¿Tiene alguna relación que el 2,1% de la población en Chile sea Inmigrante con el desarrollo económico?

En verano de este año tuve la inmensa fortuna de conocer algunas ciudades del país vecino Perú, pude recorrer la ciudad Tacna, Arequipa y Puno, cada una muy diferente a la otra pero con una belleza única, en este viaje pude conocer una realidad totalmente diferente a la que vivimos en nuestro país, pese a estar muy cerca en cuanto a distancias geográficas lo que pude observar en mi estadía allá es totalmente diferente a lo que vivo diariamente aquí, me refiero a situaciones tan sencillas como por ejemplo comprar una botella de agua de 500 cc, la primera vez que compré una le consulté a quien me atendió en un negocio cuánto costaba, la persona me responde “un sol”, le cancelé y me fui, ya en el camino me detuve a pensar y sacar una cuenta sencilla, durante la temporada alta el valor del Nuevo Sol (moneda peruana) incremente a aproximadamente $307 durante el resto del año fluctúa entre los $213 a $300, es decir, la misma botella de agua que compro en un negocio aquí en Chile a $750 la compré en Perú a $307, lo mismo me pasó con una Coca-Cola de 500 cc, al momento de pagar la señora que me atendió me dice que debo un Sol cincuenta, mientras que cuando la compro en un negocio chileno debo pagar entre $750- $800 y en una oportunidad pagué $1000 en las máquinas expendedoras de bebidas de “The Coca Cola Companny” en el aeropuerto, y así podría plasmar en este documento un sinfín de situación muy similares que viví en cuanto a los valores de los productos que consumí estando en Perú los que eran significativamente menores a los de Chile.

Conocer esta situación me dio para pensar y preguntarme porqué una Coca Cola cuesta más cara en Chile que en Perú, porqué todo es mucho más barato allá que acá, desde la ropa hasta la comida, pasando por electrodomésticos, útiles de aseo, pasajes de locomoción colectiva, tarifas de taxis, etc. y de ser así porque existe tanta población peruana viviendo en Chile actualmente, esta misma interrogante se la plantee a un peruano mientras recorría Puno, y me respondió que independiente a que todo fuera más barato en Perú, sus sueldos no alcanzaban a cubrir sus necesidades básicas, y que en Chile existían muchas más oportunidades, tanto en el ámbito laboral como en el económico y en lo relacionado con la educación.

Esta respuesta dejó abierta un par de interrogantes más, como por ejemplo si es Chile un país más desarrollado que Perú efectivamente, y de ser así porqué estamos más desarrollados, qué nos diferencia de los países vecinos, porqué  Chile hoy en día es una importante cuna para los diferentes inmigrantes que arriban a nuestro país con la esperanza de encontrar mayores oportunidades que en su país de origen. Y finalmente, ¿Qué puede motivar a una persona abandonar su país de origen para buscar nuevas oportunidades en uno ajeno?

 Durante el transcurso del presente documento académico se buscará dar respuesta a la mayoría de las interrogantes planteadas y poder entender un poco más qué es el desarrollo, cómo se posiciona Chile bajo este paradigma y cómo se relacionan los conceptos de necesidad humana con desarrollo, es importante mencionar que se nombra este primer concepto, es decir, necesidad humana por la respuesta que me entregaron en Perú y que me parece interesante se hagan las conexiones y vinculaciones entre sí.

Según los datos que entrega La Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) 2013, y que fue presentada en marzo de este año, en Chile ha habido un alza sostenible del porcentaje de población inmigrante del 2006 a la fecha, en el año 2006 habían 154.643 personas con condición de inmigrante, mientras que en el año 2013 la cifra ascendió a los 354.581 personas, es decir que el 2,1% de la población en Chile es inmigrante^[1]. Otro dato relevante que entrega la CASEN, es que del 100% de la población inmigrante, el 33,3% es de origen peruano, luego con el 15% le siguen los procedentes de Argentina y con el 13,8% personas procedentes de Colombia^[2].

La distribución demográfica de la población inmigrante según edades se concentra entre los 15 a los 44 años, y según sexo hay más mujeres que hombres inmigrantes en Chile^[3], esta característica explica por qué al 2011 el 4% de la fuerza laboral del país era inmigrante^[4], se puede inferir que las personas que arriban a Chile lo hacen en plena edad ocupacional y para insertarse en el campo laboral chileno, este aporte a la fuerza de trabajo del país puede traer resultados beneficiosos al desarrollo económico, ya que como menciona Amartya Sen, “Hoy en día, se reconoce en forma casi unánime la importancia del capital humano en el desarrollo económico, y así se ha interpretado la experiencia de las economías más productivas del Este y el Sudeste Asiático^[5]” , es decir, que la incorporación del capital humano extranjero puede ayudar a lograr un mejor desarrollo económico para Chile , lo que traería grandes beneficios para el país y sus habitantes, ya que como lo mencionan los doctores Diego Avanzini y Daymler O’Farril “El importante desarrollo económico de Chile (alrededor de 14.000 dólares de producto bruto per capita en el 2010), ha permitido, entre otras cosas, que la esperanza de vida de la población se eleve, y por lo tanto, que una proporción mayor de la misma viva más tiempo. Hoy, un chileno promedio suele alcanzar los 74 años de edad. Y la tendencia es al alza: en 2010 el 12.9% de la población superaba los 60 años de edad, y se prevé que en 2050 esta cifra llegará al 28.2%”^[6].

Pero qué hace que estas personas abandonen sus países y lo que ello conlleve, es decir, abandonar también familia, amigos, hogar, etc. para arribar a un lugar desconocido a buscar nuevas posibilidades y quizás mejorar sus vidas, una explicación para esto, puede estar relacionada con las necesidades humanas, como Max Neef plantea  “La persona es un ser de necesidades múltiples e interdependientes. Por ello las necesidades humanas deben entenderse como un sistema en que las mismas se interrelacionan e interactúan. Simultaneidades, complementariedades y compensaciones (trade-offs) son características de la dinámica del proceso de satisfacción de las necesidades. Las necesidades humanas pueden desagregarse conforme a múltiples criterios. Esta combinación permite operar con una clasificación que incluye, por una parte, las necesidades de Ser, Tener, Hacer y Estar; y, por la otra, las necesidades de Subsistencia, Protección, Afecto, Entendimiento, Participación, Ocio, Creación, Identidad y Libertad^[7]”, puede ser una razón el querer suplir estas necesidades de ser, tener, hacer, estar, subsistir, protección, etc., las que gatillen la determinación de marcharse del país natal, ya que puede ser que en ese lugar no se logren suplir, y probablemente en un nuevo país sí sea esto posible, quiere decir, que las personas procedentes de Perú específicamente pueden poseer múltiples necesidades, las que no pueden ser cubiertas en su país de origen, pero que en Chile tienen el satisfactor para lograrlo, y es este otro interesante concepto que puede ayudar a entender la motivación que pueden tener las personas en condición de inmigrantes para arribar a Chile, el de satisfactor, ya que “Son los satisfactores los que definen la modalidad dominante que una cultura o una sociedad imprimen a las necesidades. Los satisfactores no son los bienes económicos disponibles sino que están referidos a todo aquello que, por representar formas de ser, tener, hacer y estar, contribuye a la realización de necesidades humanas^[8]”.

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