AcTA.
Enviado por • 27 de Abril de 2013 • Informe • 808 Palabras (4 Páginas) • 468 Visitas
Qué si lo que les escribo es de Dios? Sí, claro que es de Dios, aunque para muchos de los que leen y me escuchan pueda resultar algo difícil recibir el mensaje, máxime cuando siguen pensando que Dios dejó de “hablar” hace 2000 años. Les será realmente difícil recibir el mensaje que les comparto si piensan que la palabra de Dios solo quedó consignada en un libro que tal vez sea el libro que más errores, contradicciones e inconsistencias presenta si se considera su carácter y proceder divino y sagrado, por ende inerrante. Libro sobre el cual hay evidencia de lo vulnerable que fue y es a la adulteración y manipulación. Les resultará especialmente difícil recibir mis palabras como procedentes de Dios si siguen creyendo que Dios “habla” solamente en las iglesias o lugares de reunión, o que lo hace solo por medio de aquéllos que se han ganado u otorgado un título eclesial; pastor, líder, reverendo, maestro, etc.
Se preguntarán, ¿pero… y Camilo cómo puede saber que lo que escribe es de Dios y no es su propio pensamiento? Pregunto… ¿Y…si Dios es mi pensamiento, si Dios es tu pensamiento, pensamiento que se traduce en Amor? ¿O si por lo menos es en la razón, para algunos, y en la emoción y sentimiento para otros que ese abstracto llamado Dios se evidencia en esta realidad? ¿Acaso es realmente importante la naturaleza de Dios? SÍ y NO.
SI, pues el desmitificar a Dios nos hace absolutamente responsables de nuestra vida y nos hace conscientes de la realidad y el espacio-tiempo en el que vivimos y nos permite tener y entender un Dios diáfano sin sombra de tiniebla o contradicciones pedagógicas y morales. La respuesta también podría ser NO, pues lo que realmente es útil e importa es lo que produce en nosotros Dios, el Amor, sentimiento supremo, sin ornatos, sin parafernalias, sin obligaciones. Sentimiento que hace que vea al otro como si fuera yo mismo y hace que atienda a la regla de oro de la moralidad.
Tal vez la idea de Dios como un anciano de barbas blancas y aspecto solemne que está en algún lugar de allá arriba no sea muy acertada, especialmente cuando del evangelista se traduce que Dios es espíritu. Puede que sea un ente espiritual con razón o simplemente sea un abstracto que para poderle entender le hemos antropomorfizado. Puede Dios ser el principio de todo, pero tal vez jamás entendamos a plenitud su naturaleza pero si logremos entender que en esta realidad ese ser supremo se evidencia y se conoce a sí mismo a través de nuestra razón y experiencia.
Todo lo anterior a la final cobra importancia según la perspectiva del observador “relatividad”, lo que importa realmente es el resultado final, el Amor, Amor que tiene y debe tener lugar en medio de la libertad que como seres divinos tenemos. No puede ser forzado, no puede estar condicionado.
Todos, todos debemos saber y tener claro nuestros fundamentos, fundamentos que rigen nuestra filosofía, nuestro
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