Camino. ¿Me amas?”. Él le respondió: “Sí, Señor, sabes que te amo”
Enviado por fubukimazariegos • 1 de Marzo de 2017 • Ensayo • 2.060 Palabras (9 Páginas) • 304 Visitas
¿Me amas?”. Él le respondió: “Sí, Señor, sabes que te amo”
San Jn 21, 15-19
SE APARECIÓ OTRA VEZ A LOS DISCÍPULOS A ORILLAS DEL MAR DE TIBERÍADES San Juan 21:1
Hijitos, ¿TIENEN ALGO PARA COMER? San Juan 21: 5
SIMÓN PEDRO OYÓ QUE ERA EL SEÑOR San Juan 21:7
Lo primero para tratar de descifrar esto es el estudio en torno al arte de hacer preguntas y recordé los diferentes tipos de preguntas,
Tal es la pregunta genuina (conlleva la expectativa que haya otro que la responda),
La pregunta retórica (conlleva la expectativa de que quien la reciba, solo la escuche),
La pregunta verificativa (permite identificar la presencia o ausencia de aprendizaje en otros),
La pregunta averiguativa (se puede detectar una inquietud genuina por enterarse, por conocer, algo que quien pregunta desconoce),
La pregunta abierta (confiere un amplio campo de iniciativa a quien responde para que diga cuanto desea o como lo desea en torno a aquello que le es preguntado),
La pregunta cerrada (aquella que solo permite que quien responda lo haga diciendo “Si” o “No”) y la pregunta que lleva contrabando (ya que hay siempre determinados contenidos que la pregunta carga consigo, de manera más o menos explícita).
Este pasaje, como lo podemos advertir, gira en torno a una palabra: “amor”. Pero para poder tener una mejor comprensión de todo este pasaje bíblico, vamos a remitirnos al original en griego, para que lo podamos entender bien. Existen tres palabras en el griego para referirse a la palabra amor. Una de ellas es filios, que es amor filial, es como afecto. Otra es eros, que es el amor erótico, ese amor pasional. Y la tercera en griego es ágape, que es el amor verdadero, es aquel amor que procede de Dios, pero es el amor que sacrifica, que lo entrega todo, que todo lo da.
Cuando nosotros leemos en el original en griego, Jesús le pregunta a Pedro: ¿Me ágape más que éstos? Y Pedro le responde: Sí Señor, tú sabes que te filios. Es decir, nuestro Señor Jesucristo le está diciendo: ¿Pedro tú me amas con ese amor que todo lo sacrifica, con ese amor verdadero? Y la respuesta de Pedro es: Sí Señor, tú sabes que yo te tengo afecto, que yo te estimó, que yo te quiero.
Entonces nuestro Señor Jesucristo por una segunda ocasión le pregunta a Pedro: ¿Pedro, tú me ágape? ¿Me amas profundamente? Ya no preguntó si más que los otros discípulos, solo fue si lo amaba. Y entonces Pedro le contestó, leemos en la Escritura: Sí Señor, y una vez más le insiste, tú sabes que te filios, tú sabes que te estimo, que te tengo afecto.
Nuestro Señor Jesucristo por tercera ocasión le pregunta a Pedro, ¿me filios Pedro? Es decir, me estimas, me tienes afecto. Y Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez ¿me filios, me estimas? Y le respondió: Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te filios, tú sabes que te estimo. Tiene razón Pedro, Jesús todo lo sabe, todo lo conoce, Jesús conoce hasta lo más profundo de nuestro corazón. Dice la Biblia que aun conoce nuestros pensamientos antes de que nosotros los pensemos. Él sabe lo que nosotros pensamos, lo que nosotros sentimos, lo conoce perfectamente bien.
Lucas 22:31-32 Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; 32pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.
Qué palabras tan impresionantes, tan impactantes de parte de Jesucristo para con uno de sus discípulos. Imagínate tú que en estos momentos viene Jesús, te habla y te dice: ven, necesito platicar contigo. Sí Señor ¿qué pasó? Pues te tengo una noticia, Satanás te ha pedido para zarandearte. ¿Cómo te sentirías? Dices: A ver espérame, ¿cómo que el enemigo vino y te pidió zarandearme? Bueno, Señor espero que le hayas dicho que no. Y el Señor te dice: ¡NO! Le dije que sí, porque tu fe tiene que ser probada, porque tengo que ver cuánto me amas. Entonces te va a zarandear.
¿Yo no sé si tú sabes cómo se zarandea el trigo? Agarraban manojos de trigo y lo golpeaban contra una mesa, así lo zarandeaban. Imagínate que a ti te agarren de los pies y te azoten contra la mesa. Esto es lo que el pidió Satanás a Jesús, zarandear a Pedro de este modo. Entonces Pedro se sorprendió y nuestro Señor Jesucristo le dijo: pero la buena nueva es que tú no te preocupes, yo ya hablé con Dios Padre para que tu fe no falte.
O sea, no le dijo para apartar al enemigo, para que no te toque, es mi discípulo, eres cristiano cómo es posible. ¡No! Yo el pedí, yo rogué al Padre que tu fe se sostenga, que tu fe verdaderamente sea firme. Para que entonces una vez que tú pases la prueba, estés más fortalecido que antes porque ese es el propósito de las pruebas, y entonces puedas venir con los demás discípulos y aun, a ellos confirmarlos en la fe, afirmarlos a ellos. Qué palabras tan impresionantes.
Pero cuál fue el pensamiento de Pedro ante esto que le estaba comentando nuestro Señor Jesucristo, Pedro pudo advertir que el enemigo iba a venir a crearle problemas precisamente con su fe, con Jesucristo, y que aun su fe se podía caer, se podía desplomar, lo tuvo que entender de ese modo. Y entonces viene la respuesta de Pedro a Jesús, y dice:
Lucas 22:33 El le dijo: Señor, dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte.
¡Wow! Qué declaración tan tremenda de parte de Pedro, del discípulo. Mi fe no solamente está firme, no solamente no se caería, sino que aun Señor yo soy capaz de ir contigo a donde tú vayas. Y si vas a ir a la cárcel, yo voy contigo a la cárcel. Y si te han de matar, yo muero a tu lado. ¡Qué bonito! Por ti Señor, no hay duda, yo soy capaz de morir. ¿Por qué? Por una razón, porque te amo.
...