Análisis del Libro del Profeta Isaías
Enviado por thigarcia • 3 de Diciembre de 2013 • Tesis • 1.209 Palabras (5 Páginas) • 486 Visitas
Análisis del Libro del Profeta Isaías
El Profeta.
Hijo de Amós, profetizó durante los reinados de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías.
Visto generalmente como el más grande de los profetas del Antiguo Testamento.
Palabra Clave: Salvación, el nombre de Isaías significa "Salvación de Jehová"
El profeta y su medio
Isaías hijo de Amoz ejerció su actividad profética en Judea, desde «el año en que murió el rey Uzías» (6.1), el 738 a.C., hasta probablemente los albores del s. VII; un período que conoció los reinados de Jotam, Acaz y Ezequías (1.1). Se sabe que a la esposa de Isaías se la llamaba «la profetisa», quizá porque su marido era profeta, y que tuvo por lo menos dos hijos, que recibieron sendos nombres simbólicos: Sear-jasub (que significa «un remanente volverá», 7.3) y Maher-salal-hasbaz (o «muy pronto llegarán saqueo y destrucción», 8.3). Ciertos datos dispersos entre los capítulos 1 y 39 del libro revelan a Isaías como un hombre influyente, miembro quizá de la clase aristocrática de la Jerusalén del s. VIII y dotado de autoridad. Su alta posición social se revela en la libertad con que se movía en los medios cortesanos (7.3–17; 39.3; cf. 37.2) e intervenía en asuntos de estado (cf., p.e., 37.5–7) o se relacionaba con sacerdotes y altos cargos de la capital del reino (8.2).
Desempeñó Isaías su ministerio en una época muy conflictiva, llena de violencia y marcada por la pertinaz hostilidad de Israel (el reino del norte) y Siria, que «en los días de Acaz hijo de Jotam» se aliaron contra Judá y «subieron contra Jerusalén para combatirla» (7.1–2a). Sucedió también que «en el año catorce del rey Ezequías, Senaquerib, rey de Asiria, subió contra todas las ciudades fortificadas de Judá, y las tomó» (cap. 36–37). Y aún más, en el 721 a.C., Sargón II, sucesor del rey Salmanasar, conquistó y arrasó la ciudad de Samaria (2 R 17.3–6), poniendo fin con su destrucción a la independencia nacional del reino de Israel, que desde entonces quedó reducido a la simple condición de provincia del imperio asirio.
El libro y su mensaje
Los 66 capítulos de este libro de Isaías (=Is) pueden agruparse en tres grandes secciones, formadas respectivamente por los cap. 1–39, 40–55 y 56–66.
En la primera sección, Isaías condena con dureza los pecados y la infidelidad de su pueblo, que con su conducta ofende a Dios, el Santo de Israel. Porque el Señor, cuya gloria y santidad ensalzan los serafines (6.1–3), es un Dios justo, que exige justicia de parte de quienes le tributan adoración; pero mientras no deje de oírse en el pueblo el clamor de los oprimidos (5.7), mientras las manos de los que ofrendan y sacrifican estén manchadas de sangre inocente (1.15–17), el culto del Templo no será otra cosa que un mero ceremonial insincero y vacío de contenido.
Isaías dedicó gran parte de su mensaje a los responsables políticos y militares de Judá, especialmente a aquellos que confiaban en salvar el país mediante pactos y acuerdos con otras naciones (cf. 30.1–5). La proclama profética de Isaías estuvo en todo momento ligada al acontecer histórico de la época; así fue en la guerra «siro-efraimita», a la que se refieren los cap. 6–12, llamados «Libro del Emanuel» (7.14); e igualmente en el asedio puesto a Jerusalén por Senaquerib, rey de Asiria (cap. 36–37).
Pero junto a los pronósticos del juicio contra Jerusalén y contra toda Judá, el profeta prevé también el tiempo glorioso de la venida del Mesías. Cuando él llegue se cumplirán las esperanzas de Israel, se harán realidad las palabras del anuncio: «El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; a los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos. Multiplicaste la gente y aumentaste la alegría» (9.2–3).
En esta primera sección aparecen mezclados algunos
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