Misiones ¿estaré haciendo bien mi papel de líder en el lugar donde trabajo?

INDICE

Introducción                                                                 3

Desarrollo                                                                        4 

Conclusión                                                                        5

Bibliografía                                                                 6

Introducción:

El ministerio que Dios nos hace entrega es de gran responsabilidad e importancia. Por eso debemos de saber: que, como, cuando, administrar bien los recursos que él nos da, tanto en lo personal como en el lugar que nos desempeñamos como Siervos del Señor.

Especialmente cuando nos relacionamos con diferentes edades dentro la congregación.

Es un don ser buenos administradores, así lo confirma la Palabra, y para eso debemos de buscar la guianza del Espíritu Santo en cada área de nuestro ministerio, de nuestra vida personal y de nuestra familia, y así estar identificado como lo dice el Apóstol Pedro en:

4:10 “Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios”

En la página 8 del libro de estudio, entrega la siguiente definición de la palabra Administración:

“Etimológicamente administrar procede del latín: Ad = a; ministrare = servir. Un administrador es el que sirve a los demás y en su calidad de servidor se convierte en la persona clave de una organización.”

Cuando Dios en su infinito amor y misericordia, nos busca para cumplir el propósito en nuestras vidas, y nosotros le aceptamos como nuestro Salvador y Señor, este regalo viene de la mano de regeneración, restauración reconciliación, proyección e infinidades de bendiciones para nosotros en esta nueva vida, que él nos da.

Pero con esta gran bendición también hay propósitos que cumplir, y con el caminar él nos guía y nos mostrara cual es la función que debemos cumplir en el cuerpo de Cristo.

Y es ahí donde debemos de ser buenos administradores, en conclusión, somos siervos al servicio de otros, y esto no es lejano a nosotros, hubo otro que también se hizo siervo, y él es Jesus, se despojó de su gloria, para venir a servirnos, en humildad, amor, esperanza.

Hoy cada uno de los que estamos en Isum, estamos trabajando en diferentes áreas de la Iglesia, unos con niños, otros con adolescentes, otros con matrimonios, otros con adultos mayores, otros con mujeres, otros con hombre, etc., cada cual desempeña una labor especifica.

Al inicio de mi Ministerio me hice algunas preguntas, como estas: ¿estaré haciendo bien mi papel de líder en el lugar donde trabajo?, ¿cumpliere con lo que Dios demanda de mí?, no puedo negar que al principio fue muy difícil, el estar a cargo de personas que tenían diferentes tipos de vida y que venían de realidades totalmente diferentes a las que yo conocía.

Tuve que estar dispuesta a escuchar, ayudar, a interceder, a organizar es decir siempre lista en 24/7.

No tenía mucho conocimiento de como guiar un grupo y menos de como poder ser una persona que pudiera organizar un lugar de mas de 40 personas entre niños y adultos.

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