Camper.

Con este proyecto quisimos demostrar como la cultura de la arquitectura y la cultura del hombre se van transformando a lo largo del tiempo y como se relacionarían si se cruzasen entre si y que sensaciones generarían en el hombre.

Para esto, tomamos dos lugares de nuestro barrio ( San Isidro ) que contrasten en tiempo y cultura uno del otro. El 1° es el casco histórico, un barrio antiguo que perduro en el tiempo, el cual no fue remodelado para mantener la cultura y la identidad de San Isidro, y el 2° lugar es la av. Libertador la cual a contrario del casco histórico cuenta con mucha arquitectura denominada “moderna” y no mantiene ninguna edificación antigua.

Al situarnos en el casco histórico caracterizados como un hombre del siglo XX, logramos sentir la sensación de calidez, la cual nos las daba el empedrado, la plaza con mucho verde, el reloj floral, la catedral estilo neogótico. Cosa contraria nos ocurrió a la hora de situarnos en la av. Libertador, donde tuvimos sensaciones de incertidumbre, de estar fuera de lugar. La arquitectura era distinta, plazas en su gran totalidad de cemento, la velocidad de vida era otra la cual contrastaba con nuestra forma de vivir.

Cuando recorrimos libertador, ya sin estar caracterizados, tratando de sentir nosotros mismo que nos pasaba en ese lugar en particular, nos sentíamos familiarizados, acordes, como si todo alrededor concordase, casi sin percibirlo, con nuestro agrado y forma de vivir. No así, fue lo que nos pasó en el casco histórico, donde todo era distinto a como lo conocimos, una forma de vida más lenta de mayor tranquilidad, con más verde, el cual era de nuestro agrado pero no nos sentíamos que perteneciéramos a ese lugar en particular.

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