Argumento del relojero

Argumento del relojero

La única razón por la que sabemos que un reloj a sido construido por un humano es debido a que podemos ver relojes ser construidos todo el tiempo, pero para un animal que se encuentre caminando en el bosque un reloj no es nada de diferente a una roca; entonces al tratarse de la vida, no vemos a un dios o dioses fabricarla todo el tiempo, no vemos animales ser formados frente a nosotros todo el tiempo, no hay ninguna indicación de que la vida a sido creada de inmediato.

El argumento es una falacia llamada “Analogía falsa”, a pesar de que sea cierto que dos objetos comparten similitudes entre sí, eso no significa que comparten todas las características; como muestra: “Las manzanas son rojas y mi camisa es roja; las manzanas son dulces, por lo que mi camisa debe saber dulce”. Decir que la vida debió haber sido creada porque es compleja al igual que un reloj, es como decir que “los relojes son complejos y fueron inventados en el siglo XVII; la vida es compleja por lo que también fue inventada en el siglo XVII”

El argumento ignora completamente la existencia de otro mecanismo mediante el cual se puede alcanzar un resultado tan complejo, que aparenta diseño, siendo este mecanismo la selección natural; la idea de haber sido creada espontáneamente no es la única explicación para el hecho de la existencia de vida, una mente diseñando algo no es el único mecanismo para alcanzar complejidad.

El argumento se refuta a sí mismo, ya que si la vida requiere de un creador entonces dios también tiene un dios; ¿Qué? ¿Esta regla no se aplica a dios? ¿Por qué no? Eso es otra falacia conocida como “alegato especial”, donde vas haciendo excepciones a tu conveniencia para justificar que tu argumento no se sostiene, si vas a tomar la libertad de hacer excepciones a cualquier cosa que quieras entonces también podemos hacer la excepción de que la vida no necesitó de un creador, que siempre ha estado aquí desde los inicios del universo.

Los seres vivos ni son perfectos, hay tantos errores en los cuerpos de las formas de vida que un ingeniero diseñando animales simplemente no cometería; siendo los errores perfectamente explicados bajo el entendimiento de la selección natural

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