LA LABOR DEL ESPÍRITU SANTO- EL ESPÍRITU SANTO DISCIPLINANDO LA IGLESIA
Enviado por lisset monja • 4 de Mayo de 2017 • Trabajo • 1.581 Palabras (7 Páginas) • 334 Visitas
LA LABOR DEL ESPÍRITU SANTO
I. EL ESPÍRITU SANTO DISCIPLINANDO LA IGLESIA
La piedad de Bernabé y la alabanza que recibió por su generosidad sincera (Hechos 4:36-37) impresionaron a Ananías y Safira. Deseando ellos tener el mismo reconocimiento, aparentaron haber dado el total de la venta de una propiedad para distribuirlo entre los pobres .
UN PELIGRO LATENTE
El incidente enfatiza el peligro de obstaculizar a la iglesia e involucrar al Espíritu Santo en actos injustos. Aparentemente, Ananías y Safira habían afirmado que el Espíritu Santo los había inspirado a vender la propiedad y dar el total a la labor social de la iglesia. Ellos habían tratado de hacer al Espíritu Santo partícipe de su crimen. Estaban atribuyendo la obra de Satanás al Espíritu Santo. En cualquiera de los casos, el tratar de usar mal los recursos divinos es peligroso,
Aquí tenemos a dos hipócritas actuando como dos cristianos consagrados, pues guardaron para sí parte de lo que estaban dando a la iglesia. El relato bíblico (v.2) literalmente dice:"... sabiéndolo también su mujer"; o sea, "sabiéndolo ella con el esposo", entonces el pecado era más serie por ser "deliberado". Se ha comparado la hipocresía de Ananías y Safira con la de Acán. En la conquista de Canaán (Josué 7). En ambos casos, el pueblo atravesaba un momento crítico de la misión divina, y la hipocresía era una amenaza. Los dos sucesos son recordatorios gráficos de la percepción divina del pecado y muestra que el ardor de su ira, contra todo lo que no es santo, es parte esencial y eterna de su naturaleza divina. Sin embargo, esto no significa que los que no han experimentado los juicios de Acán y Ananías sean mejores que ellos; ya que sólo la gracia de Dios cambia las cosas. Estos incidentes en momentos distintos de la historia bíblica sirven para recordarnos que debemos vivir con un reverencial temor a Dios (Josué' 7:26) (Biblia de Estudios de Apologética, Nashville, Tennessee: Holman Bible Publisher, 201 I, p. 1485).
B. LA SENTENCIA
La sentencia que se ejecutó sobre estos dos hipócritas, fue sumaria y veloz. Sus muertes fueron instantáneas al escuchar la pregunta de Pedro. Las muertes de Ananías y Safira pudieron haber resultado de la impresión por haber sido descubiertos públicamente. El hecho de que ambos murieron repentinamente indica que sus muertes no pueden ser simplemente explicadas por causas naturales; sin embargo, Dios puede usar lo natural para su propósito.
Esta historia muestra tres aspectos importantes acerca de la iglesia primitiva: La expectación, la sensibilidad de la gente de aquellos días y también muestra el extraordinario respeto en el cual eran tenidos los apóstoles. Esta historia nos enseña que Dios aborrece la hipocresía. Claro está que ha habido multitud de hipócritas desde entonces y siempre los habrá; pero en aquellos días, Dios dio una solemne advertencia que sirviera como una barrera para que la gente no entrara como un torrente, sin pensarlo o por motivos indignos, en la iglesia. El propósito de este castigo era el de conservar limpia la iglesia. El Dios de toda justicia hizo ver en los comienzos de la iglesia lo que Él pensaba y piensa de los fallos morales y espirituales, al mezclarse obras satánicas con las del Espíritu Santo, que afean el testimonio de su pueblo. Este actuar de Dios hizo que viniera el temor sobre la iglesia y todos los que oyeron (v. I I).
A través de este actuar de Dios se puede observar el efecto que provocó dicho acontecimiento referido en la iglesia primitiva. En Hechos 5:13-14, se indican los dos resultados del suceso acaecido: Las personas insinceras tuvieron miedo de unirse a la iglesia, pero "los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres".
II. EI ESPÍRITU SANTO EXPANDIENDO LA IGLESIA
A. LA CONTINUIDAD DEL PODER A TRAVÉS DE LA IGLESIA
Quitada de en medio la turbación que había causado el intento de Ananías y Safira, ¡a iglesia continuó experimentando la gracia milagrosa de Dios. Las señales y milagros daban evidencia continua de que la presencia de Dios estaba con los apóstoles (5:15-1 6). Las manifestaciones hicieron posible la continuación del testimonio en Jerusalén, a pesar de la furia de los príncipes del pueblo.
B. LA IGLESIA AMENAZADA
La iglesia cristiana fue amenazada desde afuera, pero no se escondió. Su lugar de reunión fue al aire libre, en el pórtico de Salomón (v. 12). Los cristianos primitivos se reunían en un lugar en el cual, desde todas partes, todo el mundo los podía ver; pues no tenían la menor intención de ocultar su cristianismo. Multitudes de cristianos hacían de los amplios pórticos orientales sus "capilla evangélica".
Los apóstoles eran tenidos en gran estima. La curación de los enfermos y la liberación de los malos espíritus revelaban
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