Teología Social
Enviado por Juan Castro • 2 de Julio de 2019 • Ensayo • 1.073 Palabras (5 Páginas) • 349 Visitas
TEOLOGÍA SOCIAL
A lo largo de la Biblia encontramos promesas que muchas veces parecen mucho más de lo que se podría imaginar o siquiera esperar. Sin embargo, se podría decir que el Señor tiene una promesa especial para quienes ponen en acción la teología social, esto se puede observar en Isaías 58:6-11.
CONDICIÓN | BENDICIONES |
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Aunque en éste pasaje se habla acerca del ayuno, ésta es una disciplina espiritual que agrada a Dios y al analizar el pasaje se puede concluir que a Dios le agrada cuando se toman acciones a favor del prójimo en vez de vivir una vida centrada en los propios deseos.
Cuando se pone en acción buscar suplir las necesidades que hay, quien hace parte de este proceso es más beneficiado que quien recibe la ayuda, no solamente por cumplir el propósito de Dios para su vida “Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.”[1] sino también por tener la oportunidad de compartir el mensaje del evangelio pudiendo suplir una necesidad espiritual que es la más grande que puede llegar a tener una persona.
Por medio de este curso se ha tenido la oportunidad de compartir experiencias que hemos tenido en cuanto a poner en práctica la teología social aún antes de saber que es.
A continuación compartimos algunas de nuestras experiencias.
“Volviendo sobre el capítulo 4, del Gran intercambio, tengo una experiencia de cuando era seminarista, y luego religioso, en un seminario católico, por once años. Trabajaba en las capellanías de los hospitales, visita a pacientes, les ayudaba con sus necesidades, les escuchaba, hacía lo que yo creía era correcto, pero, en realidad, el Señor estaba obrando en esa relación de ayuda: El ayudado era yo. Sanaba mi corazón escuchando sus experiencias, los testimonios, crecía en el servicio, pues, los pacientes me evangelizaban con sus experiencias de resiliencia, de superación, de fortaleza, de milagros, eso me hacía crecer, creer, acercarme más a Dios, a Cristo "Buen samaritano".
“La primera es precisamente mi primer contacto con ayudar a los menos favorecidos. Ésta experiencia fue en mi colegio, allí desde octavo íbamos una vez al año a los altos de Cazucá en Bogotá, un barrio bastante desfavorecido para hacer actividades de recreación a niños que asistirán a un comedor social. Sin embargo lo más impactante es que en once grado las estudiantes ahorrabamos y recaudábamos dinero para darle casa a una familia desamparada, en vez de hacer un prom o viaje.
Mi segunda experiencia fue en TMT. El ministerio tenía un grupo que se llama Huellas de Luz, el cual organizaba a timoteos voluntarios para ir a ayudar en lugares donde hay personas en necesidad supliéndoles primero físicamente para después compartir el evangelio, lo cual era el objetivo principal. Por medio de éste ministerio sé que crecí espiritualmente y maduré mi relación con Dios. Éstas son algunas de las fotos de las diferentes actividades que realizó el ministerio.
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