Caso Empresa Única

Caso Empresa Única

Son las 6.00 pm y el Presidente de la empresa de Cosméticos Única, se encuentra en su escritorio a punto de tomar la desagradable decisión de despedir a Manolo Reátegui, Gerente de Ventas.

Manolo fue contratado por ser uno de los profesionales más prestigiosos del medio en el área comercial. Sus numerosas publicaciones, premios y participaciones en eventos internacionales sugerían que era el candidato perfecto para Única. Manolo en sus publicaciones fomentaba la modernidad en las organizaciones, la implementación de la calidad y el desarrollo del “empowerment”. Aparentemente su estilo encajaba bien con la cultura de la organización.

La cultura de Única es totalmente abierta y única, el mismo presidente promueve una organización horizontal e incentiva la comunicación abierta sin restricciones. Las personas aportan libremente ideas y participan en la toma de decisiones. No se penaliza el error al intentar cosas nuevas y se premia la iniciativa y la proactividad.

Hace unos 9 meses cuando entró Manolo, el área comercial tenía problemas. Existía baja productividad, la gente estaba desmotivada, faltaba liderazgo. Cuando entro Manolo a supuestamente tomar el liderazgo sugirió cambiar a la mayoría de personas que le reportaban. El presidente estaba de acuerdo, dado que el área comercial era su responsabilidad, el debería contar con los recursos que juzgara convenientes. Sin embargo, el presidente exigió entrevistar a los nuevos candidatos a los puestos por cubrir. El presidente se sorprendió al entrevistar a los profesionales sugeridos para los diferentes puestos. Eran personas sin liderazgo, mas acostumbradas a que les digan lo que tienen que hacer que a tomar iniciativas. El presidente habló con Manolo sobre sus impresiones, pero este inmediatamente puso el puesto a disposición si no aceptaban a los candidatos. Indico que el tenia 30 años de experiencia en puestos similares, era un profesional exitoso, tenia maestría y había iniciado sus estudios de doctorado en negocios internacionales; en sus estudios, siempre se caracterizó por contar con las más altas calificaciones y consideraba que sabia lo que hacía. El presidente, sin estar convencido, le autorizo las contrataciones.

Apenas estuvo instalado, Manolo empezó a desarrollar ideas de productos nuevos para sacarlos al mercado. Su velocidad era imparable, creaba productos nuevos cada semana. Sin embargo, el departamento de producción no estaba preparado para desarrollar tal avalancha de productos. Más bien sugería ir más despacio y recomendaba que se estudie el mercado antes de seguir con esta carrera. Manolo por su lado, en vista de que producción no lograba ir a su ritmo, se dedico a desprestigiar al área. En cada conversación que tenía hablaba de lo ineficiente que era el gerente de producción. Lo tildaba de incompetente, cuadriculado y lento. En los directorios

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