Comentario del libro “Respuesta a Job” de Carl G. Jung
Enviado por Gabriel Alvarez • 2 de Noviembre de 2019 • Informe • 988 Palabras (4 Páginas) • 523 Visitas
Comentario del libro “Respuesta a Job” de Carl G. Jung
Empecemos citando la percepción de Jung acerca de la religión:
“Por religión, Jung entiende la observación y consideración concienzudas de lo numinoso (v.), esto es, la propiedad de ciertos factores dinámicos concebidos como espíritus, demonios, dioses, leyes, ideas o ideales de cualquier clase, de producir una especial modificación de la consciencia (v.).” (Diccionario de la psicología de C. G. Jung, Alarco von Perfal)
A lo largo de este libro se darán algunas dudas sobre la omnisciencia y omnipotencia de Dios, ya que al ser un ser divino, posee estas capacidades.
Primero se hace la duda sobre la omnisciencia de Dios (pág. 17) ya que, al saberlo todo, pudo saber que luego de todas las atrocidades que fueron mandadas por el mismo Satanás (con el permiso de Dios), Job no dudaría de su fe (“Si podemos alabar a Dios por las cosas buenas que nos brinda, ¿por qué no podemos alabar a Dios por las cosas malas?” Dice Job a su esposa al ella decirle que maldiga a Dios por las atrocidades que pasó hasta ese momento).
Tocando el mismo punto anteriormente mencionado, también se pone en duda esta capacidad de Dios en el libro del Génesis, libro en el que Dios mismo se arrepiente de la creación de los humanos, en este caso Él pudo haber hecho uso de su omnisciencia para saber lo que pasaría con su creación.
En este libro también se presenta a Dios como un supuesto juez de la moral, la justicia, de lo bueno y lo malo; pero en el pasaje bíblico podemos ver a un Dios completamente distinto, ya que este dio la autorización a Satanás para mandarle estas atrocidades a Job (hombre cabal, recto, que temía a Dios y se apartaba del mal) así Dios mismo no haya sido el autor de las atrocidades, sino más bien un cómplice, violando así 6to mandamiento (“No matarás”), parte de los 10 mandamientos que Él mismo escribió y nos mandó con Moisés de intermediario. Además podemos ver esta faceta de Dios en el libro de Noé, siendo ahora sí el autor del diluvio que acabó con la vida en el planeta salvo la familia de Moisés y de los animales que Él pidió que sean salvados.
“Los imprevisibles caprichos y los devastadores ataques de ira de Yahvé eran ya conocidos desde antiguo.”
Dios y la mortalidad:
Añadido a esto se presenta la siguiente interrogante: ¿Qué es lo que un hombre puede tener que Dios no pueda? La respuesta a esta interrogante sería “la mortalidad” ya que los mortales llegan a tener una visión diferente de la vida.
Esto, desde un punto de vista psicológico se podría inferir como el deseo de Dios de proyectarse en Job, ya que Él ve a Job como un hombre feliz, con familia e hijos; esto también nos deja con otra inferencia, en realidad Dios no puede ser feliz, porque al ser una divinidad, inmortal, omnipotente, omnisciente y omnipresente, no puede tener alguna meta o simplemente morir. Esto nos deja con una incógnita muy grande: “¿Dios tendrá algún deseo de morir? ¿De ser mortal como nosotros, tener una meta y al final de todo morir?”
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