con frecuencia a sus familiares para conseguir sus propósitos de inmediato.

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