El anillo de Giges-Capítulo
Enviado por SamuraiXXI • 20 de Marzo de 2020 • Informe • 1.647 Palabras (7 Páginas) • 897 Visitas
Joaquín García Huidobro
El anillo de Giges-Capítulo III
En este capítulo se habla de los actos humanos en un fin, en donde todas nuestras acciones llevan a su camino, aunque estas acciones y reacciones no dependen de nosotros, sino que son expresión de nuestra biología. Uno podría plantearse que todos nuestros actos son por un bien, pero sería según el tipo de persona por no todos somos iguales cada uno de nosotros tiene un camino diferente a seguir y un camino diferente al terminar.
Pero para seguir o terminar un camino necesitamos un fin, por su puesto hay una cosa que es necesaria y es entre lo que hacemos y lo que perseguimos, nuestras acciones en esta sociedad serán lo que determinarán nuestro fin o nuestro objetivo. Pero para eso tenemos que tener conciencia de eso es propio de los seres racionales y tiene que ver con el tema de la responsabilidad, todos sabrán que en nuestra sociedad hay dos tipos de actos los buenos y los malos, pero quien determina esos actos como buenos y malos, se podría decir que el tipo de situación podría determinar, pero también hay leyes que los regulan si lo que hacemos está bien o mal.
Pero también somos nosotros quienes también pueden decir que está bien o mal, pero ese tipo de decisiones hay que decidirlas de una manera racional y ¿acta para un bien en nosotros y quienes nos rodean.
Llegando a otro punto del capitulo el bien o felicidad que es la identificación de aquello que, en último término, mueve nuestros afanes, sino en saber en qué consiste, de hecho, ser feliz, y que todas las personas su fin es la felicidad de uno mismo o de los que lo rodean. Eso si no hay que comparar la felicidad con el placer, el placer es una necesidad momentánea que tiene como objetivo solo satisfacer una necesidad propia en cambio que la felicidad es algo que anhelamos y que queremos por toda nuestra vida como este pequeño párrafo de capitulo:
“Cuando se afirma la existencia de un fin de la vida humana no se está diciendo que cada hombre en cada uno de sus actos libres esté pensando en alcanzar ese fin. Más bien sucede, al contrario. Si lográramos conocer qué busca una persona y por qué lo hace podríamos reconstruir la dirección general de su vida y decir, o identificar, qué es lo que en realidad esa persona persigue.”
Pero debemos siempre contemplar nuestros limites por nuestra virtud o la forma de crianza de uno sabe que cada persona de este planeta tiene un distinto camino a su fin o felicidad distinta, todos sabemos que en esta sociedad hay distintos países que tienen grandes diferencias sociales y que alguno su felicidad es que sus hijos tengan algo para comer y que puedan seguir viviendo. Con todo, atendida la condición humana y su existencia en un mundo marcado por la contingencia, no resulta posible pensar en un estado puro de contemplación de la verdad, el bien y la belleza. Se trata de una aspiración, de algo a lo que se tiende, pero que debe ir necesariamente acompañado por expresiones de vida activa.
La razón humana, por tanto, no está cerrada sobre sí misma, sino abierta a una realidad que la excede, y que le permite adquirir su plenitud, abriéndose a su contemplación. Pero para el fin de nuestra existencia o de la vida del humano es mantener a dirección nuestro fin o darle objetivo a nuestra vida, para alcanzar la felicidad.
Joaquín García Huidobro
El anillo de Giges Capítulo IV
Ya para este capítulo se podría entender como nuestros actos nos llevan en nuestro camino a nuestro objetivo o fin. Los actos que el hombre realiza repercuten en su modo de ser. Nuestro ser es moldeable, pero se va definiendo con el tiempo, a través de lo que hacemos. Si vemos lo que habla el capitulo es por cada acción que hagamos será lo que nos determinen nuestras acciones a futuro de nosotros.
Pero también hay que determinar que siempre habrá actos que puedan perjudicar a otros o que lleven a un fin bueno, pero de uno mismo. Como en el caso de las Guerra Mundial, como objetivo de era conquista de otros países sin importar la estrategia que usaran, por supuesto nosotros sabemos por nuestros libros de historia como fueron era esas guerras en la muerte de miles de hombres, mujeres y niños para cumplir el bien de uno, pero el mal para otros. Ella permite al hombre dominar el mundo, pero no es capaz de ordenarse unívocamente hacia el bien, sino que a veces se dirige también al mal.
Pero siguiendo del capítulo, nos vemos forzados a elegir. Tener que tomar miles de decisiones durante el día podría parecer angustioso. Afortunadamente no sucede así. No estamos forzados a comenzar de esta manera. No tenemos que tomar todas estas decisiones porque ya poseemos un hábito en estas materias, que nos permite hacerlas de modo espontáneo, y concentrarnos sólo en algunas decisiones que parecen más importantes.
“Los hábitos, cuando son constructivos, multiplican la capacidad de acción. Es decir, las decisiones previas aumentan nuestra capacidad de decidir y la calidad de los resultados que se consiguen.”
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