Defensor de los ultimos

DEFENSOR DE LOS ÚLTIMOS

En este capítulo el autor nos muestra a Jesús como amigo de “indeseables”, es decir, de los mendigos, prostitutas, enfermos, los excluidos de la sociedad. Además, él interactuaba con ellos, convivía entre ellos, se identificaba como uno de ellos, promulgaba la buena nueva de Dios y creaba esperanzas en estas personas. Como tesis principal: la pregunta de a quienes se les abrirán las puertas del reino de los cielos, a los miserables o a los que vivieron toda su vida llena de riquezas, poder y honor, a aquellos que aun en sus narices veían el sufrimiento ajeno y no tenían compasión de aquello.

Después de 2012 años, podemos notar que la historia aun se sigue repitiendo, aun sabiendo que los que entran a la tierra prometida son los humildes de corazón, aun sabiendo todo esto, somos ignorantes, recurrimos a la indiferencia, pasamos por enfrente de un mendigo y no somos capaces de regalarle una moneda, aun viendo las catástrofes por las que pasa un país, no nos decidimos por ayudar…tan poca falta de solidaridad y compasión tenemos? Cuánto tiempo más tenemos que esperar o vamos dejar que pase para realizar la sencilla tarea de vivir todos como hermanos, como hijos de Dios.

Estamos consumidos por la ambición y la avaricia, nos estamos dejando dominar por el gran rey llamado dinero y nosotros como sus esclavos. Hay que pensar que no tiene importancia vivir como ricos y morir sin nada, como dice el famoso dicho: todavía no he visto un entierro con trasteo. Tan fácil es ser humilde de corazón, es un trabajo que no cansa, simplemente es seguir los pasos de Jesús, aprender de la vida de él, como nos las muestra el autor, Jesús no tuvo riqueza alguna, solamente riqueza de amor por el prójimo.

En el tiempo que he vivido no he visto aun a una figura respetada como lo es el papa, vestido con trapos y/o en sandalias…con lo que cuesta una túnica de él, se podría alimentar a cientos de niños, vale aclarar que la iglesia católica ha hecho demasiado por muchísimas personas, pero acaso no es lo mismo orar con algo simbólico como un Cristo de madera que con uno de oro? Lo importante es la fe y la sinceridad con la que se reza.

“La religión no tiene el monopolio de la salvación” ciertamente concuerdo con José Antonio Pagola, el camino más fácil es ayudar al que lo necesita sin esperar que pidan ayuda. Pensar que todos harían caso a este mandamiento (amar a tu prójimo) es soñar! No podemos dejar de un lado que en el mundo existió, existe y existirá el mal, lastimosamente es la cruda realidad. Pero nada cuesta soñar que algún día será así, la esperanza es lo último que se pierde.

A las personas que supuestamente son felices viviendo en la abundancia del dinero, fama y poder, aquellos que carecen de compasión por el que le extiende su mano para pedirle de comer a estas personas les llegará el día que tengan que rendir cuentas de lo que hicieron en sus vidas, porque aquel que extiende su mano, ése es Dios, algún día Dios les dirá que nunca prestaron atención cuando el tenia hambre.

“aquellos privados hasta de lo necesario para vivir serán los primeros en llegar al reino de Dios y los poderosos que parecen tenerlo todo serán los últimos”

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