Biografia Santo Hermano Miguel

SANTO HERMANO MIGUEL

Nació en Cuenca Ecuador el 7 de noviembre de 1854, Hijo de Don Francisco Febres Cordero Montoya y de Doña Ana Muñoz Cárdenas, a los 14 años, ingresó a la Fraternidad de Escuelas Cristianas (FSC), instituto religioso fundado por San Juan Bautista de la Salle para la educación de niños y jóvenes. Aceptado, a pesar de la grave deformación congénita de sus pies tullidos, que dificultaba y volvía doloroso su andar, fue maestro durante los 56 años de su vida dedicados a catequizar a los niños, su preocupación principal fue, la preparación de ellos para la primera comunión, alfabetizarles, enseñarles a leer y escribir; preparar textos didácticos sobre diversas materias, en especial gramática, profundizo el estudio de la lengua castellana, a veces en colaboración con expertos, hasta el extremo de convertirse en verdadera autoridad sobre el correcto uso del español. El 18 de febrero de 1892, fue elegido miembro de número de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, correspondiente de la Real Española, y el 2 de agosto posesionó, en sesión plenaria, con magistral discurso: ‘Influencia del Cristianismo en la moral, las ciencias las artes’. Su tranquila vida de maestro, escritor y académico se vio perturbada por la mano dura de la revolución iniciada en Guayaquil el 5 de junio de 1895, que instauró en la República del Ecuador, tras sangrienta guerra civil, y la ruptura Estado-Iglesia. Como otras órdenes, los Hermanos de las Escuelas Cristianas sufrieron persecución y entre ellos el Hermano Miguel, que debió asilarse en la Legación de Francia (1896) y salir al exilio en España (1909), aunque también allí estaban los ataques antirreligiosos, con quema de iglesias y conventos. En junio de 1909 estalló la violencia en Premia del Mar, donde se había radicado el Hermano Miguel, y durante la ‘Semana trágica’ nuestro compatriota debió buscar otro refugio tras difícil marcha, pese a sus pies torcidos, sin queja alguna. Murió en Premia del Mar 9 de Febrero de 1910. En todas partes dejó huellas de su vida ejemplar. El 30 de octubre de 1977 Paulo VI le declaró Beato y siete años después, el 21 de octubre de 1984, Juan Pablo II le canonizó en Roma, proclamándole Santo Hermano Miguel de las Escuelas Cristianas.

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