Рedro el pelícano tenía un problema
Enviado por policias • 23 de Septiembre de 2014 • Reseña • 732 Palabras (3 Páginas) • 266 Visitas
pedro el pelícano tenía un problema.
siempre había querido ser marino. desde que nació le habían llamado la atención los buques que surcaban los mares y los marinos que desembarcaban en las playas. se imaginaba teniendo excitantes aventuras en tierras muy lejanas.
pero ese no era el problema. pedro también quería ser artista, arqueólogo, dibujante, guitarrista y además tener muchos hijos.
"¡eso es imposible!" le decían los pelícanos mayores. "tienes que escoger. tienes la cabeza llena de tonteras, por que eres muy joven, con el tiempo te vas a poner más normal y menos estúpido." "termina de una vez con esos sueños tontos y conviértete en un pelícano normal, comes cuando hay que comer, duermes cuando hay que dormir y eso es todo."
pedro se ponía muy triste cada vez que le decían esto. un día iba cabizbajo caminando por la playa. no escuchaba el ruido de las olas, como siempre le gustó hacerlo. no veía el azul del cielo que siempre gustaba de admirar, ni los buques surcando los mares, como solía hacer por horas. no estaba pensando en la música que tanto amaba, ni en los dibujos que era capaz de crear. sólo pensaba que estaba confundido.
tal vez su problema no tenía solución. o a lo mejor él era realmente un tipo extraño.
"cómo estás pedro." se sobresaltó de escuchar el vozarrón de su abuelo. no se había dado cuenta de que estaba tan lejos. la isla donde vivía con su familia tenía lugares prohibidos. uno de esos lugares era la península donde vivía su abuelo.
el abuelo de pedro estaba considerado un ser extraño, era la oveja negra de la aldea. era marino. se había marchado siendo muy joven, había navegado por los siete mares y vivido la vida más excitante que jamás nadie pudo soñar. volvió muchos años después, quemado por el sol con una larga barba y muchas historias. la familia nunca le perdonó que se fuera, los otros pelícanos nunca le perdonaron que volviera. ahora en su vejez vivía con sus memorias y apartado del resto.
pero pedro amaba a su abuelo y siempre se escapaba para conversar con él. nunca le importó lo que el resto opinaba, para él, su abuelo era el más sabio y el mejor de todos. esta vez no se había propuesto ir a verlo, estaba triste y abatido y sus pasos lo habían conducido hasta esa parte de la isla.
"oh, estoy bien abuelo."
"pues no tienes mucha cara de estarlo."
a pedro siempre le llamó la atención como su abuelo le podía leer el rostro. siempre sabía lo que el joven estaba pensando y sobre todo, lo que estaba sintiendo.
"quiero ser muchas cosas y no puedo tomar una decisión. quiero hacer muchas cosas y no sé como."
"¡eso es estupendo!" exclamó el abuelo muy contento. pedro se sorprendió mucho. todo el mundo vivía insistiendo en que tenía que ser sólo un pelícano
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