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Babilonia Misterio Reliioso


Enviado por   •  20 de Noviembre de 2014  •  8.960 Palabras (36 Páginas)  •  208 Visitas

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BABILONIA MISTERIO RELIGIOSO 1. Babilonia: Cuna de falsas religiones

La misteriosa religión de Babilonia ha sido simbólicamente descrita en el último libro de la Biblia como una mujer de mala fama. A través de una visión, el apóstol Juan vio a una mujer vestida de púrpura y escarlata y adornada con oro y piedras preciosas y de perlas; tenía un cáliz de oro en sus manos, lleno de abominaciones y de la suciedad de su fornicación; en su frente tenía un nombre escrito: Misterio, Babilonia la Grande, la madre de las fornicaciones y de las abominaciones de la tierra (Apocalipsis 17:1-5). ¿Cuál es el significado de esta extraña visión que fue dada a Juan? Es conocido muy bien que en el lenguaje simbólico de la Biblia, una mujer represente a una iglesia. La verdadera Iglesia, por ejemplo, es semejante a una esposa, una virgen, una mujer santa y sin mancha (Ef. 5:27; Ap. 19:7-8). Pero como un acentuado contraste con la verdadera Iglesia, la mujer de nuestro texto es descrita como una mujer sucia y corrompida, una ramera, evidentemente el sistema religioso que se describe acá, es un sistema falso, una iglesia corrompida y caída. A esta la Biblia la llama “Misterio, Babilonia”. Cuando Juan fue inspirado a escribir la revelación, Babilonia – como ciudad – había sido destruida y

dejada en ruinas. Desde entonces ha continuado estando perdida y desolada, habitada solamente por animales salvajes; tal como lo anunciaron los profetas (Is. 13:19-22; Jer. 51:62). Pero aunque la ciudad de Babilonia fue destruida, hemos de ver que la religión de Babilonia continúa y está muy bien representada en muchas naciones de este mundo. Y, como Juan hablaba de una iglesia, una religión, bajo el símbolo de una mujer llamada Babilonia, es evidente que se refiere a una religión babilónica. ¿Pero cuál era esta antigua religión babilónica? ¿Cómo tuvo su comienzo? ¿Qué significado tiene en estos tiempos? Vamos al período pasado, poco después del Diluvio. En aquellos días el hombre comenzó a emigrar desde el oriente. “Y aconteció que al ir viajando al oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar y quedáronse a morar allí.” (Ge. 11:2). Fue en esta tierra de Sinar que la ciudad de Babilonia fue construida, y esta tierra se llegó a conocer más tarde como Babilonia y aún más adelante como Mesopotamia. Aquí los ríos Tigres y Eufrates habían almacenado ricos depósitos de tierra que podían producir grano en abundancia. Sin embargo, existían ciertas desventajas, las cuales tenían que afrontar las gentes que habitaban esa tierra. Esta estaba sobrepoblada de animales salvajes, los cuales eran un peligro constante para su seguridad y paz (Ex. 23:29-30). Cualquier persona que pudiese proporcionar protección contra estas bestias salvajes, recibiría gran clamor por parte de su gente. Y así en este punto, un hombre grande y poderoso, cuyo nombre era Nimrod, apareció en escena. Se hizo famoso como un gran cazador de bestias salvajes. La Biblia dice: “Y Cus engendró a Nimrod: este comenzó a ser poderoso en la tierra. Fue un vigoroso cazador delante de Jehová; por lo cual se dice: Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová” (Ge. 10:8-9). Estos versículos contienen un significado muy importante, el cual es raramente notado: es el hecho de que Nimrod fue un “poderoso cazador”, lo cual le hizo famoso dentro de aquellas gentes primitivas. Como lo

declaran las Escrituras, se volvió poderoso en la tierra, era un líder famoso en los sucesos del mundo. “Nimrod era tan poderoso y era tan grande la impresión que causó en la mente de los hombres, que el oriente está lleno actualmente de tradiciones de sus extraordinarias proezas.”1 Habiendo obtenido gran prestigio entre las gentes, Nimrod estableció un sistema para obtener mejor protección. En vez de pelearse constantemente con las bestias salvajes, ¿Por qué no organizar a la gente en ciudades y rodear éstas de murallas para resguardarse? Entonces, ¿Por qué no organizar estas ciudades en un reino y escoger un rey para que reine sobre ellos? Este fue el pensamiento de Nimrod, ¡Porque la Biblia nos dice que organizó dicho reino! “Y fue la cabecera de su reino Babel y Erech y Accad y Calenh, en la tierra de Sinar” (Ge. 10:10). Y así el reino de Nimrod fue establecido como el primer reino mencionado en la Biblia. Todos estos adelantos hechos por Nimrod pudieron haber sido buenos, pero Nimrod fue un “reinante no temeroso de Dios”. La Escritura dice que era “poderoso”. No solamente indica que se hizo famoso y poderoso políticamente, sino que la expresión también tiene un significado hostil. Esta expresión viene del hebreo Gibor, que significa “Tirano”, mientras que el nombre Nimrod significa rebeldía. Como lo dice la Enciclopedia Judía, Nimrod fue aquél quien hizo a las gentes rebelarse en contra de Dios.2 Esta misma naturaleza rebelde de Nimrod puede verse también en la expresión de que era un poderoso cazador “ante Jehová”. La palabra “ante” en este caso, también denota un significado hostil. En otras palabras, Nimrod se estableció “ante Jehová”, la palabra “ante” como traducción de la palabra en hebreo, que significa “contra” Jehová. 3 Pero no solamente estaba Nimrod contra el verdadero Dios, sino que también era un sacerdote de idolatría diabólica y de atrocidades de la peor clase. Finalmente, Nimrod, el rey-sacerdote de Babilonia, murió. De acuerdo a las leyendas, su cuerpo fue cortado en pedazos y quemado y los pedazos fueron enviados a varias áreas. Prácticas similares se mencionan en la Biblia (Jc.19:29; 1 Sa 11:7). La muerte de Nimrod fue muy lamentada por la gente de Babilonia. Pero aún cuando Nimrod había muerto, la religión babilónica, en la cual él tuvo una parte tan prominente, continuó y se desarrolló aún más, bajo el liderazgo de su esposa. Después de la muerte de Nimrod, su esposa, la reina Semiramis, lo proclamó como el dios-Solar. Más tarde, cuando esta mujer adúltera e idolatra dio a luz a un hijo ilegítimo, proclamó que su hijo, Tammuz de nombre, no era más que el mismo Nimrod renacido. Ahora, la reina-madre de Tammuz, sin duda que había escuchado la profecía de la venida del Mesías, que nacería de una mujer, pues esta verdad era muy conocida desde el principio (ver Gén. 3:15). Satanás había engañado primero a una mujer, Eva; pero más tarde, a través de una mujer, habría de venir el Salvador, nuestro Señor Jesucristo. Satanás, el gran falsificador, sabía también mucho del plan divino. Fue así que comenzó a suplantar falsedades acerca del verdadero plan, siglos antes de la venida de Jesús. La reina Semiramis, como un instrumento en manos de Satanás, reclamaba que su hijo fue concebido de una forma sobrenatural y que él era la semilla prometida, el “salvador del mundo”. Pero no solamente era el pequeño adorado, sino que también

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