Exeguesis del Evangelio de Juan

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Universidad Católica Cecilio Acosta

Facultad de filosofía y teología

Exegesis y teología del Evangelio de S. Juan

Pbro. Dr. Carlos J. Villasmil

Autor:

Alejandro José Rangel Rodríguez

Octubre, 2016.

        Primera parte

La preexistencia del Logos:

• El termino logos es tomado de la filosofía helenista, que se refiere a aquel que hace el orden del cosmos, que ordena el caos que había en el universo. Aunque ciertamente no es este el determinante para que Juan lo utilice en evangelio, parte más de algo experimentable o tangible, nace una experiencia personal.
• Se dice de este logos que estaba desde el inicio, estaba junto al Padre cuando fue creado el mundo. Para la cultura judía la idea de la preexistencia no se escapa de los límites de su compresión, pues la ley, la caída del edén, el trono glorioso, el mesías, etc; todos ellos son concebidos como ya existentes, porque están desde antes y son parte del plan salvador tenido por Dios desde el inicio de todas las cosas.
• Pero a pesar de cualquier elemento que haya influencia -o pareciera haberlo hecho- en el evangelio de Juan se muestra sorprendentemente como algo original, tanto las afirmaciones de Juan como las autoafirmaciones de Cristo, dan entender una gran originalidad a la hora de hablar de la preexistencia.

La venida y encarnación del Logos:

• “el verbo (logos) se hizo carne” esta afirmación es de vital importancia para entender el acontecimiento de la encarnación planteada por Juan. ¿Por qué se utiliza el término “carne” para hablar de este misterio de fe? El termino “carne” en la teología joánica se utiliza para hablar de lo que está unido a la tierra, lo que es transitorio o pasajero. En dicha afirmación se unen dos realidades, el dualismo arriba-abajo.
• Nos prepara para la afirmación eucarística, el cuerpo de Cristo, la carne del Hijo de Dios –que el mismo dirá que debemos comer de su carne para ser salvos- que se hace presente en una realidad sacramental. Para Juan es importante esta realidad, porque para él los sacramentos son la prolongación de la encarnación, es decir, que Jesús sigue presente de manera tangible en la tierra.
• Determina y fortalece la historicidad de Jesús, no es una suposición, es una realidad concreta, el Hijo de Dios ha tomado la forma humana. por tanto cuando se habla de su muerte adquiere más credibilidad.
• Esta encarnación se inscribe directamente en el plan de salvación de Dios. Juan continua “…y habito entre nosotros” es decir Dios mismo ha venido a compartir la vida con el hombre. ha dejado de ser el Dios lejano, para convertirse en el Dios cercano a su pueblo amado. Puede ponerse en paralelo esta afirmación con la idea de “poner la tienda entre los hombre”. En el AT la tienda era un lugar para encontrarse con Dios, la tienda puesta fuera del campamento era a la que asistían los israelitas durante el paso por el desierto, para encontrarse con Dios. El Verbo carne se hace sacramento vivo  y tangible de la presencia de Dios, lugar para estar junto a Dios.

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