CARTA A UN UNIVERSITARIO CRISTIANO
Enviado por • 9 de Septiembre de 2012 • 1.537 Palabras (7 Páginas) • 449 Visitas
Estimado hermano (a) en Cristo,
Usted tiene el privilegio de frecuentar un curso superior, algo que no está disponible para muchas personas como usted. Sabemos, que ese privilegio implica en muchas responsabilidades y en algunos desafíos especiales. Uno de esos desafíos es al respecto a como conciliar su fe con determinadas enseñanzas y conceptos que le han sido transmitidos en la vida académica.
Hasta ingresar en la universidad, usted vivió en los círculos protegidos del hogar y de la iglesia. Nunca su fe había sido directamente puesta en duda. Tal vez a veces usted se haya sentido un tanto incomodo con ciertas cosas leídas en libros y revistas, con opiniones emitidas en la televisión o con algunos comentarios de amigos y conocidos. Sin embargo, de un modo general, usted se sentía seguro en cuanto a sus convicciones, aunque nunca haya reflexionado sobre ellas de modo mas profundo.
Ahora, en el ambiente secularizado y muchas veces abiertamente incrédulo de la universidad, usted ha quedado expuesto a ideas y teorías que chocan frontalmente con su fe hasta entonces simple, tal vez ingenua, de la infancia y de la adolescencia. Los profesores, los libros, las clases y las conversaciones con los amigos han mostrado otras perspectivas sobre varios asuntos, las cuales parecen racionales, científicas, evolucionadas. Algunas de sus creencias y valores parecen ahora menos convincentes y usted se siente con poco ánimo para expresarlos. Con el intuito de ayudarle a enfrentar esos desafíos, me gustaría hacer algunas consideraciones y despertar su atención para algunos datos importantes.
En primer lugar, usted no debe estar excesivamente preocupado con sus dudas e inquietudes. Hasta cierto punto, tener dudas es algo que puede ser benéfico porque ayuda a la persona a examinar mejor su fe, conocer los argumentos contrarios y adquirir convicciones más sólidas. El apóstol Pablo quería que los corintios tuviesen una fe probada, madura, y por eso les recomendó: " Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos." (2 Co 13.5). Las dudas mal resueltas realmente pueden ser fatales, pero cuando dan oportunidad para que la persona tenga una fe más esclarecida y consciente, resultan en crecimiento espiritual y mayor eficacia en el testimonio. El apóstol Pedro exhortó a los cristianos en el sentido de "estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros " (1 Pe 3.15).
También, usted debe colocar en perspectiva las afirmaciones hechas por sus profesores y compañeros en materia de fe evangélica. Recuerde que todas las personas son influenciadas por presupuestos, y eso ciertamente incluye aquellos que actúan en los medios universitarios. La idea de que profesores y científicos siempre pautan sus acciones por la más absoluta escusa y objetividad es un mito. Por ejemplo, muchos intelectuales acusan a la religión de ser dogmática y autoritaria, de arrancar la libertad de las personas y no respetar su consciencia. Eso puede ocurrir en muchos casos, pero la cuestión aquí es la siguiente: ¿Están los intelectuales libres de ese problema? La experiencia muestra que los ambientes académicos y científicos pueden ser tan autoritarios y manipuladores como suceden en cualquier otra esfera de la actividad humana. Existen departamentos universitarios que son controlados por profesores materialistas de diversos naipes - agnósticos, existencialistas y marxistas.
Muchos alumnos cristianos de esos cursos son ridiculizados por causa de sus convicciones, no tienen la libertad de exponer sus puntos de vista religiosos y son dificultados en su deseo de presentar perspectivas cristianas en sus monografías, tesis o disertaciones. Por tanto, se verifica que ciertos énfasis encontrados en esos medios pueden ser dictados simplemente por presupuestos o preconceptos antirreligiosos y anticristianos, en contraste con el verdadero espíritu de tolerancia y libertad académica.
Usted, estudiante cristiano que se siente amenazado en el ambiente universitario, debe recordar que ese ambiente es constituido de personas imperfectas y limitadas, que lidian con sus propios conflictos, dudas y contradicciones, y que muchas de esas personas fueron condicionadas por su formación familiar y/o educacional a sentir una fuerte aversión por la fe religiosa. Tales individuos, sean ellos profesores o alumnos, necesitan no de nuestro consentimiento a sus posiciones antirreligiosas, sino de nuestro testimonio coherente, para que también puedan creer en el Dios revelado en Cristo y encuentren el significado mayor de sus vidas.
Además, al lado de esas cuestiones mas personales y subjetivas, existen alegaciones bastante objetivas que hacen con que usted se sienta sacudido en sus convicciones cristianas. Una de esas alegaciones dice respecto al supuesto conflicto entre fe y ciencia. El cristianismo no ve ese impase, entendiendo que se trata de dos esferas distintas, pero que son complementares.
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