Creencias Cristianas

Espíritu Santo

1) Cuál es el origen de la Misión del Espíritu Santo?

Las noches antes de la muerte de Cristo, las palabras que pronuncio acerca de su inminente partida turbaron en gran manera a sus discípulos. Inmediatamente les aseguro que recibirán el Espíritu Santo como su representante personal. No serian dejados huérfanos. Cuando Cristo relevo el origen de la misión del Espíritu Santo a un mundo perdido, menciono dos fuentes, Primero, se refirió al Padre: ‘’Y yo rogare al Padre, y os dará otro Consolador’’. Identifico el bautismo del Espíritu Santo llamándolo ‘’La Promesa del Padre’’. En segundo lugar, Cristo se refirió a sí mismo: ‘’Si o me fuere, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviare’’. De este modo, el Espíritu Santo procede tanto del Padre como del Hijo.

2) Cuál es la misión en este mundo?

Su misión en el mundo. Podemos reconocer al señorío de Cristo únicamente por medio de la influencia del Espíritu Santo. Dice Pablo: “Nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo’’. Se nos da la seguridad de que por medio de Espíritu Santo, Cristo “aquella luz verdadera’’, “alumbra a todo hombre’’. Su misión consiste en convencer “al mundo de pecado, de justicia y de juicio’’. En primer lugar, el Espíritu Santo nos lleva a una profunda convicción de pecado, especialmente el pecado de no aceptar a Cristo. Segundo, el Espíritu insta a todos a que acepten la justicia de Cristo. Tercero, el Espíritu nos amonesta acerca del juicio, una poderosa herramienta, útil para despertar las mentes oscurecidas por el pecado a la necesidad de arrepentirse y convertirse. Su misión en favor de los creyentes. La mayoría de los textos relativos al Espíritu Santo se refieren a su relación con el pueblo de Dios.

3) Quien es el Espíritu Santo?

La Biblia releva que el Espíritu Santo es una persona, no una fuerza impersonal. Declaraciones como esta: “Ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros’’, (Hechos. 15:28), relevan que los primeros creyentes lo consideraban una persona. Cristo también se refirió a él como una persona distinta. “El me glorificara (declaro el Salvador); porque tomara de lo mío, y os lo hará saber’’ (Juan 16:14). Las Escritura, al referirse al Dios triuno, describen al Espíritu como una persona (Mat. 28:19; 2 Cor. 13:14). El Espíritu Santo tiene personalidad. Contiene (Gen. 6:3), enseña (Luc. 12:12), convence (Juna 16:8), dirige los asuntos de la iglesia (Hech. 13:2), ayuda e intercede (Rom. 8:26), inspira (2 Ped. 1:21) y santifica (1 Ped. 1:2). Esas actividades no pueden ser realizadas por un mero poder, una influencia o un atributo de Dios. Solamente una persona puede llevárselas a cabo.

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