Resumen de Amoris Laetitia y comentario
Enviado por diegomatias • 1 de Diciembre de 2017 • Resumen • 6.007 Palabras (25 Páginas) • 404 Visitas
Amoris Laetitia
Francisco
Contenido
1 - A la luz de la Palabra: Da tono a toda la Exhortación
2 – Realidad y desafío de las familias: Situación actual de las familias, “en orden a mantener los pies sobre la tierra”
3 – La mirada puesta en Jesús: vocación de la familia enseñanza básica de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia
4 – El amor en el matrimonio (1Co13)
5 – Amor que se vuelve fecundo
6 – Algunas perspectivas pastorales
7 – Fortalecer la educación de los hijos
8 – Acompañar, discernir e integrar la fragilidad
9 – Espiritualidad matrimonial y familiar
2 objetivos: 1. Proponer una nueva pedagogía del amor; 2. Estimular el crecimiento en el amor conyugal.
Algunas claves de interpretación:
- Gradualidad. Procesualidad.
- Asumir la fragilidad. Familias heridas - Iglesia herida
- Escucha
- Acompañamiento
- Integración
Francisco dice que el magisterio no debe dar todas las respuestas a los problemas. Por eso esta exhortación es un planteo de problemas y plantear algunas soluciones (esto lo plantea más en el capítulo VI, y plantea el problema de que los pastores no están bien preparados. Además habla de las crisis como una posibilidad de crecimiento. Junto con el cap. 8, son los más ‘polémicos’).
Capítulo IV: exégesis del amor en 1 Cor 13
La cotidianidad del amor que es enemiga de todo idealismo: “no hay que arrojar sobre dos personas limitadas –escribe el Pontífice- el tremendo peso de tener que reproducir de manera perfecta la unión que existe entre Cristo y su Iglesia, porque el matrimonio como signo implica “un proceso dinámico, que avanza gradualmente con la progresiva integración de los dones de Dios”” (AL 122).
Capítulo VIII: Es una invitación a la misericordia y al discernimiento pastoral frente a situaciones que no responden plenamente a aquello que el Señor propone. El Papa que escribe usa tres verbos muy importantes: “acompañar, discernir e integrar” que son fundamentales para afrontar situaciones de fragilidad, complejas o irregulares. Entonces el Papa presenta la necesaria gradualidad en la pastoral, la importancia del discernimiento, las normas y circunstancias atenuantes en el discernimiento pastoral y en fin, aquella que él define la “lógica de la misericordia pastoral”.
Capítulo IX: Con claridad se dice que “quienes tienen hondos deseos espirituales no deben sentir que la familia los aleja del crecimiento en la vida del Espíritu, sino que es un camino que el Señor utiliza para llevarles a las cumbres de la unión mística” (AL 316). Todo, “los momentos de gozo, el descanso o la fiesta, y aun la sexualidad, se experimentan como una participación en la vida plena de su Resurrección” (AL 317).
Apunte Capítulo VIII: Lo que queda después de la tormenta – Mons. V. M. Fernández
Es importante conocer lo que dice Francisco en las orientaciones de los Obispos de la Región Buenos Aires para saber qué es lo que el papa quiso decir a este capítulo que tantos tironeos y peleas trajo.
Los obispos de Bs As le preguntan por su interpretación: primero, hablan de los divorciados en nueva unión: primero hay que plantear la continencia, pero si eso no avanza, y no hay posibilidad de nulidad, se abre un camino de discernimiento, donde se ven limitaciones que atenúan la responsabilidad y culpabilidad, abriendo la puerta a los sacramentos de la reconciliación y Eucaristía. El papa respondió que esa es la interpretación del texto pero advierte que no hay más interpretaciones que la claridad con la que habla el texto.
San Juan Pablo II en su momento puso una novedad: el acceso a la Eucaristía de los divorciados era posible si vivían en continencia (sicut frater). Esto no fue bien recibido por algunos sectores. Benedicto XVI fue más suave: que se esfuercen a vivir la continencia (SC 29b). Francisco dice que esto es muy difícil de vivir, y dice que los sacerdotes deben absolver aunque haya peligro de volver a caer para no disolver la misericordia (basándose en una precisión de JPII: previsibilidad de una nueva caída “no prejuzga la autenticidad del propósito”).
Por otro lado, habla del tema del escándalo que puede provocar, pero objeta que eso depende de la posición en la que se pone el ‘escandalizado’, y dice que es propio de los que se creen perfectos. Además, también puede escandalizar cuando se ve a una persona confesarse y comulgar habiendo recibido la nulidad, pero que la gente no lo sabe. “La falta objetiva no es “manifiesta” en la medida en que no puede ser confirmada desde afuera, y todos merecen el beneficio de la duda. Dejemos ese asunto —de hecho inverificable— en la intimidad del discernimiento del fiel con su pastor”. Dice que lo que enciende las alarmas sobre estos temas es la mentalidad rígida respecto a los temas sexuales y que hay que abrirse a otros discernimientos.
Respecto a este discernir retoma un principio tomista: “Cuanto más se desciende a lo particular, tanto más aumenta la indeterminación”. Francisco no tira por la ventana las leyes morales generales porque no pueden alcanzar a todas las situaciones particulares, por el contrario, dice que en su formulación no puede abarcarla todas, no la norma misma. Es decir, debe ser una ‘fuente de inspiración objetiva para su proceso, eminentemente personal, de toma de decisiones’.
La pregunta que se hace es si, por ejemplo, es posible pensar las leyes no matar o no robar tienen sus matices, entonces matar en defensa propia, o robar para darle de comer a un hijo hambriento. Claramente que si, de hecho los tiene. Entonces, ¿tiene matices el no fornicar según las circunstancias?[1].
Francisco no se detiene en la formulación de la norma, sino en cómo se trata a las personas en estas condiciones (llamarlas adultero o fornicarios no se deduce de la norma). El acento lo pone en la cuestión de disminución de la responsabilidad y culpabilidad según los condicionamientos, y estos atenuantes se aplican incluso conociendo la norma, porque hay personas que les es imposible vivirlas por condiciones concretas: como por ejemplo decía JPII, la imposibilidad de separación cuando está la educación de los hijos de por medio, o el ejemplo de Francisco sobre todo en las familias pobres, donde separarse significa no sobrevivir el día a día (en muchos sentidos) [49].
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