Yo desde el punto de vista de Freud

El yo desde el punto de vista de freud

Yo desde el punto de vista de Freud

Para Freud la personalidad humana tiene tres partes:

El id: es la parte infantil, la parte que desea la satisfacción inmediata, es la parte primitiva cuyo propósito es reducir tensiones creadas por pulsiones primitivas relacionadas con el hambre, lo sexual, la agresión y los impulsos irracionales. Comprende todos los instintos y reflejos heredados al nacer y obedece a las necesidades e impulsos biológicos básicos, no posee organización, ni lógica, no tiene valores y es regida por el principió del placer y desconoce las demandas de la realidad. Constituye según Freud, el motor del pensamiento y el comportamiento humano y desconoce las demandas de la realidad. En el id existen las contradicciones, lo ilógico y los sueños.

El Ego: es la parte que reconoce la realidad y mantiene al id bajo control, es orientada por el principio de la realidad y ejerce funciones mediadoras entre la búsqueda de la satisfacción del id y la realidad, cumple de forma realista los deseos y demandas del id, satisface los impulsos del id de una manera apropiada utilizando un razonamiento realista. El ego se basa en un concepto real del mundo para adaptarse al mundo, representa una organización lógica y ordenada de la personalidad. Permite reconocer las acciones que realizamos y razonar los impulsos que realizamos.

El súper ego: es la voz de la conciencia, el sostenedor de la ley moral, es una estructura portadora de lo ideal y del deseo de la perfección en el sentido opuesto al id. Constituye el aspecto de la vida mental que hacen las voces de la conciencia y se desarrolla como resultado de la resolución del complejo de Edipo. Representa pensamientos morales y éticos consta de dos sistemas: la conciencia moral: se refiere a la capacidad para la autoevaluación, la crítica y el reproche. El ideal del yo es una autoimagen ideal que consta de conductas aprobadas y recompensadas.

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