Cuando Tendremos Verdadera Paz Y Seguridad?
Enviado por juan.suarez1 • 11 de Marzo de 2013 • 832 Palabras (4 Páginas) • 2.660 Visitas
La paz... ¿qué probabilidades hay de alcanzarla?
A PESAR de lo que anuncien los titulares, la mayoría de nosotros nos damos cuenta de la realidad: la humanidad está muy lejos de alcanzar paz verdadera. Afganistán no disfrutó de paz después de la retirada de los ejércitos extranjeros. Y todavía hay disensiones de una clase u otra en las Filipinas, Sudán, Israel, Irlanda del Norte, el Líbano y Sri Lanka, para mencionar solo algunos lugares.
Pero ¿por qué es tan difícil alcanzar la paz si la mayoría de la gente sensata prefiere la paz a la guerra? Por siglos los políticos se han esforzado mucho por alcanzarla, aunque nunca han tenido éxito. ¿Por qué? Examinemos algunos ejemplos y veamos las razones.
La paz mediante la religión y la ley
Algunos opinan que el Imperio Romano logró establecer la paz. Por algunos siglos mantuvo una estabilidad internacional conocida como Pax Romana (la paz romana) sobre extensas zonas del Asia occidental, África y Europa, y lo logró por una combinación de leyes establecidas, administración flexible, legiones formidables y carreteras bien planeadas. Sin embargo, con el tiempo el Imperio Romano sucumbió a la corrupción interna y a invasiones desde el exterior, y la paz romana desapareció.
Esto ilustra un hecho lamentable sobre los esfuerzos humanos: suelen fracasar tras de un comienzo prometedor. Dios mismo dijo: (Génesis 8:21.) y muchas veces esa inclinación mala por fin vence. Además, el profeta Jeremías dijo: “El corazón es más traicionero que cualquier otra cosa, y es desesperado. ¿Quién puede conocerlo?”. (Jeremías 17:9.) Uno nunca sabe lo que harán otros. Personas movidas por la envidia o ambiciones egoístas pudieran echar a perder las buenas intenciones de otros. O pudiera ser que hasta un gobernante que tuviera principios elevados se corrompiera por su propia cuenta. Entonces, ¿cómo es posible que venga la paz por los esfuerzos humanos?
Se informa que en el siglo III a.E.C. en el subcontinente de la India se hizo un notable esfuerzo por establecer la paz. Allí un poderoso gobernante llamado Asoka forjó un enorme imperio por guerras y derramamiento de sangre. Después, según la historia, Asoka se convirtió al budismo. Tras de renunciar a la guerra, por todo su dominio erigió monumentos con inscripciones que tenían el propósito de ayudar a sus súbditos a llevar una vida mejor. Parece que su imperio fue pacífico y próspero.
¿Es esa la manera de traer la paz? Lamentablemente, no. Cuando el emperador murió, su paz murió también, y su imperio se desplomó. Esto ilustra que la muerte frustra hasta los esfuerzos de gobernantes bienintencionados y capacitados. El escritor de Eclesiastés mencionó este problema cuando escribió: (Eclesiastés 2:18, 19.)
Sí, la mortalidad del hombre queda como obstáculo insuperable a que él traiga paz duradera.
Otros esfuerzos por traer la
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