VIDA Y MARTIRIO DE SANTA LIBRADA Y SUS SANTAS HERMANAS
Enviado por Carlos David Zavala Lizama • 3 de Septiembre de 2020 • Resumen • 1.051 Palabras (5 Páginas) • 455 Visitas
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VIDA Y MARTIRIO DE
SANTA LIBRADA
Y SUS SANTAS HERMANAS.
La gloriosísima virgen y Mártir Santa Librada nació para Honra de España, y admiración del Mando en una Ciudad de Galicia Llamada Balcagia, y ahora Bayona De Tuy. Fue su Padre Lucio Catelio, virrey que era entonces de Portugal Y Galicia i puesto por el Imperio R o m a n o, que dominaba entonces Nuestra España. Su Madre se llamaba Galicia, también de linaje Real ambos Gentiles
Esta a los 119 años de Nacimiento de Cristo Señor Nuestro, según el más ajustado cómputo dio a la luz a un mismo parto nueve infantes, la última en el orden de nacer fue nuestra gloriosa Santa.
Confusa la Madre con tan portentoso caso, concibió que si llegaba a oídos del Rey su esposo, y Además del Reino, babia de recaer En afrenta suya, y ella en sospecha de falta de lealtad a su marido siendo aprobio de todos; y así termino cruel mandar a la que le asistió al parto arrojase todas las nueve criaturas a un Rio, para con esta acción el suceso, y librarse de la vergüenza o pudor que había de ocasionar el descubrimiento
Por disposición divina, a cuya alta providencia nada hay al caso, la que asistía a la Reina al parto era cristiana, y tan buena cristiana que después murió mártir, por nombre de Sta. Sila.
Esta pues, piadosa mujer inspirada del cielo, con generosa clemencia, en vez de arrojarlas a alas aguas del rio Ulias, las consagró a las aguas de bautismo. Y sabiendo que en un arrabal de aquella ciudad había muchos cristianos de los educados e instruidos por los discípulos del Apóstol Santiago, les buscó a las nueve, amas cristianas y con el trabajo e sus manos y limosnas que ofrecían los piadosos católicos de aquel tiempo, satisfacía los trabajos y gastos de las amas, con cuya prodigiosa y tierna providencia se criaron los nueve sin desgracia alguna.
Pasando ya de la edad de la niñez llegó a noticias de San Ovidio obispo de Braga, bajo cuya jurisdicción Vivian, la crianza de las nueve infantas ya que por Santa Sila que les era tan amante ma
madre ya por los Cristianos que eran sabedores del suceso y tomándolas a su pastoral cuidado por su cuenta, dio la mejor y más pronta providencia para su educación, y enseñanza.
Doctrinadas e instruidas por el glorioso Santo dedicaban la mayor parte del tiempo en actos de amor a Dios, a quien apenas tenían uso de r a z o n cuando le consagraban su virginal pureza, haciendo voto de guardar perpetuamente Castidad.
Aumentábase cada día, entre los cristianos la fama de sus virtudes de las nueve doncella; y aunque no podía esto estar oculto a la Reyna su Madre, la imaginación de su deseo era tal, que aun sentía cualquiera noticia, que le daban.
Gustosas Vivían las nueve cándidas doncellas en la inquietud de la cristiana vida, dando muchas gracias al Criador por haberlas librado de tantos riesgos, destinándolas, su Misericordia para Esposas suyas, cuando llegaron a aquel recinto, de parte del Emperador Adriano, Ministros con orden de extinguir con feroz rabia a todos los Cristianos, que hubiera en aquel Reino y no quisiesen ofrecer incienso a sus Ídolos. Esta fue la cuarta persecución e la iglesia.
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