La Creación.

1. La Creación

Una de las primeras cosas que debemos hacer cuando hemos sido reconciliados con Dios, es buscar relacionarnos con Él de la mejor manera que podamos. Para esto es necesario buscar, entre otras cosas, en su Palabra, tan atrás como nos sea posible.

El relato del libro de Génesis nos permite tener una perspectiva acerca del origen de todo lo que existe, de que fuimos creados por Dios, que tenemos propósito, que por nuestra desobediencia perdimos la estrecha relación que teníamos con Él, la importancia de la familia y de que Dios ha amado tanto a la humanidad, que a pesar de sus sentimientos contrarios hacia nuestra tendencia al mal, ha tenido compasión una y otra vez de su creación.

1. Dios Creador del Universo y de Hombre:

Antes de la Creación el mundo que conocemos no existía:

Génesis 1: 1-2: 1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2 La tierra estaba desordenada y vacía, las tinieblas estaban sobre la faz del abismo y el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.

Dios crea al Hombre:

Génesis 2:7: Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente.

Junto con crear todo lo que existe y al Hombre mismo, Dios le dio una razón para vivir, esto se llama Propósito y está aún vigente en cada uno de nosotros:

1. Dios le entrega el dominio de todo lo creado al Hombre:

Génesis: 1:28: Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.

Dios nos hizo a su imagen y semejanza (somos semejante a Él, no iguales), y nos dio de su espíritu para que podamos ser responsables del mundo creado, que no es otra cosa que una proyección material del mundo espiritual.

Esto forma parte del diseño original con el que fuimos hechos. Asimismo otro diseño que Dios nos entregó (para cumplir) es la Familia.

1. Dios crea la primera familia:

Génesis 2: 18-24: 18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. 19 Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. 20 Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él. 21 Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. 22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. 23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. 24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.

Si reflexionamos un poco sobre lo que hemos leído hasta ahora nos podremos dar cuenta de lo importante que es para Dios su diseño de la Familia. Él creó primero la familia (Adán y Eva), antes de crear la Iglesia o una religión. Por tanto debemos ser obedientes con buscar su bendición cuando anhelamos una pareja, y hacer esto según su perfecta voluntad. Mediante este diseño que se le entrega al hombre y a la mujer sus funciones fundamentales en el día a día.

Sin embargo, además de las bendiciones y diseños que nos fueron entregados, Dios también le dio al hombre un mandato que de no ser cumplido traería consecuencias terribles para él y todos los viniesen después.

1. La caída del hombre:

Génesis 2:16-17: 16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; 17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

Adán era consciente de lo que se le había ordenado. Sin embargo Satanás tomó forma de serpiente y le habló de forma astuta a Eva para convencerla de que comiera del fruto del árbol prohibido, y lo hizo, lo cual provocó que la relación que hasta ese momento tenía el hombre con Dios nunca más volviera a ser igual, y trajo consecuencias para toda la humanidad.

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