Colores Liturgicos

“La liturgia no es solo el cumplimiento de un deber natural. Es la celebración de nuestra unidad en el amor redentor y en el misterio de Cristo”

Thomas Merton

¿Qué es la liturgia?

La liturgia es el momento en el que se celebra la participación de cada persona bautizada en Jesucristo, no se ovaciona únicamente el misterio de la salvación, sino también el amor y la fe en Cristo como redententor.

Es en la liturgia donde se experimenta la unión con el misterio, es decir, Dios y donde además se entra en el proceso de transformación “a imagen de Dios”.

Como vemos la liturgia une al hombre con el Padre y de acuerdo con Thomas Merton, esta unión no ocurre de la nada, sino que proviene de un proceso o trabajo entre aquellos “especialistas” y el pueblo de Dios.

“La Liturgia no es una representación que realiza un grupo de especialistas en presencia de unos espectadores pasivos. Dicho de otro modo: la liturgia no es algo que hace el sacerdote y que contemplan los demás. Es más bien la celebración de todo el Cuerpo de Cristo, sacerdote y fieles.”

Si nos centramos en el pensamiento de la Iglesia católica, la liturgia es el ejercicio del sacerdocio de Cristo que es realizado por los bautizados; por tanto el pensamiento del monje trapense citado anteriormente es el resultado de la enseña de un dogma de fe impartido por la iglesia y que el Concilio Vaticano II, del que hablaremos posteriormente, reafirma definiendo la liturgia como "la cumbre a la que tiende toda la acción de la Iglesia y, al mismo tiempo, la fuente de donde mana toda su fuerza”.

La liturgia se divide en cuatro puntos y cada uno se subdivide en dos más:

1. Por razón del ministro:

a) pontifical

b) sacerdotal

2. Por razón del fin:

a) latréutica

b) sacramental

3. Por el objeto:

a) sacramentaria

b) salmódica

4. Por el origen y el lugar:

a) liturgia oriental: liturgia bizantina

b) liturgia occidental ó liturgia latina: liturgia romana y liturgia galicana.

Historia de la liturgia

La liturgia ha sido siempre parte importante de la Iglesia y de los laicos comprometidos con ella, ya en el siglo XVI los humanistas la consideraban como una acción mediante la cual la Iglesia imponía su fuerza y se observa el nacimiento de la liturgia como ciencia.

Debido a esto y a otros conflictos de la época se fueron dando varios concilios y, en estos, reformas. El objetivo, cambiar la dirección y enfoque de la liturgia y por ende la manera en que esta llegaría al pueblo de Dios.

En el siglo XVII la palabra liturgia adquiere no solo un nuevo significado sino también un tono jurídico, y se concentra en las normas y principios de toda celebración eclesial.

Ya para los siglos XIX y XX la liturgia como ciencia no estudia únicamente las ceremonias en sí, sino que del mismo modo todo el conjunto de ritos, actos, fiestas, etc. Este nuevo rumbo en el estudio abre paso a la creación del movimiento litúrgico.

El movimiento litúrgico es considerado según el Papa Pío XII como “el culto público que nuestro Redentor, Cabeza de la Iglesia, tributa al Padre celestial y el que la sociedad de los fieles tributa a su Fundador, y, por medio de Él, al Eterno Padre. Para decirlo todo brevemente, constituye el culto público íntegro del Cuerpo místico de Jesucristo, es decir, de la cabeza y de sus miembros”.

Esta encíclica es una de las más importantes debido a que propone nuevas direcciones y una participación activa en lugar de un papel exclusivamente pasivo de los fieles tanto en la liturgia como en las ceremonias y en la vida de la parroquia que conforman; como veremos más adelante, tanto la encíclica como el movimiento litúrgico en general, serán decisivos durante el Concilio Vaticano II, ya que ayudarán a consolidar las reformas surgidas durante en Concilio.

Este concilio nace con la necesidad y deseo de actualizar la Iglesia, durante este, se promulgó la Constitución Dogmática Sacrosanctum Concilium en 1963.

En esta constitución se decretan nuevas leyes litúrgicas y se considera la Liturgia como fons et culmen (manantial y cumbre) de la vida de la Iglesia. Es a través de esta que se retoma el valor de la vida eclesial y se colocan en un segundo plano las cuestiones jurídicas, recalcando la importancia de la participación comunitaria de manera plena, consciente y activa. Desde entonces se ha modificado la liturgia católica en su totalidad, a fin de que cada acto litúrgico refleje el nuevo enfoque.

¿Qué es el año litúrgico?

José Luis Micó en su libro Liturgia Católica, afirma que el año litúrgico está estructurado sobre el ciclo del año civil-astronómico, pero su comienzo y fin no coinciden este, existe un desplazamiento; la fiesta litúrgica inicia en otoño con el tiempo de Adviento, que simboliza la anunciación, preparación y esperanza.

El año litúrgico tiene su base en los sacramentos, representa el desenvolvimiento de la historia de la salvación y se proyecta en la vida de los fieles mediante el sacramento más importante, la eucaristía.

Es desde el siglo IV donde se empieza a estructurar el año litúrgico, como ya se mencionó anteriormente el año comienza en otoño con el tiempo

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