El don de la gracia

EL DON DE LA GRACIA

DON: regalo

El Catecismo de la Iglesia Catolica nos dice que la gracia es el favor, la Ayuda gratuita de Dios para que podamos responder a su llamada: llegar a ser hijos de Dios, hijos adoptivos, partícipes de la naturaleza divina, de la vida eterna.

La gracia es para todos los seres humanos, creados a semejanza de Dios.

¿Qué hace la gracia en nosotros?

Nos inclina al bien, Nos ayuda a reproducir la imagen de Cristo, ser otro Cristo en este mundo, haciendo lo que Cristo hizo. Esta semejanza con Cristo se manifiesta en las virtudes: vivir con las virtudes empezando por la caridad (Amor).

¿Cómo recibimos la gracia?

La gracia la recibimos con el Bautismo, infundida por el Espíritu Santo en nuestra alma para sanarla del pecado y santificarla. La recibimos por el Bautismo.

La gracia no tiene límites, está disponible para todos los que nos acercamos a Dios a través de los sacramentos.

Se hace una distinción cuando hablamos de gracia: santificante y actual.

Santificante: don permanente y sobrenatural que ayuda a nuestra alma para que viva con Dios y obrar por su amor, y ser herederos del cielo. La recibimos en el Bautismo, y la vamos perdiendo por el pecado mortal, pero la recuperamos con el sacramento de la confesión. Es importante volver a Dios, pedirle perdón.

Actual: intervenciones de Dios a lo largo de nuestra vida. NO se va a aparecer como el Angel Gabriel, pero se nos manifiesta en esos momentos de prueba cuando recibimos chispasos de cómo actuar frente a algo como lo hubiera hecho Dios. Si es un momento de tentación “por ahí no” en sufrimiento para tener la fortaleza. AUXILIOS MOMENTANEOS que nos ayudan a ir hacia el bien.

Actual no es porque es de ahora, se le dice asi porque es transitoria de acuerdo al momento que estemos viviendo.

¿Vivir en gracia, significa que jamás voy a pecar? Al contrario, nos ayuda en la lucha diaria para vivir y ser como Cristo.

Recordemos que La gracia antecede y acompaña la lucha ascética y nos hace capaces de obrar como hijos de Dios. Lucha ascetica: (trabajar en vivir una vida sobrenatural luchando contra los obstáculos que se opongan a esa lucha: soberbia pereza egoismo sensualidad)

La gracia, o sea la vida divina en nosotros, es ofrecida por Dios generosamente, Dios no se niega nunca a nuestras oraciones, y en la justa medida nos socorre en nuestras necesidades. 

IMPORTANTE: La gracia aumenta a medida que permitimos al Espíritu Santo actuar en nuestra alma a través de nuestra participación en los sacramentos en la oración y en la vida virtuosa. Recordemos ser Cristo con sus virtudes su forma de pensar y de actuar. Pedir a Dios la gracia mediante la oración y la mortificación —«la oración de los sentidos» – y recibirla en los sacramentos

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